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Bandas rivales siembran el terror en sectores de Arraiján
Milerick Alvendas (provincias.pa@epasa.com) - Publicado:
Sólo se le conoce con el apodo de “Camote”, quizás por su tez cuarteada por el sol, pero es un pandillero violento y cumplidor, como él mismo afirma.Con un léxico fluido, sólo pide una oportunidad de trabajo para demostrar que sí puede lograr un cambio en su vida.“Camote” pertenece a uno de los grupos pandilleriles, procedentes de los llamados “barrios calientes”, que tienen convertido a Arraiján en un territorio peligroso.Explicó que si abre la boca, causaría gran confusión entre sujetos, tanto adentro como afuera de las cárceles y por ese error pagaría con su vida.El director nacional de la Oficina de Desarrollo Seguro del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), Alberto Pitti, quien trabaja con algunos de estos jóvenes, menores de edad, señaló que integrantes de “bandas” o “pandillas” procedentes de la capital siembran ahora el terror en estas comunidades del Oeste.Lugares como Burunga, El Chorrillito, El Valle del Chumical y El Tecal, entre otros, son considerados como zona roja, debido a los elevados índices de criminalidad que existen en el sector.Pandillas como Bagdad, Evolution, Matar o Morir (MOM) o el conocido Pentágono de El Chorrillo mantienen nexos con sujetos en Arraiján, sembrando luto y dolor entre los deudos de los caídos.De acuerdo al funcionarios del MIDES, la gran mayoría de los crímenes y asaltos que se dan en Arraiján ocurren por la falta de una oportunidad de empleo, desintegración familiar o maltrato intrafamiliar.Dijo que con planes y proyectos concretos se intenta sacar a los muchachos de esta situación de ocio en la que se encuentran involucrados y genera en la formación de pandillas, integrada en ocasiones por amistades que le participan de comidas, alcohol y hasta drogas en muchos de los casos.Mencionó que hay situaciones en que matan a una persona; los amigos del difunto responden con fuego en son de venganza y así sucesivamente van cayendo uno de cadapandilla.Por su parte, José Luis Andrade, párroco de la iglesia San Francisco de Paula en La Chorrera, aboga por poner un alto a la influencia de los programas televisivos que presentan violencia a toda hora.César Batista, quien perdió a uno de sus sobrinos por la guerra de pandillas, culpa a la inseguridad y la falta de “mano fuerte” en la aplicación de justicia.Manolith Samaniego, alcalde de Arraiján, coincide en afirmar que grupos delictivos de la capital incursionan en Arraiján para cometer homicidios y otros actos delictivos.El subcomisionado Gustavo Chong Ho manifestó que muchas de las muertes se relacionan con ajustes de cuentas.Afirmó que todas estas víctimas en algún momento estuvieron en la cárcel por casos relacionados con droga, narcotráfico o lavado de dinero.Abogó por el reforzamiento de los programas en las escuelas y vecinos vigilantes.Aclaró que el problema es integral y llega única y exclusivamente a los sujetos que se involucran en actos delictivos y no al resto de la sociedad.