Interacción.
¿Trabajo en grupo o en equipo?
El siglo XXI ha puesto de relieve un tipo de trabajo centrado en las interacciones de las personas. Esto se basa fundamentalmente en que, juntas, las personas
El siglo XXI ha puesto de relieve un tipo de trabajo centrado en las interacciones de las personas. Esto se basa fundamentalmente en que, juntas, las personas incrementan su potencial para tomar decisiones, resolver problemas o simplemente realizar un trabajo que requiere el aporte de todos y cada uno de los miembros del colectivo o grupo que asume el compromiso de realizarlo. En este caso, más que un equipo o un grupo, este tipo de organización y forma de trabajar en la que todos aprenden y asumen la responsabilidad por el proceso y sus resultados recibe el nombre de trabajo colaborativo. Sin embargo, y a pesar de la experiencia que tengo como formadora de formadores, no puedo referirme al trabajo en equipo como una experiencia 100% exitosa. Y es que a nadie le han enseñando a trabajar en equipo, los profesores solo les decimos a nuestros estudiantes: "Este trabajo lo van a desarrollar en grupo"… Ninguno asume el reto de enseñarles a los estudiantes cómo se hace, por eso los resultados son tan deficientes y apenas si se alcanzan los objetivos propuestos.
Esta competencia, la de trabajar en equipo, no se logra por el simple hecho de designar grupos y asignar tareas. Es lamentable que, incluso en la universidad, los estudiantes, en lugar de un trabajo colaborativo, en el que todos aportan porque asumen la seriedad del compromiso, lo que hacen es distribuir las partes del trabajo pretendiendo con eso que todos aportan al resultado final.
Con respecto al procedimiento de asignar personas a un grupo, es preciso comprender que esto pasa por alto la verdadera naturaleza de este tipo de metodología socializadora, aunque no siempre nos toque decidir con quiénes trabajar. La conformación de los grupos desde la cátedra no es garantía de que los estudiantes trabajarán bien colectivamente.
No hay que olvidar que este tipo de estrategia requiere que los estudiantes tengan claro, mínimamente, algunos aspectos: los objetivos del trabajo, incluyendo la dimensión en términos del tiempo para realizarlo; los criterios de evaluación que se utilizarán; que todo grupo de trabajo tiene una estructura y una organización; que la división del trabajo no significa la atomización de las actividades o tareas, puesto que eso no favorece la integración; y que se evaluarán los aportes individuales y se verificará el aprendizaje de la totalidad, entendiendo que la integración de aquellos permite la comprensión de la totalidad.
Es práctica corriente que solo el profesor evalúe el trabajo. Se desconoce la evaluación de los estudiantes, competencia de carácter transversal, pues puede aprenderse y utilizarse en cualquiera de las asignaturas del plan de estudios.
Además, desde la perspectiva de proceso la evaluación no debería centrarse exclusivamente en el producto final, de ahí la importancia de que se tenga presente que cualquier tipo de trabajo colectivo tiene etapas y que en cada una los productos parciales también ameritan valoración.
Ahora, la pregunta es ¿cómo se puede garantizar que todos cumplan con el rol que les corresponde? Toca descubrirlo.
Profesora universitaria.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.