Panamá
El Proyecto Ansiático en Panamá
Esta idea sería reforzada después del fallido Congreso Anfictiónico de Panamá celebrado en 1826.
- Jorge Luis Roquebert León/[email protected]
- - Actualizado: 07/12/2022 - 07:40 pm
A pesar de que en la historia oficial de Panamá, el 3 de noviembre es concebido como la principal fecha cuando los llamados proceres de la patria independizaron a Panamá de Colombia, la declaración de la independencia de España el 28 de noviembre de 1821 resalta, no solo por la inclusión de todo el país en el movimiento, cuando la primera muestra de libertad ocurrió en el interior del país, sino porque su acta de independencia contiene valores que marcan los tres puntos que deben ser la guía en nuestro país: la independencia de un gobernante autoritario que no respetaba la igualdad de los ciudadanos - a pesar de que la primera Constitución española en 1812 lo hacía - la pertenencia a un país formado por todas las naciones de la América Española, y el respeto a la autonomía panameña.
Esta idea sería reforzada después del fallido Congreso Anfictiónico de Panamá celebrado en 1826, cuando se formula el Proyecto Ansiático que no apuntaba a la independencia de la Gran Colombia, sino que se apelaba a la necesidad de un régimen económico diferente al resto del país, cuando las constituciones centralistas y proteccionistas grancolombianas ignoraban la posición estratégica de Panamá. Aunque se desee encontrar que es el precedente a la aceptación de la falta de soberanía del Tratado Hay-Bunau Varilla en 1903, debido al planteamiento de que los beneficios económicos se alcanzarían con la protección de las potencias del mundo multipolar del momento, el Proyecto no implicaba una separación del resto de Colombia, ya que el primer intento separatista que la historia oficial panameña menciona ocurrió en 1830, liderada por José Domingo Espinar, miembro del grupo mulato y no apoyado por los criollos, y que lejos de una independencia, proponía la reunificación de la Gran Colombia, habiéndose Ecuador y Venezuela separado y formado Estados independientes.
El momento de mayor realce de este Proyecto Ansiático se conseguiría con la declaración del Estado Federal del Istmo en 1855 y el Convenio de Colón de 1861, con el que se lograría una autonomía de Panamá frente al gobierno central de Bogotá, a la vez que se aceptaba el establecimiento de leyes especiales para el istmo. No obstante, a pesar de que el federalismo se extendería al resto de Colombia con la Constitución de 1863, y que Panamá se declaró neutral frente a las guerras civiles que asolaron al resto del país, la política interior en Panamá se vio afectada al no ser respetada en su totalidad, a tal punto que en 1886 esta autonomía fue revocada con una nueva constitución colombiana, que declaraba nuevamente al Departamento de Panamá como supeditado al gobierno colombiano, aunque en el mismo artículo se continuaba aceptando que tendría leyes especiales.
La falta de acción, unida a los acontecimientos desfavorables a la economía istmeña, como la quiebra del Canal francés en Panamá, llevaría a un punto de explosión que se reflejaría en la Guerra de los Mil Días, cuando un ejército conservador venció rápidamente en el actual territorio colombiano, mientras que en Panamá este no logró alcanzar la paz con el Partido Liberal, hasta la intervención estadounidense en el conflicto, interesados en la construcción del canal, pero significando una situación inconclusa en la política interna de Panamá.
Lo anterior, unido a la decisión del Senado colombiano de rechazar el tratado del Canal con Estados Unidos movió a los llamados proceres de la patria, que poseían fuertes vínculos con los accionistas estadounidenses y franceses del ferrocarril de Panamá y de la Nueva Compañía del Canal de Panamá, a aceptar el nacimiento de la república como un protectorado estadounidense, cediendo la soberanía sobre nuestro territorio. Sin embargo, no es posible asumir que la declaración de independencia en 1903 fue un resultado del Proyecto Ansiático del siglo XIX, ya que dejó a un lado la autonomía y el beneficio económico para los istmeños. No obstante, las acciones realizadas por los panameños por la recuperación de la soberanía y de los beneficios de su territorio en el siglo XX, sí reflejan los puntos del Proyecto Ansiático antes propuestos.
Al igual que el Proyecto Ansiático permitió a Panamá alcanzar ambos, una restructuración del proyecto para este siglo permitirá una comprensión de cómo la política exterior de Panamá debe conseguir el apoyo de las potencias económicas en el mundo moderno, sobre todo de las latinoamericanas que, en la década de 1970, permitió la reversión del Canal.
Esto significará una mejor independencia nacional en un mundo globalizado, mientras que a un nivel interno, las políticas progresistas aceptadas por Panamá en convenios internacionales, respetará el derecho de inclusión de la mayoría de la población para un desarrollo sostenible e igualitario en el país. El autor es profesor de Historia y miembro del Sistema Nacional de Investigación de SENACYT
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