La viuda de Pinochet asiste a funeral de empresario chileno Ricardo Claro

Lucía Hiriart, la viuda de Augusto Pinochet, dos de sus hijos y un nieto acudieron hoy al funeral del empresario chileno Ricardo Claro Valdés, dueño de grandes empresas y algunos medios de comunicación, quien falleció este lunes a los 74 años a causa de un infarto cardíaco.

Al sepelio de Claro, que dejó una fortuna calculada en 1.

800 millones de dólares, también asistieron autoridades del Gobierno, dirigentes empresariales y políticos, así como altos representantes de la Iglesia Católica y de las Fuerzas Armadas, y personajes del mundo del espectáculo.

Compañía Sudamericana de Vapores, Viña Santa Rita, Cristalerías Chile, el canal Megavisión, la revista Capital, Diario Financiero y la firma de telecomunicaciones VTR son algunas de las empresas controladas por el Grupo Claro.

La presidenta Michelle Bachelet y otras autoridades de Gobierno, así como dirigentes de la Concertación (coalición de centroizquierda, en el poder desde 1990) expresaron sus condolencias por la muerte del empresario, que fue cercano al régimen de Augusto Pinochet (1973-1990).

Lucía Hiriart, quien acudió acompañada de sus hijos Marco Antonio y Lucía y de su nieto Gonzalo García, se declaró apesadumbrada por la muerte de "un amigo".

"Para mí es la pérdida de un amigo querido y siento por María Luisa (Vial, la viuda) una pena grande.

Yo ya he sentido lo que es perder a mi marido", comentó Hiriart, quien asistió vestida de luto y cuyo esposo murió el 10 de diciembre de 2006.

Por el Gobierno asistieron el subsecretario general de la Presidencia de Chile, Edgardo Riveros, y el vicecanciller, Alberto van Klaveren.

También acudieron el comandante en jefe del Ejército chileno, Ricardo Izurieta, y el general director de Carabineros, Eduardo Gordon, así como dirigentes de varios partidos políticos y el animador de televisión Mario Kreutzberger, "Don Francisco".

Antes del funeral se celebró una misa encabezada por el cardenal arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, y por el jubilado cardenal Jorge Medina, quien era amigo personal del empresario.

Los discursos estuvieron a cargo, entre otros, del presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Bruno Philippi; el presidente del sindicato de la Compañía Sudamericana de Vapores, Carlos Loyola; el gerente general de la misma empresa, Juan Antonio Álvarez, y el presidente del Tribunal Constitucional, Juan Colombo.

Organizaciones de derechos humanos, sin embargo, le criticaron por su proximidad con el gobierno militar.