Participación del 48,1% a tres horas de finalizar el referéndum marroquí
Publicado 2011/07/01 00:30:00
El primer referéndum constitucional en los doce años de reinado de Mohamed VI
La consulta popular de hoy sobre la reforma de la carta magna marroquí es el primer referéndum constitucional desde que el rey Mohamed VI accediera al trono en 1999 y el décimo en la historia de este país magrebí.
Marruecos entró en la senda del constitucionalismo seis años después de su independencia de los protectorados francés y español (1912-1956), en un proceso dirigido con mano firme por Hassán II, que rigió los destinos del reino durante 38 años.
A la muerte de su padre, Mohamed V, en 1961, Hassán II encargó a una comisión de expertos la redacción del primer texto constitucional marroquí, que la oposición política tacharía de "carta otorgada".
Aprobada en referéndum en 1962 con una participación del 83,95 por ciento y 97,06 por ciento de votos favorables, según los datos oficiales, estableció un sistema parlamentario en el que el monarca concentraba importantes poderes ejecutivos y legislativos, y era consagrado como "comendador de los creyentes".
Hassán II suspendió esa ley fundamental el 7 de junio de 1965 proclamando el estado de excepción, al calor de los sucesos de marzo del mismo año en Casablanca que se saldaron con varios muertos y heridos.
En 1970, el soberano alauí propuso una nueva constitución que ampliaba las prerrogativas del monarca, ratificada con un 93,50 por ciento de participación y 98,84 por ciento de votos afirmativos.
Tras un golpe de estado fallido en 1971, Hassán II sometió a consulta popular, en 1972, una nueva ley fundamental con mayores competencias para el Parlamento que fue aprobada con casi los mismos resultados de participación (92,52 por ciento) y votos favorables (98,69 por ciento) que la anterior.
Durante la década de 1980, los marroquíes aprobaron en las urnas tres reformas de menor calado, que consistieron en cambiar la mayoría de edad del príncipe heredero de los 18 a los 16 años, ampliar las legislaturas de cuatro a seis años, y prorrogar el mandato del Parlamento de la época en dos años.
En las tres consultas, la participación superó el 90 por ciento y los votos favorables el 95 por ciento.
En 1992, Hassán II propuso una nueva constitución para aumentar las prerrogativas del Parlamento (que podría votar la composición del Gobierno y formar comisiones de investigación), en un referéndum en el que, con una participación del 97,29 por ciento, los votos afirmativos supusieron el 99,96 por ciento.
En 1995, se organizó otra consulta menor para cambiar la fecha de aprobación de los presupuestos del Estado, oficialmente aprobada con una participación del 70 por ciento y un 99 por ciento de "síes".
La última reforma constitucional -aprobada el 13 de septiembre de 1996 con una participación del 82,9 por ciento y con un 99,6 por ciento de votos favorables- eliminó el sufragio indirecto en la elección de la Cámara de Representantes (cámara baja del Parlamento) y reinstauró una cámara alta, la Cámara de Consejeros.
Marruecos entró en la senda del constitucionalismo seis años después de su independencia de los protectorados francés y español (1912-1956), en un proceso dirigido con mano firme por Hassán II, que rigió los destinos del reino durante 38 años.
A la muerte de su padre, Mohamed V, en 1961, Hassán II encargó a una comisión de expertos la redacción del primer texto constitucional marroquí, que la oposición política tacharía de "carta otorgada".
Aprobada en referéndum en 1962 con una participación del 83,95 por ciento y 97,06 por ciento de votos favorables, según los datos oficiales, estableció un sistema parlamentario en el que el monarca concentraba importantes poderes ejecutivos y legislativos, y era consagrado como "comendador de los creyentes".
Hassán II suspendió esa ley fundamental el 7 de junio de 1965 proclamando el estado de excepción, al calor de los sucesos de marzo del mismo año en Casablanca que se saldaron con varios muertos y heridos.
En 1970, el soberano alauí propuso una nueva constitución que ampliaba las prerrogativas del monarca, ratificada con un 93,50 por ciento de participación y 98,84 por ciento de votos afirmativos.
Tras un golpe de estado fallido en 1971, Hassán II sometió a consulta popular, en 1972, una nueva ley fundamental con mayores competencias para el Parlamento que fue aprobada con casi los mismos resultados de participación (92,52 por ciento) y votos favorables (98,69 por ciento) que la anterior.
Durante la década de 1980, los marroquíes aprobaron en las urnas tres reformas de menor calado, que consistieron en cambiar la mayoría de edad del príncipe heredero de los 18 a los 16 años, ampliar las legislaturas de cuatro a seis años, y prorrogar el mandato del Parlamento de la época en dos años.
En las tres consultas, la participación superó el 90 por ciento y los votos favorables el 95 por ciento.
En 1992, Hassán II propuso una nueva constitución para aumentar las prerrogativas del Parlamento (que podría votar la composición del Gobierno y formar comisiones de investigación), en un referéndum en el que, con una participación del 97,29 por ciento, los votos afirmativos supusieron el 99,96 por ciento.
En 1995, se organizó otra consulta menor para cambiar la fecha de aprobación de los presupuestos del Estado, oficialmente aprobada con una participación del 70 por ciento y un 99 por ciento de "síes".
La última reforma constitucional -aprobada el 13 de septiembre de 1996 con una participación del 82,9 por ciento y con un 99,6 por ciento de votos favorables- eliminó el sufragio indirecto en la elección de la Cámara de Representantes (cámara baja del Parlamento) y reinstauró una cámara alta, la Cámara de Consejeros.
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