Análisis
El modelo económico y sus contradicciones
... proceso en que se logró trasladar mano de obra de actividades con escasa productividad a otros de más alta productividad. Asimismo llevó a un incremento de la participación del trabajo asalariado en la ocupación total, la que se incrementó de 61.4% en el 2013 a 64.2% en el 2016.
- Juan Jované
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- - Publicado: 30/5/2018 - 12:00 am
El crecimiento de la economía panameña en el periodo reciente ha sido significativo, lo que se refleja en el hecho de que entre el año de inicio de la ampliación de Canal de Panamá (2007) y su terminación (2016), el producto interno bruto del país (PIB) se expandió en 79.1%, esto es a una tasa promedio anual de aproximadamente 6.5%, la que se logró, pese a los efectos de la crisis internacional del 2008 y sus secuelas. En la base de este crecimiento está una notable actividad inversionista, guiada en buena medida hacia lo que David Harvey califica como "spatial fit", es decir, a la inversión en infraestructura guiada a crear las condiciones para una participación más efectiva de la economía en la dinámica de la globalización. Se trató, entonces, de un crecimiento impulsado por la demanda.
La magnitud de esta expansión permitió un notable crecimiento del empleo de cerca del 25.5% en el periodo analizado, el cual fue acompañado de un muy significativo crecimiento de la productividad, el cual alcanzó al 46.5%. Se trató de un proceso en que se logró trasladar mano de obra de actividades con escasa productividad a otros de más alta productividad. Asimismo llevó a un incremento de la participación del trabajo asalariado en la ocupación total, la que se incrementó de 61.4% en el 2013 a 64.2% en el 2016.
Si se tiene en cuenta que el crecimiento de la economía precisa de un aumento en la demanda efectiva, el cual debe validar el crecimiento de la capacidad productiva generada por las inversiones, encontramos que se evidencian algunas contradicciones importantes.
En primer lugar, el crecimiento previo se dio dentro de un esquema concentrante y excluyente, el cual ha limitado el crecimiento del mercado interno. Es así, por ejemplo, que la participación de las remuneraciones de los asalariados en el PIB se redujo de 32.0% en el 2007 a 24.7% en el 2015. Las dificultades actuales de las actividades económicas guiadas hacia la demanda interna reflejan esa situación.
En segundo lugar, el muy significativo proceso inversionista observado en el país solo fue posible por la presencia de un notable nivel de financiamiento externo. En pocas palabras el faltante de ahorro nacional tuvo que ser compensado por ahorro externo. Muestra de esto es el hecho de que entre el 2007 y el 2016 el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos fue en promedio equivalente al 8.9% del PIB. Además, un país no puede extender permanentemente su infraestructura a una tasa superior al conjunto de la economía.
En tercer lugar, el crecimiento por la vía de la expansión de las exportaciones a una tasa superior a las importaciones también tiene sus limitaciones, provenientes no solo de la alta propensión a las importaciones de nuestra economía, sino también al hecho de que el comercio mundial no presenta actualmente el mismo nivel de dinamismo que antes.
En estas circunstancias se hace imperante una estrategia en que también se enfatice en la equidad social y la producción para el mercado interno. Se trata de un debate inminente.
Economista.
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