Punto y aparte: la película
Publicado 2003/06/11 23:00:00
- Mariblanca Staff Wilson
Desde hace ya varias semanas, el Ministerio de Educación ha promovido que los y las estudiantes de colegios públicos y privados, asistan a ver la película titulada “Punto y Aparte”, cuyo contenido es, supuestamente, de educación sexual y como complemento al programa de derechos sexuales que se imparten en algunos centros educativos del país. Lo primero que hay que censurar es que si esta actividad forma parte de un programa educativo, el estudiantado que asiste tenga que pagar por ver dicha película. ¿Quién se estará beneficiando con este negocio?
Con relación a la película, cuyo autor y director es el cineasta mexicano Francisco (Paco) del Toro, la misma no es más que una revancha de quienes se sintieron ofendidos con la película “El Crimen del Padre Amaro”. La cinta forma parte de las actividades y responde a una concertación del Opus Dei y del Vaticano a escala continental que buscan penalizar el aborto; es una acción claramente identificada con las jerarquías católicas y los grupos provida.
¿Qué es lo que muestra la película? Entre otras cosas, la negativa intransigente al aborto, el cristianismo como única salvación y esperanza de vida, adolescentes sin cerebro, la Biblia como parte medular del guión, así como actuaciones y situaciones absurdas que nada tienen que ver con la realidad cotidiana. El tema está centrado en el aborto con un argumento tan trillado y masticado como cualquier telenovela: la niña rica, la niña pobre, el malo, el bueno, el castigo de Dios a quien se atreva a cometer el pecado del aborto; se muestran fragmentos de feto, sangre en las sábanas y un terrible remordimiento en quien lo cometió. El sexo y la palabra condón están prohibidos en la trama, y el tema de las medidas preventivas ni siquiera se aborda en la película. En resumidas cuentas, una película que sólo sirve de propaganda religiosa, con canciones cristianas a todo momento, que evidencian el fanatismo religioso de la cinta. Una película que se califica menos que mala y que como diría el filósofo español Miguel de Unamuno: “La religión ayuda a la gente a no pensar”. Si usted no es fanático/a, por favor, aléjese de “Punto y Aparte”, aunque amenacen con excomulgarle o quemarle en el mármol del infierno.
Con relación a la película, cuyo autor y director es el cineasta mexicano Francisco (Paco) del Toro, la misma no es más que una revancha de quienes se sintieron ofendidos con la película “El Crimen del Padre Amaro”. La cinta forma parte de las actividades y responde a una concertación del Opus Dei y del Vaticano a escala continental que buscan penalizar el aborto; es una acción claramente identificada con las jerarquías católicas y los grupos provida.
¿Qué es lo que muestra la película? Entre otras cosas, la negativa intransigente al aborto, el cristianismo como única salvación y esperanza de vida, adolescentes sin cerebro, la Biblia como parte medular del guión, así como actuaciones y situaciones absurdas que nada tienen que ver con la realidad cotidiana. El tema está centrado en el aborto con un argumento tan trillado y masticado como cualquier telenovela: la niña rica, la niña pobre, el malo, el bueno, el castigo de Dios a quien se atreva a cometer el pecado del aborto; se muestran fragmentos de feto, sangre en las sábanas y un terrible remordimiento en quien lo cometió. El sexo y la palabra condón están prohibidos en la trama, y el tema de las medidas preventivas ni siquiera se aborda en la película. En resumidas cuentas, una película que sólo sirve de propaganda religiosa, con canciones cristianas a todo momento, que evidencian el fanatismo religioso de la cinta. Una película que se califica menos que mala y que como diría el filósofo español Miguel de Unamuno: “La religión ayuda a la gente a no pensar”. Si usted no es fanático/a, por favor, aléjese de “Punto y Aparte”, aunque amenacen con excomulgarle o quemarle en el mármol del infierno.
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