El plástico revolucionó el Siglo XX
Publicado 2007/05/23 23:00:00
- Gatemala
Este año se cumple un siglo del desarrollo de la baquelita, la primera sustancia plástica. La exposición incluye productos de varias épocas, desde relojes clásicos hasta vehículos futuristas.
LA BAQUELITA, la primera sustancia plástica sintética inventada, cumple este año cien años desde su creación en 1907, fecha que marcó el inicio de la revolución del plástico del siglo XX y que ahora el Museo de la Ciencia de Londres ha decidido homenajear con una exposición.
"Plasticidad: 100 años haciendo plásticos" es el título de una muestra que, hasta enero de 2009, explica la historia de cómo estos materiales sintéticos han cambiado el mundo.
Desde los primeros usos de la baquelita, inventada por el belga Leo Baekeland, la exposición traza una panorámica del primer siglo del plástico y presenta algunas de las utilidades más prácticas e ingeniosas de materiales como el politeno, el PVC, el nailon o el poliéster en el mundo de la moda, el hogar, el diseño o el transporte.
Inaugurada por el nieto del inventor de la baquelita, Hugh Karraker, la muestra acoge desde diseños clásicos realizados con los primeros materiales del siglo, como radios, relojes Art Decó o ceniceros; hasta un vehículo futurista Toyota i-Unit, mostrado por primera vez en el Reino Unido y realizado íntegramente con materiales biodegradables.
Asimismo, los visitantes podrán ver una maqueta de 1960 de lo que se consideraba la casa finlandesa del futuro, elaborada con plástico e inspirada en la nave espacial Apolo, así como las últimas aplicaciones de los materiales sintéticos, como sangre hecha de plástico o un equipo de esquí ligero y resistente a los golpes.
El descubrimiento de la baquelita también ocupa un espacio importante de la nueva muestra, que explica cómo Baekeland y el científico británico James Swinburne trabajaron simultáneamente pero sin conocerse en el nuevo material y cómo el belga se adelantó al inglés y patentó el invento sólo 24 horas antes.
La revolución del plástico ha permitido satisfacer una gran parte de las necesidades de la vida cotidiana que en siglos anteriores no se podían alcanzar, pero no es oro todo lo que reluce.
En cien años, la contaminación de desechos plásticos y las fibras sintéticas ha llegado a tal punto que ni siquiera los océanos o las playas más remotas del planeta están a salvo de sus estragos, cuando se producen al año 230 millones de toneladas de productos plásticos.
Con la mirada puesta en el futuro, "Plasticidad" aborda también los efectos negativos medioambientales relacionados con los plásticos y algunas de las vías para que estos materiales puedan tomar un camino más sostenible en vista de la escasez de los recursos naturales.
No sólo se siguen produciendo los plásticos con materiales no renovables, sino que más del 90 por ciento de ellos nos se reciclan.
En el Reino Unido, por ejemplo, las familias reciclan sólo 29 de las 373 botellas de plástico que consumen al año.
"Los plásticos permitieron una revolución del consumo con producción masiva a bajo precio", afirma la comisaria de la exposición, Susan Mossman.
"En un momento en el que nos hemos vuelto dependientes de los plásticos para una gran variedad de productos -añade Mossman- la exposición permite al visitante considerar los cambios necesarios en la producción, reutilización y reciclaje de los plásticos para poder seguir disfrutando de ellos en un futuro".
La primera parte de la producción de plásticos consiste en la elaboración de polímeros en la industria química. Hoy en día la recuperación de plásticos post-consumidor es esencial también. Parte de los plásticos terminados por la industria se usan directamente en forma de grano o resina. Más frecuentemente, se utilizan varias formas de moldeo (por inyección, compresión, rotación, inflación, etc.) o la extrusión de perfiles o hilos.
Es fácil percibir cómo los desechos plásticos, por ejemplo de envases de líquidos como el aceite de cocina, no son susceptibles de asimilarse de nuevo en la naturaleza, porque su material tarda aproximadamente unos 500 años en degradarse.
Ante esta realidad, se ha establecido el reciclaje de tales productos de plástico, que ha consistido básicamente en colectarlos, limpiarlos, seleccionarlos por tipo de material y fundirlos de nuevo para usarlos como materia prima adicional, alternativa o sustituta para el moldeado de otros productos.
De esta forma la humanidad ha encontrado una forma adecuada para evitar la contaminación de productos que por su composición, materiales o componentes, no son fáciles de desechar de forma convencional.
El plástico es una sustancia muy importante para el desarrollo de la industria ya que su material sintético o natural que contiene como ingredientes esenciales sustancias orgánicas de elevada masa molecular llamada polímero.
Un material candidato a sustituir al petróleo es el cáñamo, utilizable para todos los usos petroquímicos, pero que además es 100% biodegradable y altamente reciclable.
"Plasticidad: 100 años haciendo plásticos" es el título de una muestra que, hasta enero de 2009, explica la historia de cómo estos materiales sintéticos han cambiado el mundo.
Desde los primeros usos de la baquelita, inventada por el belga Leo Baekeland, la exposición traza una panorámica del primer siglo del plástico y presenta algunas de las utilidades más prácticas e ingeniosas de materiales como el politeno, el PVC, el nailon o el poliéster en el mundo de la moda, el hogar, el diseño o el transporte.
Inaugurada por el nieto del inventor de la baquelita, Hugh Karraker, la muestra acoge desde diseños clásicos realizados con los primeros materiales del siglo, como radios, relojes Art Decó o ceniceros; hasta un vehículo futurista Toyota i-Unit, mostrado por primera vez en el Reino Unido y realizado íntegramente con materiales biodegradables.
Asimismo, los visitantes podrán ver una maqueta de 1960 de lo que se consideraba la casa finlandesa del futuro, elaborada con plástico e inspirada en la nave espacial Apolo, así como las últimas aplicaciones de los materiales sintéticos, como sangre hecha de plástico o un equipo de esquí ligero y resistente a los golpes.
El descubrimiento de la baquelita también ocupa un espacio importante de la nueva muestra, que explica cómo Baekeland y el científico británico James Swinburne trabajaron simultáneamente pero sin conocerse en el nuevo material y cómo el belga se adelantó al inglés y patentó el invento sólo 24 horas antes.
La revolución del plástico ha permitido satisfacer una gran parte de las necesidades de la vida cotidiana que en siglos anteriores no se podían alcanzar, pero no es oro todo lo que reluce.
En cien años, la contaminación de desechos plásticos y las fibras sintéticas ha llegado a tal punto que ni siquiera los océanos o las playas más remotas del planeta están a salvo de sus estragos, cuando se producen al año 230 millones de toneladas de productos plásticos.
Con la mirada puesta en el futuro, "Plasticidad" aborda también los efectos negativos medioambientales relacionados con los plásticos y algunas de las vías para que estos materiales puedan tomar un camino más sostenible en vista de la escasez de los recursos naturales.
No sólo se siguen produciendo los plásticos con materiales no renovables, sino que más del 90 por ciento de ellos nos se reciclan.
En el Reino Unido, por ejemplo, las familias reciclan sólo 29 de las 373 botellas de plástico que consumen al año.
"Los plásticos permitieron una revolución del consumo con producción masiva a bajo precio", afirma la comisaria de la exposición, Susan Mossman.
"En un momento en el que nos hemos vuelto dependientes de los plásticos para una gran variedad de productos -añade Mossman- la exposición permite al visitante considerar los cambios necesarios en la producción, reutilización y reciclaje de los plásticos para poder seguir disfrutando de ellos en un futuro".
La primera parte de la producción de plásticos consiste en la elaboración de polímeros en la industria química. Hoy en día la recuperación de plásticos post-consumidor es esencial también. Parte de los plásticos terminados por la industria se usan directamente en forma de grano o resina. Más frecuentemente, se utilizan varias formas de moldeo (por inyección, compresión, rotación, inflación, etc.) o la extrusión de perfiles o hilos.
Es fácil percibir cómo los desechos plásticos, por ejemplo de envases de líquidos como el aceite de cocina, no son susceptibles de asimilarse de nuevo en la naturaleza, porque su material tarda aproximadamente unos 500 años en degradarse.
Ante esta realidad, se ha establecido el reciclaje de tales productos de plástico, que ha consistido básicamente en colectarlos, limpiarlos, seleccionarlos por tipo de material y fundirlos de nuevo para usarlos como materia prima adicional, alternativa o sustituta para el moldeado de otros productos.
De esta forma la humanidad ha encontrado una forma adecuada para evitar la contaminación de productos que por su composición, materiales o componentes, no son fáciles de desechar de forma convencional.
El plástico es una sustancia muy importante para el desarrollo de la industria ya que su material sintético o natural que contiene como ingredientes esenciales sustancias orgánicas de elevada masa molecular llamada polímero.
Un material candidato a sustituir al petróleo es el cáñamo, utilizable para todos los usos petroquímicos, pero que además es 100% biodegradable y altamente reciclable.
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