La bandera rota
- Oriel A. Domínguez C.
Cuando en 1903 un grupo de masones adinerados desvinculados de los deseos de la mayoría mandaron con plenos poderes a un francés a los Estados Unidos para que en nombre de todos los panameños les regalase a los norteamericanos de forma incondicionalmente y eterna, una franja de nuestro territorio conformado por 5 millas a cada lado del canal, sin darse cuenta, éstos “eminentes burgueses” que recordamos cada 3 de noviembre, dieron inicio a lo que sería por casi todo un siglo la lucha que daría una identidad nacional a todo un país. Para recordar, en 1925 los arrendadores suben los precios y las clases populares se ven obligadas a salir a pelear en las calles, los “ilustres gobernantes” que también eran los “arrendadores” solicitan la intervención del ejercito de los USA para que pongan orden y a bayoneta limpia son asesinados varios panameños. En 1947 viene el rechazo del Convenio Filos-Hines por medio del cual nuevamente los descendientes de esta clase adinerada y servil pretendían esta vez regalar por 10 años territorios de nuestro país a lo largo y ancho. Para la década del 50 surgen una serie de organizaciones estudiantiles quienes pacíficamente con sentimiento patriótico pretender recuperar la Zona del Canal, un deseo que existía ya desde 1903. El 2 de mayo de 1958 se da la histórica siembra de banderas en la Zona. Para el día 3 de noviembre de 1959 nuevamente se da otra movilización pacífica dentro de la Zona terminando en una represión por parte de la policía “yankee”. Todos estos incidentes terminan en un Acuerdo mediante el cual a partir del 1 de enero de 1964 se podría izar la Bandera de Panamá junto con la de USA en algunos lugares. Sin embargo esto no aconteció y el 7 de enero de ese año unos estudiantes zoneítas de la Escuela Superior de Balboa izan la bandera de USA sin que sea acompañada por la de Panamá. Estos hechos provocan que un grupo de valientes estudiantes del Instituto Nacional, aproximadamente entre 150 a 200, se dirijan pacíficamente a la Zona con la intensión de izar la bandera de Panamá. El resultado fue 22 panameños asesinados impunemente por querer izar la bandera de Panamá. Mañana, 47 años después, este grupo de valientes pasan sin pena ni gloria, sin discursos de las más altas autoridades del país, sin ningún tipo de reconocimiento o expresión cultural que los recuerde, parece quedar todo en el olvido y peor para algunos es un día libre para ir a la playa. La bandera rota ¿parece ya no decirnos nada? Ojalá que no. Que nunca se olvide el valor de estos estudiantes que se atrevieron a ir más allá del límite con la bandera en alto.
orieldom@hotmail.com
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