Pierna negra y ántrax
Publicado 2001/10/23 23:00:00
A raíz de la alarma mundial relacionada con los casos de ántrax o carbunco (Bacillus anthracis) como arma biológica, ha surgido todo tipo de comentaristas (no necesariamente conocedores en materia de infectología comparada y que, incluso, en su vida han visto un caso de la temible dolencia que no es prevalente en nuestro medio), que la relacionan directamente con otra enfermedad animal endémica conocida por nuestros productores pecuarios como pierna negra (clostridium chauvoei). Se trata de dos afecciones del ganado totalmente distintas que no tienen absolutamente ninguna relación; una (ántrax) afecta también al hombre (zoonosis), mientras que la otra (pierna negra) sólo a los animales. Posiblemente la confusión se origine en el hecho de que la pierna negra tiene entre sus sinónimos el de carbúnculo sintomático, mientras que el ántrax también es conocido como carbúnculo verdadero.
Haciendo historia debemos recordar que la pierna negra, como entidad mórbida, fue citada por primera vez en 1782, en Francia, por Chabert que la diferenció clínicamente del carbúnculo verdadero o carbúnculo hemático como se conoce el ántrax. En aquel tiempo se sabía, por ejemplo, que el carbúnculo sintomático (pierna negra) no era contagioso para el hombre y que la carne de los animales enfermos era inocua para el ser humano y otros animales.
En 1856, Walbraff descubrió el cuadro sintomático de la enfermedad, que en líneas generales es el de nuestros días. Más tarde, en 1870-1875, Fcuce y Bollinger hicieron investigaciones microscópicas en material proveniente de animales enfermos, y descubrieron pequeños bacilos, diferenciando científicamente esta enfermedad del ántrax. Bollinger consiguió provocar la enfermedad en bovinos, ovinos y caprinos experimentalmente por medio de inoculación subcutánea de líquido seroso proveniente de tumefacciones. En el período de 1880-1885, Arloing, Corneving y Thomas estudiaron más a fondo la naturaleza de los bacilos encontrados por Bollinger, así como su biología, la sintomatología y la profilaxis de la enfermedad, de lo que resultó con el descubrimiento de una vacuna preventiva específica.
Parece ser que Roux, en 1887 fue el primero en cultivar el bacilo del carbúnculo sintomático (pierna negra). Luego, Kitasato, Hibler y Kit estudiaron los medios de cultivo, y Leclainche y Wallee la biología del germen y la preparación de la vacuna preventiva.
La pierna negra es una enfermedad aguda, infecciosa, causada por un germen anacrobio, esporulado, Gram positivo: Clostridium chouvoei, del mismo grupo del organismo que produce el tétano y del que produce el botulismo, entre otros. Es caracterizada por la inflamación de los músculos, por una toxemia grave y de gran mortalidad en el ganado; es decir, se trata de una gangrena de los herbívoros. La infección se adquiere por vía digestiva, ya que el microorganismo vive en el suelo (tierra). Sólo afecta a animales (herbívoros). Las toxinas que produce la bacteria provocan una miositis necrosante local (gangrena), que es el signo fundamental para el diagnóstico clínico, pues a la palpación de esas masas musculares se siente la crepitación a consecuencia de la acumulación de gases en las mismas. La evolución es rápida, y el animal muere plácidamente, en 12 a 36 horas. Algunos ejemplares sucumben sin siquiera haber revelado signos exteriores. El tratamiento con penicilina de los animales enfermos es lógico si no están moribundos, pero los resultados no siempre son satisfactorios debido a la naturaleza extensa de las lesiones. En los lugares (como Panamá) en donde la pierna negra es enzootica, la vacunación anual de todos los animales con edad comprendida entre 6 meses y 2 años debe establecerse como rutina. Estas líneas permiten aclarar al público acerca de esta innecesaria confusión que se crea cuando el deseo de protagonismo antecede a la consulta con los que en efecto manejamos el tema (
Haciendo historia debemos recordar que la pierna negra, como entidad mórbida, fue citada por primera vez en 1782, en Francia, por Chabert que la diferenció clínicamente del carbúnculo verdadero o carbúnculo hemático como se conoce el ántrax. En aquel tiempo se sabía, por ejemplo, que el carbúnculo sintomático (pierna negra) no era contagioso para el hombre y que la carne de los animales enfermos era inocua para el ser humano y otros animales.
En 1856, Walbraff descubrió el cuadro sintomático de la enfermedad, que en líneas generales es el de nuestros días. Más tarde, en 1870-1875, Fcuce y Bollinger hicieron investigaciones microscópicas en material proveniente de animales enfermos, y descubrieron pequeños bacilos, diferenciando científicamente esta enfermedad del ántrax. Bollinger consiguió provocar la enfermedad en bovinos, ovinos y caprinos experimentalmente por medio de inoculación subcutánea de líquido seroso proveniente de tumefacciones. En el período de 1880-1885, Arloing, Corneving y Thomas estudiaron más a fondo la naturaleza de los bacilos encontrados por Bollinger, así como su biología, la sintomatología y la profilaxis de la enfermedad, de lo que resultó con el descubrimiento de una vacuna preventiva específica.
Parece ser que Roux, en 1887 fue el primero en cultivar el bacilo del carbúnculo sintomático (pierna negra). Luego, Kitasato, Hibler y Kit estudiaron los medios de cultivo, y Leclainche y Wallee la biología del germen y la preparación de la vacuna preventiva.
La pierna negra es una enfermedad aguda, infecciosa, causada por un germen anacrobio, esporulado, Gram positivo: Clostridium chouvoei, del mismo grupo del organismo que produce el tétano y del que produce el botulismo, entre otros. Es caracterizada por la inflamación de los músculos, por una toxemia grave y de gran mortalidad en el ganado; es decir, se trata de una gangrena de los herbívoros. La infección se adquiere por vía digestiva, ya que el microorganismo vive en el suelo (tierra). Sólo afecta a animales (herbívoros). Las toxinas que produce la bacteria provocan una miositis necrosante local (gangrena), que es el signo fundamental para el diagnóstico clínico, pues a la palpación de esas masas musculares se siente la crepitación a consecuencia de la acumulación de gases en las mismas. La evolución es rápida, y el animal muere plácidamente, en 12 a 36 horas. Algunos ejemplares sucumben sin siquiera haber revelado signos exteriores. El tratamiento con penicilina de los animales enfermos es lógico si no están moribundos, pero los resultados no siempre son satisfactorios debido a la naturaleza extensa de las lesiones. En los lugares (como Panamá) en donde la pierna negra es enzootica, la vacunación anual de todos los animales con edad comprendida entre 6 meses y 2 años debe establecerse como rutina. Estas líneas permiten aclarar al público acerca de esta innecesaria confusión que se crea cuando el deseo de protagonismo antecede a la consulta con los que en efecto manejamos el tema (
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