Detectan labores de arado y remoción de rocas dentro del Parque Nacional Volcán Barú
Se detectó entre los impactos observados se destacan: la remoción de cobertura vegetal y de suelo.
Denuncian presunta comisión de delitos ambientales. Foto: Cortesía.
Personal del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), detectó la presencia de un tractor y una retroexcavadora realizando labores de arado y remoción de rocas, impactando la cobertura vegetal en un área aproximada de 4 hectáreas, dentro del Parque Nacional Volcán Barú (PNVB).
Ante el hallazgo, el jefe del PNVB, Joseph Bonilla, en conjunto con unidades de la Policía Ambiental y los guardaparques, procedieron a ordenar el retiro inmediato de las maquinarias del área protegida y se procedió a presentar la denuncia ante la sede Subregional del Ministerio Público de Bugaba, por la presunta comisión de delitos ambientales.
Se detectó entre los impactos observados se destacan: la remoción de cobertura vegetal y de suelo, la disposición inadecuada de piedras y la alteración visible del paisaje natural, lo que ha afectado directamente la conservación de esta importante área protegida.
Este hecho denunciado por MiAmbiente, infringe el Decreto Nº 40 de 1976, por el cual, se creó el PNVB como área protegida, y prohíbe, terminantemente, cualquier tipo de ocupación, explotación, pastoreo, tala o quema dentro de sus límites. Las autoridades adelantan las investigaciones para determinar la responsabilidad penal y pedir la aplicación de la máxima sanción conforme a la legislación ambiental vigente a los responsables de este delito.
Cuarenta letreros informativos fueron instalados por el MiAmbiente, en una primera fase de intervención para advertir a la ciudadanía sobre la presencia de cocodrilos, en áreas con alta incidencia de avistamientos.
Los letreros fueron colocados para prevenir accidentes y promover una convivencia segura con la fauna silvestre. Se encuentran en puntos priorizados de las provincias de Colón, Panamá Este, Panamá Metro, Panamá Oeste y Coclé, donde se han registrado reportes frecuentes de estos reptiles cerca de zonas que eran sus hábitats y hoy son áreas residenciales, comerciales o turísticas, muy visitadas por la población.
Cada letrero advierte sobre la presencia de cocodrilos e incluye recomendaciones claras: no acercarse, no ingresar al agua y no alimentarlos. Alimentar a los cocodrilos, por ejemplo, es una práctica peligrosa que modifica su comportamiento y aumenta el riesgo de accidentes.
“El propósito principal es informar y educar para evitar incidentes. La prevención es clave en áreas donde compartimos espacio con especies silvestres”, afirmó Erick Núñez, jefe del departamento de Biodiversidad de MiAmbiente.
Prevención y cifrasLas autoridades recomiendan no ofrecer comida a los cocodrilos, mantener distancia, y vigilar a a las mascotas cerca de cuerpos de agua donde se ha confirmado su presencia.
En cuanto a cifras, los ataques confirmados a personas son muy pocos: se contabilizan cuatro casos en los últimos cinco años. Sin embargo, los reportes ciudadanos por avistamientos son frecuentes, especialmente en sectores de la ciudad capital que por mucho tiempo fueron el hábitat natural de esta especie, tales como: Tocumen, Don Bosco, Boca La Caja, Paitilla, Amador, Clayton y Albrook.