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Tradición antonera que nació en 1967
Elsa González - Publicado:
POR LAS calles de Antón sólo se escucha hablar de los eventos folclóricos con danza de toritos guapos y danza de diablos que este año ofrece el Festival de Toro Guapo.La festividad culmina el domingo con un desfile de carretas y delegaciones y con el encuentro de dos toros guapos, tal como lo señala la tradición antonera.El jueves pasado fue dedicado a los niños con concurso de oratorias y presentaciones folclóricas infantiles, mientras que ayer el evento arrancó con repique de campanas, danza de diablos limpios y una interesante exhibición de encuentro de toros guapos, que son la atracción de esta fiesta.Leonela Esther Márquez Marín, es la soberana y reina del festival en su versión XXXVI.La representante de esta fiesta fue coronada anoche, en medio de eventos netamente folclóricos, ya que se prohibió mediante decreto alcaldicio cualquier actividad de discoteca.Ayer se realizó en horas del medio día, el repique de campanas seguido de un acto especial donde los sacerdotes dieron la bendición a los diablos limpios de espejo que luego danzaron alrededor del parque.Luego se efectuó una misa típica, y se inauguró las exposiciones típicas y de artesanías.La cantidad de público pudo apreciar un evento de tambor de orden en las cuatro equinas del parque.El evento también se caracterizó por el despliegue de fuegos artificiales y el escenario netamente folclórico adornado con toros, pilones, plantas tejas motetes y la fachada de la iglesia de Antón.Por su parte, la reina del festival dijo sentirse muy orgullosa porque desde muy niña practica las danzas de la región y ha pertenecido a conjuntos folclóricosEl Festival del Toro Guapo es una tradición panameña que nació en 1967 con la intención de dar a conocer costumbres y rasgos folclóricos de la región antonera y sobre todo un intercambio con otras provincias.En este distrito, lo regional es de gran importancia, asegura Flora Moreno, presidenta del Comité organizador de este año, porque es el momento de mostrarle a los visitantes las costumbres.