Reflexiones sobre el 3 de Noviembre
- Rafael Montes
Ciertas reflexiones sobre la historia de héroes y villanos que nos han contado acerca de nuestra gesta patriótica producen en algunos descendientes de próceres cierto escozor. Para otros, Phillipe Bunau Varilla comparado con los líderes de la separación de Panamá de Colombia, es poco menos que un demonio. Todo indica que nuestros próceres pertenecían a la elite empresarial y comercial del Panamá colombiano, así como Phillipe pertenecía a la elite francesa; de allí, los intereses comerciales de todos privaron en la empresa independentista, unos que si bien es cierto arriesgaron hasta la vida, creían que el progreso económico de Panamá estaba ligado al Canal y el otro, quería recuperar su capital y el dinero de los inversionistas que habían apostado todo a la construcción del Canal por la Compañía del Canal Interoceánico.
Aquel cuento que nuestros héroes estaban enojados con el embustero Phillipe, porque negocio el tratado sin esperar la llegada de Amador, raya en la tontería. ¿Quiénes le dieron el cargo de Embajador Plenipotenciario con los poderes que conlleva? Lo que sí es cierto es que primó el interés que EE.UU. asegurara la separación, se firmara el tratado y diera inicio a la construcción del Canal, tres cosas y una amarrada con la otra. No podemos ignorar, que del trueque nacional nace la ausencia de soberanía y que fue un doloroso legado de nuestros próceres. La soberanía de un pueblo no se alcanza sin derramamiento de sangre, no obstante, el perfeccionamiento de ese acto patriótico inconcluso, lo tuvimos todos los panameños y representados en la sangre de nuestros mártires 61 años después con el 9 de enero de 1964.
Recordemos que la liquidación de la Compañía Universal se produce en febrero de 1889 y se interpone en 1891 una demanda por fraude y abuso de confianza contra Ferdinand, Charles de Lesseps y los administradores de la Compañía del Canal. El 9 de febrero de 1893, el Tribunal de Apelaciones de París condena a ambos Lesseps a 5 años de cárcel y a 3000 francos de multa. En 1893 un Tribunal de Casación anula el fallo de ese tribunal y deja en libertad a los condenados.
Al mismo tiempo se abría en la Audiencia de lo Criminal, otro proceso por corrupción de parlamentarios, entre los acusados estaban junto a los Lesseps, cinco diputados. Este tribunal condenó a Charles de Lesseps a 1 año de cárcel, sin embargo fue liberado al cabo de 6 meses de detención. Fue así que se creó en 1894 la Compañía Nueva del Canal de Panamá y fue así que aparece en escena Philippe, convirtiéndose en accionista de la Compañía Nueva.
Finalmente, tras la gesta independista, EE.UU compran a esta compañía en 1904, todos sus derechos sobre el canal por la friolera de 40 millones de dólares. Parece que no caló el supuesto disgusto de nuestros próceres porque Phillipe siguió representándonos en los asuntos del Canal hasta 1914. Regreso a Francia para pelear en la I Guerra Mundial donde perdió una pierna. Por ambas hazañas (la del canal y la guerra) es considerado como un gran héroe, no el villano que nos presentaron en la escuela. Para mi todos son héroes que no debemos olvidar, como lo son también las familias judías que financiaron la gesta como los Lindo, Brandon, Cardoze, Toledano, Piza, por solo mencionar algunos, lo que dice mucho de las implicaciones económicas del acto patriótico.
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