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Les Luthiers cierra su "viejo romance" con el público uruguayo desde el diván
Yalena OrtÃz - Publicado:
El grupo argentino Les Luthiers tiene un "viejo romance" con el público uruguayo, un amor correspondido que les llevó a ampliar hasta nueve sus "sesiones de 'Lutherapia'" en el Teatro Solís de Montevideo, aseguró hoy el integrante, Carlos López Puccio, antes de su última función en el país."Francamente no creo que la risa sea terapéutica 'per se'.También para reirse hay que poder, así como para curarse en un diván hay que decidirse a ir a la consulta del psicoanalista", apuntó Puccio en una entrevista con Efe.Antes de su última función del año en Uruguay, a donde el grupo regresará en enero para presentarse en Punta del Este, Puccio reconoció que el público en este país es "excelente tanto en cantidad como en calidad"."Al cabo de cada función nos despiden de pie, ¡Y no porque se estén marchando!", aseguró el artista.A Puccio, de 64 años, se le conoce como "el canoso" de Les Luthiers, uno de los grupos de músicos humoristas más reconocidos del mundo que comenzó a mediados de la década de los sesenta y que se hizo célebre por utilizar en sus números instrumentos creados por ellos mismos a base de materiales de la vida cotidiana.Puccio, licenciado en dirección orquestal, entró en la formación incluso "antes de que se inventara el oficio de 'luthier'", hace más de 40 años, pero nunca abandonó la música clásica.Al frente de conjuntos como el Estudio Coral de Buenos Aires o el Coro Polifónico Nacional de Argentina logró conciliar sus dos "grandes amores" y terminó combinando los éxitos internacionales de Les Luthiers con una fructífera carrera como director coral en su país."Está bien: soy bígamo", apostilló el músico, que aceptó ingresar en el grupo de cómicos "más por diversión que por cualquier otro interés".Por suerte, Puccio no es el único de la formación con el corazón "dividido", ya que sus compañeros, Jorge Maronna, Marcos Mundstock, Carlos Núñez Cortés y Daniel Rabinovich, también han compaginado su trabajos con Les Luthiers con repetidas incursiones en el mundo del cine, la música y la literatura."Fuera de los tiempos exclusivos de Les Luthiers cada individuo gozó siempre de completa independencia y capacidad de decisión.Y esto permitió que cada uno de nosotros construyera y alimentara aspectos de su personalidad, profesionales, familiares o meramente recreativos", aseguró Puccio.Aún así, pareciera como si Les Luthiers estuviera siempre en la cartelera de algún teatro del mundo, en Buenos Aires, Nueva York o Madrid, y que sus miembros no pararan nunca de crear nuevos espectáculos para la siguiente temporada."En una época fuimos "colectivistas".Creíamos en el 'brainstorming' y todas esas cosas.Con los años, tal vez con el crecimiento de cada cual como individuo, nos fuimos volcando hacia la creación individual y hoy cada integrante aporta proyectos y estos son aceptados o no por los demás", explicó el músico."Lutherapia", el espectáculo con el que este mes los argentinos llenaron todas sus funciones en Montevideo y con la que en octubre irán a Chile, gira en torno a un terapia psicoanalítica.Según Puccio, es una de sus mejores obras y aunque no está convencido de que la risa sea la mejor de las terapias, en esta ocasión y desde el diván al menos consigue hacer pasar un muy buen rato a su público."En cualquier caso hace falta la voluntad de estar mejor.Ya sea riendo o psicoanalizándose.Y ahora podemos continuar desarrollando esta analogía: hay psicoanalistas buenos, mediocres y malos, como ocurre con los humoristas", concluyó.