Guillermo Endara, honesto y transparente
Estoy dolido por la muerte de Guillermo Endara (1936-2009), ex presidente del país que me ha adoptado como a uno de sus hijos.
Me duele su partida no porque yo sea panameñista o Endarista, sino por lo que fue Endara para la nación panameña.
Guillermo Endara Galimany, además de honesto, era amigable, sencillo y transparente. Tan franco era que a veces quedaba mal parado por lo que decía.
Su sinceridad era admirable; aunque muy criticada y objeto de burla de sus detractores y no pocos comunicadores.
Como todo ser humano, Endara tuvo aciertos y desaciertos. Pero lo más grande de este gran político panameño era su honestidad. Léase bien, su honestidad.
Nadie señaló a Endara de corrupto o de haber hurtado los dineros de los panameños; lo que no puede decirse de sus antecesores y predecesores en la Presidencia de la República.
Desde luego, no debemos pasar por alto el invaluable aporte de Guillermo Endara a la democracia panameña luego de la invasión estadounidense el 20 de diciembre de 1989. Gracias a él, la maltrecha economía de Panamá se levantó, cual ave fénix, de tal manera que al dejar la presidencia en 1994 había en las arcas del Estado más de mil millones de dólares estadounidenses.
Después de él, el desgreño político y la corrupción imperaron. Los políticos pobres salían ricos o millonarios del Gobierno. De ahí que el político independiente Ricardo Martinelli haya ganado las elecciones de mayo de este año.
El ejemplo del ex presidente Endara debe ser emulado por el actual Gobierno y por los que vengan, pues el verdadero político no se sirve del país y sus recursos, sino que sirve a su país como hiciera Guillermo Endara Galimany.
Insisto, me ha dolido la muerte de este político honesto y bonachón. Panamá y los panameños deben (debemos) sentirse (sentirnos) orgullosos por haber tenido un presidente como Guillermo David Endara Galimany. ¡Ya no hacen a los políticos como Endara!
*El autor es colombo-panameño.
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