Cuidado con los golpes de calor en verano

El golpe de calor es una condición médica grave que ocurre cuando el cuerpo se sobrecalienta de manera crítica, impidiendo que se regule su temperatura. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se trata de una emergencia que puede poner en riesgo la vida si no se trata de inmediato (OMS, 2021).

El golpe de calor requiere tratamiento de urgencia. "El golpe de calor sin tratar puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos. El daño empeora cuanto más se retrasa el tratamiento, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves o la muerte", comentaron a Panamá América, voceros de Mayo Clinic.

Los factores de riesgo no se limitan a la exposición ambiental, también influyen aspectos como la falta de aclimatación a ambientes calurosos, la ingesta insuficiente de líquidos y la vestimenta inapropiada. Es fundamental adoptar medidas preventivas para evitar que la situación se convierta en una crisis. Entre las recomendaciones más importantes se encuentran:

- Hidratación constante: beber agua regularmente, incluso si no se siente sed, para mantener el equilibrio hídrico del cuerpo.

- Ropa adecuada: vestir ropa ligera y de colores claros que permita la transpiración y evite el sobrecalentamiento.

- Evitar horas pico: reducir la exposición al sol entre las 11 a.m. y las 3:00 p.m., cuando las temperaturas son más elevadas.

- Descansos frecuentes: durante actividades físicas, es esencial tomar descansos en zonas sombreadas o con aire acondicionado.

- Educación y conciencia: informar a familiares y comunidades sobre los síntomas del golpe de calor, como mareos, náuseas, dolor de cabeza y confusión, para poder actuar de inmediato.

En una entrevista para El País, el especialista en medicina preventiva, el Dr. Jorge Mendoza, enfatizó: "La prevención es la clave. Con simples cambios en nuestros hábitos y una mayor conciencia sobre los riesgos, podemos reducir significativamente la incidencia de golpes de calor, especialmente en los grupos más vulnerables".

Adoptar estas medidas preventivas no solo es vital para evitar complicaciones, sino también para asegurar que cada persona disfrute de los días calurosos de forma segura y saludable. En un mundo donde las olas de calor se vuelven cada vez más frecuentes, la información y la acción preventiva son nuestras mejores aliadas.