Alcanzamos por fin la victoria

Los panameños, con ese espíritu patriótico que nos caracteriza, henchido de nacionalidad durante las fiestas, salimos a celebrar.

Los actos cívicos: desfiles, saludo a la bandera, entre otros, no faltaron; pero, ¿hemos alcanzado por fin la victoria? El coro del Himno Nacional apunta a la victoria, no solamente de lograr ser una República libre, sino la vivencia de esa libertad y justicia.

Imbuidos en este tema de la patria, en un sondeo al público en las calles, la mayoría de los entrevistados desconocían qué se celebraba.

Podemos achacarle la culpa a los educadores, a la familia, al gobierno, a quien usted desee; sin embargo, no se puede negar que todos los años el país entero celebra estas fiestas.

Entonces, ¿qué pasa con el acervo cultural de panameño? Si hurgamos en el ámbito de la educación se conjugan un sin número de factores, entre los más relevantes, el interés tanto del padre de familia como del estudiante por una buena calificación (una nota), por encima del conocimiento.

Lo preocupante es que a la vuelta tenemos un torneo electoral, donde este mismo pueblo que no sabe qué celebra hoy, y los que lo sabemos, todos, tenemos que decidir quiénes serán los que estarán al frente en el próximo gobierno para guiar a Panamá.

¿Hemos alcanzado por fin la victoria? Más bien pareciera que la primera estrofa después del coro es la que revolotea en las mentes panameñas: "Es preciso cubrir con un velo".

Con la cultura panameña del reinado, carnavales, patronales y cualquier jolgorio que se pueda celebrar, se cubre con un velo todo lo pasado: altos costos de la vida, leyes antipopulares, etc.

Algunos arropados con la bandera de la justicia y la libertad que ha costado sangre de panameños, le llaman venganza a los gritos desesperados de familias que han estado sumidas en el asfixiante mundo del dolor por injusticias, abusos y hasta muertes.

Hay victorias que alcanzar todavía.

Necesitamos panameños y panameñas, que puedan distinguir patria de partidos políticos, de politiquerías, de promesas de pan para hoy y hambre para mañana; los panameños necesitamos recordar para no volver a caer el los mismos errores, necesitamos hacer conciencia de qué es lo que requerimos para un mejor futuro.

Si para ti, panameño, "es preciso cubrir con un velo del pasado el calvario y la cruz" nada bueno es vaticinable, como dijera Carlos Marx "un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla".

No te dejes manipular, ya es hora de despertar, de cultivarse, de recordar, de luchar, de creer y, en este punto, no olvides el calvario y la cruz donde Jesús ganó la salvación de la humanidad, incluida la de los panameños; el artículo 35 de la Constitución expresa la libertad de culto "…sin otra limitación que el respeto a la moral cristiana" Sobre todo no te olvides de Dios.