La muerte del mar
... los fenómenos comentados tienen su origen en la economía basada en el carbón y que, de acuerdo con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, apenas tenemos 10 años para cambiarla y evitar la catástrofe de la humanidad.
La mitad del oxígeno respirable del planeta se genera en los mares. Foto: EFE.
El Océano Mundial, que cubre el 70% de la superficie de la Tierra, es el más grande de todos los ecosistemas. El mismo está profundamente impactado por la acción humana correspondiente al orden socio – metabólico, que hace parte de la lógica del actual modelo de economía, basado en la búsqueda de ganancias y su acumulación como capital adicional.
Con el fin de explicar esta situación de ruptura metabólica, se pueden utilizar dos importantes procesos, cuya presencia se ha visto acelerada luego de la Segunda Guerra Mundial. El primero de estos fenómenos se refiere a la acidificación del mar; el segundo se refiere a las llamadas zonas muertas marítimas.
Dada la presencia de la actividad económica sostenida en los hidrocarburos, la cantidad de bióxido de carbón en la atmósfera es hoy 50.0% más elevada que al iniciar la Revolución Industrial.
Esto ha provocado que actualmente la cantidad de este que entra al océano es mayor al que sale del mismo, por lo que en el mar ahora se cuenta con más ácido carbónico. Esto ha llevado a que el pH del mar se haya visto disminuido, de forma tal que, de acuerdo con algunas mediciones, el mar es hoy relativamente 30.0% más ácido.
Esto tiene un impacto directo sobre los llamados organismos que toman carbonato de su ambiente para construir sus conchas y esqueletos.
El problema reside en que el proceso de formación de ácido carbónico en el mar provoca que los caparazones y los esqueletos hechos de carbonato de calcio empiezan a disolverse.
La gravedad de esta situación se evidencia teniendo en cuenta que, de duplicarse la cantidad de bióxido de carbono en la atmósfera, que se podría dar hacia el año 2100 (aún en el escenario bajo de emisiones), los corales del mundo prácticamente se disolverán, generando una grave situación para los peces, debido a que el 25% de todos estos dependen de la existencia de los arrecifes de coral.
El segundo ejemplo de la grave ruptura metabólica que amenaza al ecosistema marino proviene de la sobrecarga de nutrientes que van a dar al mar.
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Se trata de un problema generado por la agricultura industrial y su intensa utilización de fertilizantes químicos, parte importante de los cuales caen al mar, dando lugar al proceso de eutrofización, esto es una elevada floración de algas, mayor a la que pueden utilizar otras especies, de manera que parte de esta es consumida por bacterias que reducen la cantidad de oxígeno disuelto en el mar.
Se generan así las llamadas "zonas muertas marítimas", que contienen poco oxígeno (hipoxia) o que simplemente no lo contienen (anoxia), en las que se eleva la mortalidad de las especies. Algunas tienden a migrar hacia otros lugares en las que se hacen menos disponibles para la pesca o más proclives a ser depredadas. Este sería el caso de la Tuna y el Marlin. Actualmente se considera que existen aproximadamente 400 zonas muertas marítimas en todo el mundo.
La afloración de algas por la sobrecarga de nutrientes que van al mar ha sido asociada con otros fenómenos negativos. Entre estos se encuentra su capacidad de radicalizar los episodios de la llamada marea roja, con la consecuente mortandad de peces y la posible intoxicación de personas.
Existe un enorme impacto del Antropoceno sobre el ecosistema marino. Esto tendrá graves consecuencias para la humanidad. Entre otras cosas porque la mitad del oxígeno respirable del planeta se genera en los mares.
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Es bueno recordar que los fenómenos comentados tienen su origen en la economía basada en el carbón y que, de acuerdo con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, apenas tenemos 10 años para cambiarla y evitar la catástrofe de la humanidad.
Economista.