Una víctima de abusos
Monseñor, soy una mujer desdichada. Nunca he sido feliz. Cuando niña fui primero abusada y luego violada en repetidas ocasiones por mi padrastro y por ...
Monseñor, soy una mujer desdichada. Nunca he sido feliz. Cuando niña fui primero abusada y luego violada en repetidas ocasiones por mi padrastro y por ...
- Rómulo Emiliani ([email protected])
- /
- - Publicado: 14/11/2015 - 12:00 am
Monseñor, soy una mujer desdichada. Nunca he sido feliz. Cuando niña fui primero abusada y luego violada en repetidas ocasiones por mi padrastro y por un tío. Eso empezó a ocurrir más o menos desde los 3 años de edad y pasó hasta los 10 años. Fui amenazada a muerte por el esposo de mi madre si decía algo. Crecí con miedo y con rabia.
Al principio recuerdo que no entendía lo que pasaba y luego poco a poco fui creyendo que eso era normal en las familias. En una conversación en la escuela con unas amiguitas, tres de ellas confesaron que les pasaba igual. Pero llegó un momento en que me fui rebelando a eso, en parte por el dolor físico que sentía cuando me usaban y además por el asco que tenía a ese señor y así también pasó lo mismo con mi tío.
Eran dos seres asquerosos tanto físicamente como moralmente. Mi padrastro le pegaba a mi mamá y venía algunas veces borracho abusar de ella. Yo me daba cuenta de eso. Le fui cogiendo una rabia a ese señor y todavía hoy la siento. Algunas veces nos dejaba sin comer porque mi madre no accedía a tener relaciones sexuales con él.
Era un tipo grosero y patán y creía que con regalos o invitándonos a comer a restaurantes, ya con eso todo se arreglaba. En ocasiones le traía a mi mamá ropa fina y a mí también.
Vivíamos bajo un régimen de terror con momentos de paz y de regalos que nos tranquilizaban por un rato. Hace mucho tiempo nos dejó y se fue a los Estados Unidos. Dicen que allá murió de un accidente. En cuanto a mi tío, murió asesinado por venganza del papá de una adolescente que tenía de empleada doméstica porque abusó de ella y la dejó embarazada. Yo he querido casarme, pero no creo en los hombres. Los odio.
Cruel historia la de su tío y su padrastro. Me duele mucho que eso le haya ocurrido. Los traumas que tiene le impiden apreciar que en la vida no todos los hombres son así. Le pido sométase a una terapia espiritual y psicológica y libérese de eso y otórguese el derecho de ver la vida de otra manera y de casarse con un hombre bueno, que los hay. Eso sí, sepa elegir con calma a la persona con quien quiera casarse. Como parte de la terapia es urgente que usted perdone a esos dos degenerados. Para eso debe comprender que esta gente que abusa de niños está realmente enferma.
Lamentable es una maligna epidemia que se da en todos los extractos sociales. Son personas generalmente abusadas también de niños, con complejos grandes que quieren vencer abusando de criaturas a las que pueden dominar psicológica y físicamente y tienen acumuladas tantas frustraciones que los hace agresivos buscando maltratar a los más vulnerables, generalmente niños y así vengarse de su pasado. Su sadismo los hace sentir placer haciendo sufrir a gente indefensa. Están afectados muchos de ellos por la pornografía, el alcoholismo y hasta de la droga. Son personas que en el fondo padecen de una cierta demencia que distorsiona la realidad viviendo de fantasías sexuales, afectados por todo su historial del pasado. No se dan cuenta de la trascendencia de sus malignos actos, viviendo una destructiva ignorancia espiritual.
Pero le pido que no viva usted aferrada al pasado. Fue víctima de una realidad triste y dolorosa, pero tiene que abrirse al presente y ver la vida de otra manera. Si ya fue víctima de personas sin escrúpulos, no sea ahora víctima de su propia amargura, recordando obsesivamente esos sucesos que ya quedaron atrás.
Hay que purificarse de esos recuerdos negativos, dejándolos en el pasado que ya está muerto. Esto es parecido a las víctimas de los campos de concentración nazis. Los horrores vividos allí tuvieron que ser asimilados y olvidados para poder sobrevivir emocionalmente. La clave es vivir el presente plenamente y preparar de lo mejor posible el futuro, recordando solamente del pasado para aprender y ayudar a otros.
Y repito, no todos los hombres son así. Hay gente buena, decente y honrada. El odio que siente proyectado a todos los hombres no es bueno. Le hace mucho daño a usted.
La vida continúa y usted tiene que abrirse a todo lo bueno, honorable, positivo y santo que Dios le da a través de personas, acontecimientos y diferentes realidades. Es urgente que usted busque una sanación profunda en las manos de Cristo Jesús, el médico del alma, quien la ama, la bendice y la protege y no se olvide, que ¡con Dios usted es invencible!
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.