Logros en la vacunación
Qué raro que, con casi los mismos asesores de Omar, no se les hubiese ocurrido el mandado. En su lugar contamos con trespatinazos, cotidianas conferencias de prensa donde un zar de la salud regaña a la población por sus parqueos, amenazando con cuarentenas..
- Jaime Figueroa Navarro
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- - Publicado: 10/7/2021 - 12:00 am
Sin duda alguna, los avances en tecnología han permitido el revés acelerado de la pandemia de la Covid-19 como en ningún momento de la historia. La expedita génesis de las vacunas para enfrentar este mal que ha causado la muerte a nivel mundial al equivalente de la totalidad de la población istmeña, ha logrado un frenazo significativo tanto en el número de casos como el de víctimas.
A pesar del éxito en la campaña mundial de vacunación, este se ha visto empañado por la descomunal diferencia entre los países del primer mundo y aquellos en desarrollo. Los primeros, en particular Estados Unidos y los países miembros de la Comunidad Europea, quienes en un principio acumulaban la mayor cantidad de víctimas, han logrado un importante revés en aquellas cifras.
Resulta inaudito que a pesar de contar con el mayor número de vacunas, Estados Unidos también cuenta con un importante número de ciudadanos trogloditas o embobados en teorías falsas, políticas o religiosas, o incubadas por medios o líderes falsos, que no permite la inmunidad de rebaño a pesar de estar científicamente comprobada que casi la totalidad de las víctimas actuales son personas que no han sido vacunadas.
Esta terquedad, inexplicable para las huestes mundiales sedientas por vacunarse, demuestra que la estupidez humana no está limitada a geografías, sino que se despliega en países desarrollados que debiesen servir como ejemplo al resto.
Ello no nos exime de culpabilidad. Siendo Panamá un ejemplo muy particular como centro estratégico para el comercio mundial, nuestros gobernantes desde un inicio, al estar disponibles las vacunas, han debido ejercer la presión para obtener los 10 millones de vacunas de Pfizer, ya fuese directamente en negociación con su casa matriz en Nueva York o a través del gobierno americano, de forma expedita, de tal manera que la totalidad de nuestra población estuviese vacunada durante el primer trimestre de 2021.
Nito no es Omar, de eso estamos bien claro. Pero existen claras diferencias entre las academias militares de El Salvador y Valley Forge. Nito domina el idioma de Shakespeare y conoce a ciencia cierta la idiosincrasia gringa.
Resaltar la importancia de la vía interoceánica al comercio mundial, sobremanera el hecho que la mayoría de su tráfico origina o finaliza en puertos estadounidenses, no le hubiese sido tema difícil de masticar y predicar al sargento segundo, si se hubiese desplazado a Nueva York o Washington, en su debido momento.
Hacer un espectáculo de cada remesa de vacunas, escoltándoles en horas de la madrugada, como si se tratase de tesoros faraónicos, resulta un show tercermundista que no va acorde con nuestra investidura.
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Y así como Omar le dijo al presidente Carter que el colonialismo no era palabra aceptable en el diccionario de relaciones internacionales a finales del siglo veinte, Nito ha bien podido convencer al presidente Biden que hiciese una excepción, que el conglomerado de países del mundo hubiera apoyado arrolladoramente, para el despacho de los 10 millones de vacunas garantizando el flujo continuado del Canal de Panamá.
Qué raro que, con casi los mismos asesores de Omar, no se les hubiese ocurrido el mandado. En su lugar contamos con trespatinazos, cotidianas conferencias de prensa donde un zar de la salud regaña a la población por sus parqueos, amenazando con cuarentenas, donde no existen respuestas sino excusas al rotundo fracaso que ha sido el manejo de la pandemia en Panamá. Porque contar con tan solo un 15% de la población plenamente vacunada a la fecha resulta inexcusable, amén del efecto dominó en nuestra economía que demorará décadas en recobrarse.
Líder empresarial.
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