Chile y EU inician diálogo para tratado de libre comercio

Washington.- El lanzamiento hoy de las negociaciones entre Estados Unidos y Chile para un tratado de libre comercio ha dado un "nuevo y crítico ímpetu" a la política de acercamiento hemisférico prometida por el presidente Bill Clinton en la primera Cumbre de las Américas, celebrada hace exactamente seis años en Miami, según uno de sus asesores más inmediatos.
"Cada acuerdo bilateral en materia comercial es un paso más hacia la realización del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA)", declaró Arturo Valenzuela, el director para Latinoamérica del Consejo Nacional de Seguridad, al referirse a la iniciativa promulgada por Clinton en 1994, pero que quedó frenada cuando el Congreso le negó el llamado "fast track", que hubiera permitido agilizar las negociaciones.
"Está claro que el reinicio del proceso dará un nuevo y crítico impulso a la concretización del ALCA y a la integración hemisférica", apuntaló Valenzuela en una entrevista con el corresponsal de El Panamá América.
El asesor igualmente se refirió a los recientes esfuerzos de Panamá y Centroamérica por conformar un zona de libre comercio junto con México, cuyo nuevo presidente, Vicente Fox, bautizó la idea con el refrán "de Puebla a Panamá".
"Debemos celebrar esta tendencia integracionista que nos lleva, paso a paso, a la integración hemisférica", señaló Valenzuela, un catedrático oriundo de Chile que encabezó el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown, antes de entrar en el gobierno de Clinton.
El proceso de negociación entre Chile y Estados Unidos, que podría extenderse por un par de años, se inicia hoy mediante una reunión formal entre la canciller chilena, María Soledad Alvear, y la representante comercial del gobierno de Clinton, Charlene Barshevsky.
Valenzuela destacó la importancia de que los dos gobiernos hubieran llegado a un acuerdo antes de la Tercera Cumbre de las Américas que se celebrará en Quebec el próximo abril.
"Confiamos en que nuestros dos países puedan darle un mayor ímpetu al acercamiento hemisférico más generalizado dentro del marco del ALCA", afirmó.
"Naturalmente hubiéramos preferido iniciar las negociaciones con Chile hace un par de años, pero intervino el colapso de las gestiones de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Seattle y eso demoró todo", explicó.
El reconocimiento de la importancia del súbito "renacimiento" del proceso del ALCA dentro del marco de la política exterior de Estados Unidos, prácticamente quedó sepultada bajo la polvoreada que la decisión chilena levantó en Brasil donde el gobierno poco menos que se sintió "traicionado" por la acción del presidente Ricardo Lagos.
La polémica se trasladó ayer a un seminario sobre la próxima Cumbre de las Américas convocada por Canadá y el Diálogo Interamericano en el antiguo University Club, cuando el embajador de Brasil en Estados Unidos, Rubén Barbosa caracterizó como un "acto de deslealtad de un país asociado con el Mercosur "una nueva iniciativa chilena, de acortar el plazo para completar las negociaciones para el ALCA del 2005 al 2003.
Poniendo en evidencia importantes diferencias también entre Brasil y Argentina en cuanto al ritmo del proceso de integración hemisférica, Barbosa señaló que aunque su gobierno aún no se había pronunciado oficialmente sobre la iniciativa chilena, consideraba "muy difícil que Brasil acepte que se acorte" el cronograma.
En su breve presentación, el embajador echó un balde de agua fría sobre la reunión, dado que varios oradores habían enfatizado la importancia de que los países se dedicaran a los varios aspectos del proyecto de integración iniciado en la cumbre de Miami, en diciembre de 1994 y que dieron origen al proyecto del ALCA.
De inmediato, su colega argentino, el embajador Guillermo Enrique González, indicó que a su juicio una aceleración de las negociaciones del ALCA podría ser interesante para su gobierno. A pesar de que el "2005 sea una fecha ambiciosa" para la conclusión de las negociaciones, "existen buenos argumentos" para justificar tratar de llegar a un entendimiento "en el 2003, 2004 ó 2005".
Sin embargo finalizó, "la fecha importante a la que debemos concentrarnos es abril del 2001, declaró, aludiendo a la Cumbre de Quebec. Lo importante, añadió, es el gran compromiso de cada país con el proyecto de integración hemisférica: "Esta avanzará en la medida en que todos los países tomen las decisiones necesarias para el acuerdo", en una velada alusión a la posición de Brasil.