Del uso de "lastimosamente"
- Demetrio Fábrega
En esta ocasión quisiera referirme a algunos usos y varios abusos de una palabra que, desde el año 1994, después de resonar varias veces en boca de encumbrados políticos, la población sumisamente adoptó como consecuencia de la tendencia de imitar a los "ricos y famosos", con el correspondiente detrimento de la calidad del español que se habla en Panamá.
Entre las expresiones más corrientes a lo largo de siglos, cuando se trataba de justificar algún desacierto o alguna manifiesta incapacidad o algo terrible que no se había podido evitar, encuentra uno las que comenzaban con el adverbio Desgraciadamente, pero el prurito de aparentar elegancia en el habla ha generalizado el disparate de creer que es más bonito decir "lastimosamente".
Sin embargo, lástima y desgracia, como los adjetivos que de ellas se derivan, tienen significados absolutamente distintos.. Los adverbios terminados en Mente siempre se forman con el adjetivo o con un participio adjetivado. Ahora bien, no es concebible una situación en que "lástima" pueda sustituir a "desgracia" ni una en que "lastimoso" pueda sustituir a "desgraciado". Uno puede decir, por ejemplo: "Es una desgracia que da lástima" pero nunca diría que "es una lástima que da desgracia". Tampoco podría uno pensar que decir "siento lástima por los que sufrieron esa desgracia" es igual a decir "siento desgracia por los que sufrieron esa lástima".
Las palabras que forman los adverbios "lastimosamente" y "desgraciadamente" representan partes de la oración que tienen funciones gramaticales distintas. "Lastimosa" es un adjetivo femenino y "desgraciada" es un participio femenino que puede usarse para adjetivar. Los matices de significado que adquieren los adverbios terminados en "mente" dependen de los significados que tengan los adjetivos o los participios que los forman y, por cierto, unos y otros conservan el significado pasivo o activo del verbo a que corresponden, en este caso "lastimar" y "desgraciar".
La gente que no sabe hablar, en estos tiempos de degradación constante del idioma, tiende a creer que una palabra es más elegante que otra, que decir Escuchar es más bonito que Oír, aunque son fenómenos fisiológicos distintos, y que POSEER es más elegante que TENER, que no significan lo mismo. Sobre los que usan "entre más" en vez de "mientras más" escribiré en otra ocasión.
Desgraciadamente, la realidad sigue comprobándonos que demasiados panameños están hablando lastimosamente.
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