Panamá
No te gloríes
- Monseñor Rómulo Emiliani
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No solo de siglos atrás, sino a nivel contemporáneo. Todos los grandes hombres según el mundo, no importa su poder o fama se mueren.

No te gloríes de ti mismo. Nunca. Ten conciencia de quien eres. Mira de donde vienes. Quién te creó. Dios te hizo de la nada. Te dio vida en un tiempo y lugar. Escogió para ti tus padres y el lugar de tu nacimiento. Te hizo a su imagen y semejanza.
Te mantiene vivo. Estás en la palma de su mano. El aire que respiras, los alimentos que digieres, el sol que te ilumina, el movimiento de la tierra alrededor del sol, el equilibrio y armonia del universo, tu corazón que palpita y distribuye la sangre, todo depende de su mano divina. La inteligencia que tienes, el amor que transmites, la fuerza de voluntad que desarrollas, todo tiene un origen divino. Te toca a ti desarrollar todo eso.
Por lo tanto, no te gloríes de ti mismo; no digas a cada rato que tú has hecho esto y lo otro; que gracias a ti las cosas van mejor; que debemos reconocer y agradecer todo lo que haces porque sin ti nada estaría hecho. Te invito a que cuando tengas oportunidad asistas a la exhumación de un cadaver. Dependiendo de los años de descomposiciôn del cuerpo, así mismo te darás cuenta de nuestra total vulverabilidad, de una rreversible vuelta a la nada, de una real impotencia, de que nada somos sin Dios. Mira y repasa la historia.
No solo de siglos atrás, sino a nivel contemporaneo. Todos los grandes hombres según el mundo, no importa su poder o fama se mueren. Como cualquier persona su vida se acaba después de un tiempo, largo o corto según nuestras medidas terrenales. Pero que son menos que un grano de arena en el desierto, en comparación con la eternidad. Con un Dios que no tiene ni principio ni final.
No te gloríes de ti mismo. No tienes ningún poder inherente a tu ser para decir que estás vivo hoy por ti mismo. Claro que tenemos que cuidarnos en todos los aspectos, ser responsables del cuerpo que Dios nos dio, pero al final de cuentas quien decide si hoy vives o no es nuestro Señor.
Estamos en sus divinas manos. Por lo que debemos ser muy agradecidos con El y al mismo tiempo cultivar un sano temor de Dios. Vivimos en un tiempo en donde se le custiona a Dios inclusive el porqué a creado al ser humano hombre o mujer. O porqué hay que respertar la vida antes de nacer o la de los ancianos ya que hoy se ha aprobado en algunos países la ley de la eutanasia. No tentemos a Dios. No lo estemos retando. No nos burlemos de su sabiduría y su poder infinito. No juguemos a Dios, que somos simples criaturas.
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