Privatización, estatización o endeudamiento

La noticia de que el Gobierno realiza avalúos para determinar el valor actual de los paquetes accionarios que conservó en las empresas privatizadas, tiene varias interpretaciones. Una, sería que el Gobierno desea revaluar sus activos para aumentar su patrimonio en libros y obtener una mejor calificación crediticia; otra sería que se está preparando para re-comprar las acciones de los operadores privados -y con eso revertir la privatización- ; y la tercera indicaría que se prepara para vender su parte a un precio de mercado y completar el proceso de privatización. Estas posibilidades tienen consecuencias positivas y negativas.

Sabemos que el país tiene una enorme deuda pública -si bien ha disminuido como proporción al Producto Interno Bruto, ha aumentado en valores absolutos- y que cada punto de interés que se pueda ahorrar porque su calificación mejora, puede representar decenas o hasta cientos de millones de dólares. Revaluar para mejorar la calificación puede ser una medida saludable. Evaluar para re-comprar puede ser políticamente potable, pero que implicaría desembolsos y nuevos endeudamientos que no parecemos poder absorber -especialmente con la ampliación del Canal en ciernes- y se presentaría como una involución del modelo económico. Revaluar para vender el resto de las acciones podría hacer mucho sentido financiero, si se utilizara el producto de las ventas para saldar deudas y disminuir el costo financiero de servir esa deuda, pero no es el tipo de medidas que se esperan de un gobierno en etapa crepuscular y con muchas presiones de su ala populista.

No sabemos si alguna de esas hipótesis es la correcta o hay otra explicación, pero es importante que las autoridades nos informen qué quieren hacer con nuestras acciones antes de tomar una decisión definitiva.