Igor Yebra: Renaceremos de esta crisis
Igor Yebra se ha adaptado a 'vivir el día a día' y asegura que 'de estas crisis uno renace, resurge de otra manera'.
Igor Yebra. Insta a 'actuar, remar, trabajar... para salir de la crisis'. EFE
Esa facilidad que tiene el ser humano para adaptarse a casi todo es a la que ha tenido que recurrir la mayoría, a raíz del coronavirus que no da respiro en todo el orbe. El caso del ballet no es la excepción. De allí que el bailarín, coreógrafo y docente español Igor Yebra afirma que: "De estas crisis uno renace, resurge de otra manera".
Cambiar el espacioso escenario por la sala de casa no es nada fácil para los bailarines por lo que, en tiempos en que salir no es una opción, lo que resta para las figuras del ballet es "vivir el día a día" y esperar a que la tormenta pase.
Según expresó Igor Yebra, nacido en Bilbao en 1974, la pandemia de la enfermedad del COVID-19 implica, para él y los integrantes de la compañía que dirige, el Ballet Nacional del Sodre (BNS) uruguayo, "una gran pérdida" y un nuevo desafío.
Así le dijo a EFE desde su domicilio en Montevideo.
Luego de que fue necesario suspender su primera producción de 2020, "Un tranvía llamado deseo", por la declaración de emergencia sanitaria en Uruguay el 13 de marzo, optó por trabajar con sus bailarines por videoconferencia en clases de mantenimiento. Sin embargo, para el bilbaíno es "una utopía" pensar que la danza no sufre con el confinamiento.
"Un bailarín, y más un bailarín de danza clásica, necesita un espacio y ciertas condiciones. No es como un músico que en su casa, molestando a los vecinos, puede seguir trabajando (...) Para nosotros es una gran pérdida porque tampoco son unas vacaciones; en las vacaciones, los bailarines quieras o no están en movimiento", dice.
Un desafío másPero, consciente de que la situación generada por el virus afecta a todos, sean directores de algo o "cabezas de familia", admite que este es otro desafío más en la continua "montaña rusa" de su carrera.
"Mi trabajo es desafiante siempre en el lugar que me ocupa. Es un desafío continuo desde el primer día que llegué aquí, empezando por el gran desafío que era venir a ocupar el lugar de (el argentino) Julio Bocca, de quien nadie se olvida, a todo lo demás con la despedida de (la bailarina) María Noel Riccetto, otro símbolo para la compañía", afirma.
"(La pandemia) es otro más, la única diferencia es que cuando te viene una cosa así, un desafío de esta manera que nadie se lo esperaba y ocurre para todo el mundo, lo único que queda es poner la mejor cara posible e intentar mantenernos a flote", recalca.
Evitar el naufragioRespecto de su visión del panorama global, Yebra, que debutó en el Ballet de Víctor Ullate en 1988 y ha actuado en espectáculos de compañías de los cinco continentes, afirma que lo primordial es la resiliencia.
Él considera que es de rigor "actuar, remar, trabajar y hacer todo lo posible" para salir de la crisis.
"Esto es como un barco. Cuando parece que va a naufragar lo que tiene que hacerse en todo el mundo es remangar y ponerse a trabajar, dejarse de reflexiones, de pensamientos y sobre todo de quejas", opina.