Sed global por agua pura
No somos tampoco un país agrícola.... vamos a sobrevivir o desfallecer en la medida que cuidemos nuestros productos naturales, nuestros bosques, nuestro verdor. Ese valor agregado no le podemos perder ni destruir y la calidad de nuestras aguas juega un papel preponderante en mantener nuestro estilo de vida en un mundo cada vez más incierto.
- Jaime Figueroa Navarro
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- - Publicado: 29/5/2021 - 12:00 am
El tema del agua en momentos que el cambio climático afecta la totalidad del globo, para Panamá debe ser de mayor preponderancia para la sobrevivencia de nuestro canal y la salud de nuestra población. Foto: Archivo.
Al honrarnos con su visita, Keith Schneider, el prestigioso periodista del diario The New York Times, durante el verano de 2015, portaba otro sombrero durante su pesquisa istmeña enfocando su visita sobre el tema del agua como editor de Circle of Blue, organización cuya misión es informar sobre las más cruciales decisiones mundiales sobre el agua, alimentos y energía en un clima inconstante. El Foro Económico Mundial nos rememora que "la capacidad global para responder a los riesgos de la seguridad del agua está en tela de duda".
La escasez de agua pura está quebrantando pueblos, economías y el medio ambiente, cada aspecto de la vida como le conocemos. ¿Y qué nos importa eso siendo Panamá uno de los cinco países más lluviosos del mundo? ¡Pues mucho!
En sus crónicas istmeñas, Schneider inicia su relato con una breve y generosa, muy personalizada reseña histórica (https:circleofblue.org/2015/world/tip-panama/), posteriormente adentrándose en los pormenores del proyecto de expansión y la administración del recurso hídrico del Canal de Panamá (https:circleofblue.org/2015/world/panamá-canal-expansion-will-big-effect-energy-water-grain-u-s-china/).
Rumiando las siete crónicas de Schneider, sobre el recurso hídrico de Panamá, llegamos a la conclusión sobre la vital importancia del suministro de agua no solo para la administración del Canal de Panamá sino para el consumo humano de las ascendentes urbes a lo largo y ancho del mismo.
Este va más allá de la misión de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), convirtiéndose en un tema de Estado donde el gobierno central provee a la ACP los recursos para la administración del agua. Con la creciente demanda y el aumento de tráfico por la vía interoceánica levemente mermado por la pandemia de la Covid-19, estamos en la constante búsqueda de soluciones que garanticen el abastecimiento sostenido del vital liquido a la población istmeña.
El inesperado recién cierre del canal de Suez por el escollo del portacontenedores de bandera panameña Ever Given el 23 de marzo sirve como arquetipo de la fragilidad de rutas alternas vitales como nuestro canal. Pero en nuestro caso, no se trata exclusivamente de su paralización, sino también la posibilidad de la contaminación de sus aguas y el meollo que ello causaría.
Nos parece sano, como actividad primordial, un plan maestro para la modernización del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN). Dentro del mismo, por la congruencia con sus objetivos, atarle la plena responsabilidad de la administración de aguas a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
Paralelo a los estudios para el diseño y construcción de un cuarto juego de esclusas que permita el tránsito al grupo de megabarcos a los cuales la expansión actual del Canal de Panamá les ha quedado pequeña, debiésemos también contemplar la mejor administración del producto hídrico de tal manera que permita su reutilización sin impactar el medioambiente, sobremanera al nivel del lago Gatún.
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De igual forma, implementar rígidos procedimientos y métodos para reforzar que las naves que transiten el canal no viertan desperdicios o materiales tóxicos en sus aguas. Aquellas naves que transiten el canal con material altamente delicado, deberían complementar su peaje con una prima adicional que cubra los gastos complementarios para la implementación de estas medidas en la totalidad de las naves.
En fin, el tema del agua no es solamente una prioridad local sino en momentos que el cambio climático afecta la totalidad del globo, para Panamá debe ser de mayor preponderancia para la sobrevivencia de nuestro canal y la salud de nuestra población.
Panamá es una economía de servicio. Como tal, no existe manufactura. No somos tampoco un país agrícola. De manera que vamos a sobrevivir o desfallecer en la medida que cuidemos nuestros productos naturales, nuestros bosques, nuestro verdor. Ese valor agregado no le podemos perder ni destruir y la calidad de nuestras aguas juega un papel preponderante en mantener nuestro estilo de vida en un mundo cada vez más incierto.
Líder empresarial.
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