Rebekah Brooks, última víctima del escándalo de las escuchas ilegales del News of the World
- Katherine Palacio P./
Rebekah Brooks, la mujer de confianza del magnate de prensa Rupert Murdoch en el Reino Unido, se convirtió hoy en la última víctima del escándalo de las escuchas telefónicas ilegales del desaparecido dominical sensacionalista "News of the World".
Después de días de fuertes presiones de políticos y afectados por los pinchazos, Murdoch terminó por aceptar la dimisión de Brooks, la cara más visible de un escándalo que ha conmocionado al Reino Unido, como consejera delegada de News International.
La directiva, que ya había ofrecido su renuncia pero le fue denegada, comunicó su decisión a través de un correo electrónico interno a los trabajadores del News Internacional, rama británica de News Corporation, el imperio periodístico de Murdoch.
Protegida a capa y espada por Murdoch, que se negó hace días a aceptar su primera oferta de dimisión, Brooks justificó su marcha para facilitar la solución a la actual crisis que vive la compañía.
La periodista, que se mueve como pez en el agua entre los círculos del poder, fue directora del "News of World" entre 2000 y 2003 y la primera mujer directora del diario "The Sun" entre 2003 y 2009, cuando pasó a ser consejera delegada de News International.
"Mi deseo de mantenerme (en el puesto) se ha transformado en el centro del debate. Esto distrae la atención de nuestros sinceros esfuerzos por arreglar los problemas del pasado", indica su mensaje.
Brooks presentó su dimisión pocos días antes de comparecer ante el Comité de Medios de Comunicación de la Cámara de los Comunes para declarar sobre unas actividades periodísticas ilegales y sin escrúpulos, de las que fueron víctimas familiares de víctimas de crímenes, terrorismo y soldados caídos en combate.
Si bien fue en 2006 cuando se desveló por primera vez que el "News of the World" había recurrido a las escuchas para conseguir jugosas exclusivas, la trama alcanzó nuevas proporciones la semana pasada al revelarse el caso de la niña asesinada Milly Dowler, cuyo móvil fue intervenido después de desaparecer en 2002.
Como una bola de nieve, el escándalo ha ido creciendo día a día, hasta el punto de que Murdoch se vio obligado a cerrar el día 10 el "News of the World" y a retirar este miércoles su oferta por todas las acciones del canal de pago SkyB, una de sus grandes ambiciones empresariales.
El primer ministro británico, David Cameron, que hace días se mostró a favor de la partida de Brooks de News International, calificó hoy su dimisión de "decisión correcta".
Por su parte, el líder laborista, Ed Miliband, aplaudió que finalmente Rebekah Brooks haya optado por asumir su responsabilidad pero insistió en que el problema no es una persona, sino "la cultura de una organización", en referencia al imperio Murdoch.
"Rupert Murdoch dice que News Corporation ha manejado las alegaciones extremadamente bien. Aún no se ha disculpado ante las víctimas inocentes de los pinchazos. Está claro que no entiende" lo que está pasando, opinó Miliband.
Después de que Brooks presentase su dimisión, News International informó de que este fin de semana pedirá disculpas a la población del Reino Unido por las escuchas, a través de avisos a toda página en los periódicos británicos nacionales.
La empresa, además, enviará cartas a las compañías que habitualmente insertan publicidad en los periódicos del grupo para mantenerlos al tanto de las medidas que está tomando, después de que varias de ellas decidieran dejar de anunciarse en sus medios por el escándalo.
Al tiempo, News International tiene intención de informar en el futuro sobre los pasos que piensa dar para superar los graves problemas destapados en las últimas semanas, una bola de nieve que no tiene trazos de resolverse a corto plazo.
Viviana García
Rebekah Brooks, la poderosa reina de los tabloides
La pelirroja periodista de 43 años, que dimitió este viernes como consejera delegada de News Internacional por el escándalo de las escuchas ilegales, mantiene desde hace años una estrecha relación, casi familiar, con el magnate Rupert Murdoch, para quien ha trabajado más de media vida.
Su carrera ha sido meteórica. En 1989 entró a trabajar en el dominical sensacionalista "News of the World" como secretaria y en 2000, con 32 años, llegó a ser su directora, lo que la convirtió en la mujer más joven al frente de un periódico de ámbito nacional en el Reino Unido.
En los tres años que permaneció al frente del "News of the World" este periódico llevó a cabo numerosas escuchas ilegales con el fin de obtener información de políticos, famosos, deportistas y hasta víctimas de crímenes, como la niña Milly Dowler, que ha desencadenado el escándalo y la dimisión de la poderosa Brooks.
La ambiciosa periodista, siempre rodeada por un halo de misterio, llegó al mundo de los tabloides británicos pisando fuerte y demostrando desde el principio falta de escrúpulos a la hora de conseguir un buen titular.
Al poco tiempo de ponerse al mando del tabloide dominical, una niña de ocho años, Sarah Payne, fue asesinada por un pederasta, suceso que conmovió a los británicos.
La directora de "News of the World" puso en marcha entonces una campaña con la que animaba a los lectores a identificar a pederastas, iniciativa que la policía consideró altamente irresponsable.
La voracidad por conseguir exclusivas llevó a Rebekah Brooks a utilizar durante toda su carrera métodos poco ortodoxos.
El periodista Piers Morgan, que trabajó con ella, cuenta en su libro de memorias "The Insider" cómo su entonces compañera no dudó en llenar de micrófonos una habitación de hotel que ocupaba James Hewitt para demostrar que tenía una relación con Diana de Gales.
El libro revela también cómo Brooks se disfrazó de señora de la limpieza del periódico "The Sunday Times", también del imperio Murdoch, para robarle la exclusiva sobre una biografía del príncipe Carlos, que finalmente consiguió.
Después de tres años en el "News of the World", Brooks pasó a dirigir "The Sun", otro diario del grupo y el más leído del Reino Unido, en el que permaneció hasta 2009 cuando fue nombrada consejera delegada de News Internacional.
Así se puso al frente de la división británica del imperio mediático de Rupert Murdoch, que incluye además "The Times" y el 39 por ciento de la plataforma de televisión por satélite BSkyB, con diez millones de abonados en el Reino Unido.
Esta periodista de reconocible melena rizada y pelirroja ha dirigido durante los últimos dos años un conglomerado mediático con 3.000 empleados.
Tanto al frente de los tabloides como en su posición de alta ejecutiva, Brooks ha logrado estar siempre cerca del poder: mantuvo muy buenas relaciones con el ex primer ministro laborista Tony Blair y mejores aún con el actual premier conservador David Cameron.
La prensa británica ha publicado que Brooks invitó a Cameron a su fiesta de Navidad el año pasado y que montaban juntos a caballo en el condado de Oxfordshire, donde ambos tienen una casa de campo.
En 2009, la ejecutiva se casó, por segunda vez, con el escritor y entrenador de caballos Charlie Brooks, de quien adoptó el apellido, y a la boda invitó tanto al entonces primer ministro laborista Gordon Brown como a David Cameron.
Según el periódico "The Guardian", Brooks fue quien convenció a Murdoch para que apoyara abiertamente a Cameron en las elecciones de mayo de 2010, todo un giro de timón para un imperio mediático que durante trece años había respaldado al Partido Laborista.
Su éxito, según sus conocidos, se debe a una mezcla perfecta de frialdad implacable para los negocios, encanto irresistible en lo personal y ambición sin límites, que ahora ha llevado a la reina de los tabloides a tocar fondo.
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