Panamá
Necesidades parásitas
Toda otra necesidad que no sea del género vital es la creación de sociedades consumistas y globalizadas.
- Arnulfo Arias Olivares
- /
- [email protected]
- /
- - Actualizado: 24/8/2023 - 12:00 am
"Las únicas necesidades que pueden inequívocamente reclamar satisfacción son las vitales: alimento, vestido y habitación en la cultura que esté al alcance". Marcuse.
Pagamos a otros para que nos hagan sufrir: los medios y el drama; consumimos venenos de colores, azucarados que si no nos matan más temprano en esta vida, debilitan la vitalidad: el mercadeo de productos alimenticios, bebidas energéticas, etc; nos sometemos a dietas dolorosas que hacen flaquear la carne, porque la diluyen en su fortaleza, y el espíritu, porque en vez de hacernos más santos, tienden a endiosar la vanidad y la estética; conducimos carros que, sin ser mejores, representan mayor grado de consumo y preferencia, por retóricas y por campañas auspiciadas por la voraz industria automotriz; usamos joyas por relojes, no porque den mejor el tiempo, sino porque los luce tal o cual artista; somos los esclavos de las redes y videos cortos que, sin mejorar en nada nuestra condición, acaparan la atención como una droga dominante que fomenta los vacíos inertes y electrónicos de hombres, de mujeres y de niños; se nos quieren imponer agendas plásticas y artificiales que proclaman la existencia de algún género biológico no clasificado -todavía- en ninguna enciclopedia médica; se hace de la ofensa una verdad y de la verdad una ofensa.
En fin, las únicas necesidades reales de los hombres son, y han sido siempre, el alimento, el techo y el vestido; todo el resto es una artificiosidad del ser humano, como cuentas de un collar de perlas cultivadas que se venden por montones. Los promotores de necesidades falsas quedarían muy sorprendidos, y sin forma de ganar el pan, si los consumidores entendieran finalmente que no hay zapatilla alguna que los pueda hacer más deportistas; que no hay alimento, por lujoso y caro que sea, que no vaya a terminar donde termina todo lo que se consume, gracias a la maravillosa digestión que compartimos, por demás, con todo otro mamífero.
Toda otra necesidad que no sea del género vital, es la creación de sociedades consumistas y globalizadas. Difundir esa verdad fue la roca y fortaleza de Mahatma Gandhi, que logro romper la red de consumismo que empobrecía a su pueblo y hacía más rico al imperio de la Gran Bretaña.
Las necesidades que se tejen por los intereses de consumo y mercadeo, con intensión de que se masifiquen y se adopten por los cientos y los miles, se transmiten hoy por medio de los artificios de la sugestión masificada, y se alojan en las colectividades como un parásito que, desde adentro, termina consumiendo al huésped, para luego desecharlo y alojarse en otra víctima prometedora.
Así se pasan las necesidades falsas de generación a otra. Como bien decía Virgilio, las abejas hacen la miel, pero son otros los que la consumen; y esa es la triste realidad del consumismo masificado de hoy en día.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.