Adiós a la "verraquera"
Publicado 2006/12/17 00:00:00
- Yelena Rodríguez
Gracias a una vacuna los cerdos podrán conservar sus joyas (testículos) hasta el final.
EN ESTA temporada en que nos encanta degustar la carne de cerdo no hay peor cosa que comer la de uno que estaba "verraco". La "verraquera" no es más que el mal sabor y olor que se produce cuando el cerdo, que no ha sido capado o castrado, genera altos niveles de una hormona llamada undrosterona, encargada de desarrollar la madurez sexual en un porcino destinado a la producción o consumo humano.
Para evitar esta circunstancia es que por siglos se realiza un acto criticado por muchos, la castración del animal, pero esta actividad puede llegar a su fin en Panamá, donde se sacrifican más de 30 mil cerdos mensualmente, ya que se ha desarrollado una vacuna que inhibe la producción de esta hormona y aumenta el rendimiento del animal.
Esta vacuna, que ya se comercializa en Brasil, México y Chile, fue desarrollada por los laboratorios Pfizer.
Carlos Vargas, médico veterinario y gerente para la distribución de productos para porcinos de Pfizer, explicó que con esta vacuna se le puede decir adiós a la castración, ya que posee un componente análogo sintético de la hormona GnRF, unido a una proteína, que al ser aplicada en los cerdos que tienen 19 semanas, se estimula la generación de anticuerpos, bloqueando la producción de la hormona que produce la "verraquera".
"El resultado es que el cerdo podrá conservar los testículos y la carne, una vez sea sacrificado y no tendrá el mal olor o sabor", recalcó.
Esta vacuna, que por ahora se denomina Improvac, también estimulará los testículos del cerdo para que produzcan los suficientes esteroides, vitales para que logre desarrollarse mejor y se incremente su productividad.
En otras palabras, explicó Vargas, el cerdo se desarrollará más, su carne tendrá menos grasa y será más limpia.
Por ahora el uso de la vacuna en Panamá, al igual que en Honduras y Ecuador, se encuentra en fase de registro sanitario. Sin embargo, ya tiene la aprobación para ser utilizada en Costa Rica y Nicaragua.
¿Y qué piensan nuestros productores? Rogelio Domínguez, de la Asociación Nacional de Porcicultores (ANAPOR), explicó que esta vacuna beneficia significativamente a aquellos productores que se dedican a la crianza de cerdos en gran volumen.
Recalcó que es cierto que la castración retrasa el proceso de crecimiento y desarrollo de los cerdos, por lo que con la vacuna se pueden percibir grandes beneficios. Sin embargo, explicó que es necesario que los productores tengan un buen control en sus fincas.
Estudios preliminares en Suiza han demostrado que la vacuna tiene gran efectividad en la inhibición del crecimiento testicular de los verracos jóvenes y consecuentemente del olor sexual.
A este procedimiento también se le conoce como inmunocastración.
En Holanda, donde practican esta técnica, durante el último año han notado un ahorro de 175 millones de dólares, es decir 15 dólares por porcino, ya que el cerdo se enferma en menor medida y tiene mayor bienestar.
Antonio Velarde, experto en este tema, explicó, recientemente en un Congreso de Porcicultores realizado en España, las ventajas de la técnica de inmunocastración frente a otras actuales como la castración quirúrgica.
Recalcó que esta técnica compagina dos importantes demandas del consumidor: ausencia en la carne de olor
sabor originados por la presencia de hormonas sexuales y evitar el sufrimiento de los animales.
"La gran ventaja de la inmunocastración es que se puede aplicar una inyección tardía (cinco semanas antes de ir a matadero), con lo cual se mantiene las ventajas del macho entero (mejor eficiencia alimentaria y menor contenido graso) durante un tiempo más prolongado", explicó.
Desde los tiempos más antiguos, para evitar la presencia de olor sexual en carnes de cerdo, se ha utilizado un sistema de castración quirúrgico con el consecuente efecto estresante para los animales.
La castración o eliminación de los testículos se practica en los cerdos que no se necesitan para la reproducción. Sin embargo, si el vaso sanguíneo del testículo se corta de un sólo tejo o de un tirón se produce hemorragia. La hemorragia disminuye raspando el vaso sanguíneo, previamente retorcido, con un bisturí o cuchillo hasta que se corta. Por ello es que esta actividad es criticada por los defensores de los animales.
No obstante, los productores indican que hay que castrar a los animales porque castrados son más tranquilos y fáciles de manejar.
Según la tradición, los lechones deben castrarse a las 2-3 semanas.
Pfizer es una compañía biomédica cuyo afán es ofrecer cada día nuevos y mejores medicamentos de prescripción y autoprescripción para el cuidado de la salud humana y en el área de la salud animal. La principal característica de Pfizer es su grado de compromiso con la innovación y la investigación, lo que la ha convertido en una de las compañías más destacadas del mundo en esta faceta.
Para evitar esta circunstancia es que por siglos se realiza un acto criticado por muchos, la castración del animal, pero esta actividad puede llegar a su fin en Panamá, donde se sacrifican más de 30 mil cerdos mensualmente, ya que se ha desarrollado una vacuna que inhibe la producción de esta hormona y aumenta el rendimiento del animal.
Esta vacuna, que ya se comercializa en Brasil, México y Chile, fue desarrollada por los laboratorios Pfizer.
Carlos Vargas, médico veterinario y gerente para la distribución de productos para porcinos de Pfizer, explicó que con esta vacuna se le puede decir adiós a la castración, ya que posee un componente análogo sintético de la hormona GnRF, unido a una proteína, que al ser aplicada en los cerdos que tienen 19 semanas, se estimula la generación de anticuerpos, bloqueando la producción de la hormona que produce la "verraquera".
"El resultado es que el cerdo podrá conservar los testículos y la carne, una vez sea sacrificado y no tendrá el mal olor o sabor", recalcó.
Esta vacuna, que por ahora se denomina Improvac, también estimulará los testículos del cerdo para que produzcan los suficientes esteroides, vitales para que logre desarrollarse mejor y se incremente su productividad.
En otras palabras, explicó Vargas, el cerdo se desarrollará más, su carne tendrá menos grasa y será más limpia.
Por ahora el uso de la vacuna en Panamá, al igual que en Honduras y Ecuador, se encuentra en fase de registro sanitario. Sin embargo, ya tiene la aprobación para ser utilizada en Costa Rica y Nicaragua.
¿Y qué piensan nuestros productores? Rogelio Domínguez, de la Asociación Nacional de Porcicultores (ANAPOR), explicó que esta vacuna beneficia significativamente a aquellos productores que se dedican a la crianza de cerdos en gran volumen.
Recalcó que es cierto que la castración retrasa el proceso de crecimiento y desarrollo de los cerdos, por lo que con la vacuna se pueden percibir grandes beneficios. Sin embargo, explicó que es necesario que los productores tengan un buen control en sus fincas.
Estudios preliminares en Suiza han demostrado que la vacuna tiene gran efectividad en la inhibición del crecimiento testicular de los verracos jóvenes y consecuentemente del olor sexual.
A este procedimiento también se le conoce como inmunocastración.
En Holanda, donde practican esta técnica, durante el último año han notado un ahorro de 175 millones de dólares, es decir 15 dólares por porcino, ya que el cerdo se enferma en menor medida y tiene mayor bienestar.
Antonio Velarde, experto en este tema, explicó, recientemente en un Congreso de Porcicultores realizado en España, las ventajas de la técnica de inmunocastración frente a otras actuales como la castración quirúrgica.
Recalcó que esta técnica compagina dos importantes demandas del consumidor: ausencia en la carne de olor
sabor originados por la presencia de hormonas sexuales y evitar el sufrimiento de los animales.
"La gran ventaja de la inmunocastración es que se puede aplicar una inyección tardía (cinco semanas antes de ir a matadero), con lo cual se mantiene las ventajas del macho entero (mejor eficiencia alimentaria y menor contenido graso) durante un tiempo más prolongado", explicó.
Desde los tiempos más antiguos, para evitar la presencia de olor sexual en carnes de cerdo, se ha utilizado un sistema de castración quirúrgico con el consecuente efecto estresante para los animales.
La castración o eliminación de los testículos se practica en los cerdos que no se necesitan para la reproducción. Sin embargo, si el vaso sanguíneo del testículo se corta de un sólo tejo o de un tirón se produce hemorragia. La hemorragia disminuye raspando el vaso sanguíneo, previamente retorcido, con un bisturí o cuchillo hasta que se corta. Por ello es que esta actividad es criticada por los defensores de los animales.
No obstante, los productores indican que hay que castrar a los animales porque castrados son más tranquilos y fáciles de manejar.
Según la tradición, los lechones deben castrarse a las 2-3 semanas.
Pfizer es una compañía biomédica cuyo afán es ofrecer cada día nuevos y mejores medicamentos de prescripción y autoprescripción para el cuidado de la salud humana y en el área de la salud animal. La principal característica de Pfizer es su grado de compromiso con la innovación y la investigación, lo que la ha convertido en una de las compañías más destacadas del mundo en esta faceta.
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