"Cuba : Cuatro décadas con Fidel Castro"
Publicado 1999/01/27 00:00:00
- Carlos Christian Sánchez C.
Recuerdo siempre aquella vez que transitaba por la Avenida Ecuador. En la esquina, un anciano observaba, con nostalgia, a la flamante bandera cubana de la delegación diplomática de ese país. De seguro era un exiliado. Ahora que se cumplen 40 años del triunfo de la Revolución Socialista de La Habana, ocurre que Washington y el Gobierno demócrata pretenden iniciar su flexiblización hacia el embargo económico que tanto daño hizo al pueblo de la isla caribeña.
Levantamiento de las clases populares, del mestizo, del negro mulato y desplazado, y de aquellos hombres frustrados por el olvido de la oligarquía aristocrática de la Isla, la revolución comunista dirigida por Fidel Castro Ruz y Ernesto "Che" Guevara, resultó un duro golpe a la hegemonía norteamericana sobre la América Latina. Fue la primera vez que en el Hemisferio Occidental surgía un sistema basado en la dictadura del proletariado obrero, con una nomenclatura empapada en los ideales de Marx, Engels y Lenín.
En el año nuevo de 1959, Fulgencio Batista, el sargento dictador, festejaba en un bello bar de La Habana, cuando supo del avance arrollador de los rebeldes barbudos. No tuvo otra alternativa que huir hacia el "Norte". Fue el final de dos años de luchas contra un régimen opresor. Preso en el asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953 y exiliado tras una amnistía en mayo de 1955, Fidel Castro organiza desde México, la invasión de Cuba. Encabezada por un pequeño grupo de insurgentes embarcados en el yate "Granma", llegó a las costas cubanas en diciembre de 1956. Con doce hombres diezmados, se forma la fuerza alzada en la Sierra Maestra, y las ciudades comienzan a organizarse en, grupos de apoyo clandestino. Con la Emisora "Radio Rebelde", se propagan las ideas socialistas y se neutraliza la campaña desinformada de Batista.
Nada pudo hacer el ejército de Batista. El 31 de diciembre de 1958, la ciudad de La Habana fue sitiada. Se declara una huelga general y tras la huida de Batista, se forma el Gobierno Comunista. Fidel toma realmente el poder el 15 de febrero de 1959 dando inicio a la aventura del viejo líder, que hizo famosos los cigarros o habanos, cuando aún eran tiempos del idealismo y la utopía.
Sin embargo, su alianza con la Unión Soviética se ganó adversarios poderosos desde los Estados Unidos hasta los disidentes y exiliados cubanos pro-norteamericanos que iniciaron un largo éxodo hacia Miami, El Caribe y Centro América. Más de dos millones y medio de cubanos huyeron de la Isla, sumando la flota de los Marielitos en 1980, los balseros de finales de la década de los Ochenta y la odisea de 1994 que miles sufrieron entre el Estrecho de la Florida, Guantánamo y las bases estadounidenses en Panamá.
El embargo a Cuba ha sido un punto discordante en las relaciones latinoamericana y estadounidense. En octubre de 1960, Fidel nacionaliza las empresas petroleras Standard Oil y la Ducht Shell, cuando los norteamericanos se negaron a procesar el aceite crudo proveniente de Rusia, y entrega al Estado los bancos e industrias de la Isla. La Ley Helms-Burton de 1995, incrementó el aislamiento, porque amenaza el comercio cubano con los europeos y latinoamericanos, además de que sufriría sanciones comerciales de EE.UU. aquel país que no acataba la ley gringa.
Tal como sucede en otros países con problemas políticos con Washington, el embargo a Cuba no afecta a los dirigentes de esas naciones. Todo lo contrario, en Cuba cerca de once millones viven bajo un sistema económico restringido por la escasez de alimentos, las raciones diarias y las crisis de productos domésticos de consumo. Aunque Cuba subvenciona a sus ciudadanos, es ínfimo dicho aporte.
La esperanza es que si Fidel, al menos, permitió el regreso de la celebración de la Navidad y las misas campales del Papa Juan Pablo II, pienso que tarde o temprano, habrá un diálogo directo entre EE.UU. y Cuba para solucionar las disputas políticas y económicas. El potencial turístico, intelectual y la baja mano de obra cubana, bien preparada y hasta bilingüe, representan una atracción a los inversionistas extranjeros. Ya no importan las ideologías. La Guerra Fría acabo en 1991. Es tiempo de terminar el embargo a Cuba, para que esa nación nos demuestre si valió la pena realizar un proceso revolucionario socialista que haya beneficiado a la juventud y pueblo cubanos. En el siglo XXI lo comprobaremos...
Levantamiento de las clases populares, del mestizo, del negro mulato y desplazado, y de aquellos hombres frustrados por el olvido de la oligarquía aristocrática de la Isla, la revolución comunista dirigida por Fidel Castro Ruz y Ernesto "Che" Guevara, resultó un duro golpe a la hegemonía norteamericana sobre la América Latina. Fue la primera vez que en el Hemisferio Occidental surgía un sistema basado en la dictadura del proletariado obrero, con una nomenclatura empapada en los ideales de Marx, Engels y Lenín.
En el año nuevo de 1959, Fulgencio Batista, el sargento dictador, festejaba en un bello bar de La Habana, cuando supo del avance arrollador de los rebeldes barbudos. No tuvo otra alternativa que huir hacia el "Norte". Fue el final de dos años de luchas contra un régimen opresor. Preso en el asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953 y exiliado tras una amnistía en mayo de 1955, Fidel Castro organiza desde México, la invasión de Cuba. Encabezada por un pequeño grupo de insurgentes embarcados en el yate "Granma", llegó a las costas cubanas en diciembre de 1956. Con doce hombres diezmados, se forma la fuerza alzada en la Sierra Maestra, y las ciudades comienzan a organizarse en, grupos de apoyo clandestino. Con la Emisora "Radio Rebelde", se propagan las ideas socialistas y se neutraliza la campaña desinformada de Batista.
Nada pudo hacer el ejército de Batista. El 31 de diciembre de 1958, la ciudad de La Habana fue sitiada. Se declara una huelga general y tras la huida de Batista, se forma el Gobierno Comunista. Fidel toma realmente el poder el 15 de febrero de 1959 dando inicio a la aventura del viejo líder, que hizo famosos los cigarros o habanos, cuando aún eran tiempos del idealismo y la utopía.
Sin embargo, su alianza con la Unión Soviética se ganó adversarios poderosos desde los Estados Unidos hasta los disidentes y exiliados cubanos pro-norteamericanos que iniciaron un largo éxodo hacia Miami, El Caribe y Centro América. Más de dos millones y medio de cubanos huyeron de la Isla, sumando la flota de los Marielitos en 1980, los balseros de finales de la década de los Ochenta y la odisea de 1994 que miles sufrieron entre el Estrecho de la Florida, Guantánamo y las bases estadounidenses en Panamá.
El embargo a Cuba ha sido un punto discordante en las relaciones latinoamericana y estadounidense. En octubre de 1960, Fidel nacionaliza las empresas petroleras Standard Oil y la Ducht Shell, cuando los norteamericanos se negaron a procesar el aceite crudo proveniente de Rusia, y entrega al Estado los bancos e industrias de la Isla. La Ley Helms-Burton de 1995, incrementó el aislamiento, porque amenaza el comercio cubano con los europeos y latinoamericanos, además de que sufriría sanciones comerciales de EE.UU. aquel país que no acataba la ley gringa.
Tal como sucede en otros países con problemas políticos con Washington, el embargo a Cuba no afecta a los dirigentes de esas naciones. Todo lo contrario, en Cuba cerca de once millones viven bajo un sistema económico restringido por la escasez de alimentos, las raciones diarias y las crisis de productos domésticos de consumo. Aunque Cuba subvenciona a sus ciudadanos, es ínfimo dicho aporte.
La esperanza es que si Fidel, al menos, permitió el regreso de la celebración de la Navidad y las misas campales del Papa Juan Pablo II, pienso que tarde o temprano, habrá un diálogo directo entre EE.UU. y Cuba para solucionar las disputas políticas y económicas. El potencial turístico, intelectual y la baja mano de obra cubana, bien preparada y hasta bilingüe, representan una atracción a los inversionistas extranjeros. Ya no importan las ideologías. La Guerra Fría acabo en 1991. Es tiempo de terminar el embargo a Cuba, para que esa nación nos demuestre si valió la pena realizar un proceso revolucionario socialista que haya beneficiado a la juventud y pueblo cubanos. En el siglo XXI lo comprobaremos...
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