Informe advierte que ciberdelincuentes aprovechan cuentas robadas de empleados para entrar a las empresas
Cada vez más empresas están siendo blanco de grupos que venden accesos ilegales a redes corporativas.
Las credenciales se filtraron sin que nadie lo notara a tiempo. Foto: Pexels
El uso de credenciales comprometidas creció significativamente el último año y se consolida como uno de los métodos recurrentes de los ciberdelincuentes para iniciar ataques.
De acuerdo con el reciente informe de análisis de Respuesta a Incidentes de Kaspersky este método estuvo presente en el 31,4 % de los ataques registrados durante 2024. A pesar de este preocupante aumento, los ciberatacantes siguen aprovechando principalmente sistemas mal protegidos que están abiertos a internet, como páginas web o plataformas en la nube mal configuradas. Este tipo de accesos representó el 39,2 % de los casos analizados, manteniéndose como la vía más común para iniciar un ataque.
El informe se basa en los incidentes atendidos por el equipo de expertos de Kaspersky a lo largo de 2024, a partir de datos aportados por empresas que solicitaron asistencia en la respuesta a ciberataques. Además de identificar los principales vectores de entrada, el análisis destaca las tendencias de amenazas que afectan a diferentes sectores y regiones, y ofrece herramientas clave para que las organizaciones fortalezcan sus medidas de seguridad y desarrollen planes de respuesta más efectivos.
Entre los hallazgos más relevantes del informe se encuentra el aumento en el uso de cuentas robadas como punto de entrada a las redes empresariales. Esto representa un aumento importante frente al año anterior y muestra que cada vez más empresas están siendo blanco de grupos que venden accesos ilegales a redes corporativas. Estos grupos, conocidos como brokers de acceso inicial, obtienen credenciales comprometidas —como nombres de usuario y contraseñas— y las venden en la darknet para que otros delincuentes las usen en ataques posteriores. Esta práctica es especialmente preocupante porque alimenta el modelo de "Ransomware como Servicio", en el que diferentes actores colaboran para hacer los ataques más rápidos, eficaces y difíciles de detener.
Los datos también muestran que, en muchos casos, las víctimas ya habían sido comprometidas antes, y sus credenciales se filtraron sin que nadie lo notara a tiempo.
Además, los atacantes están aprovechando cada vez más las relaciones de confianza dentro de las empresas, como correos o conexiones entre empleados, lo que representó el 12,8 % de los ataques. Por su parte, el phishing (correos o mensajes falsos que buscan engañar al usuario) sigue siendo una amenaza común, presente en casi uno de cada diez casos (9,8 %).
Más allá de las cifras, estos hallazgos son una oportunidad para que las organizaciones revisen sus estrategias y refuercen sus puntos débiles. Entender por dónde están entrando los atacantes es el primer paso para mejorar los protocolos de seguridad, optimizar la respuesta ante incidentes y construir una cultura digital más preparada frente a las amenazas actuales.
“Las ciberamenazas no solo están creciendo en volumen, sino también en sofisticación. Los atacantes ya no dependen exclusivamente de vulnerabilidades técnicas: ahora se enfocan en explotar fallos humanos, credenciales filtradas y relaciones de confianza dentro de las organizaciones. Esta evolución exige mucho más que soluciones reactivas; requiere un enfoque integral que combine tecnología, monitoreo constante y una cultura organizacional preparada para detectar y responder rápidamente a incidentes. Solo así las empresas podrán mantenerse un paso adelante frente a un entorno de amenazas cada vez más complejo y dinámico”, asegura Eduardo Chavarro director del Grupo de Respuesta a Incidentes y forense digital para Américas en Kaspersky.
Para proteger a las empresas de posibles amenazas, los expertos de Kaspersky recomiendan usar contraseñas seguras y activar la verificación en dos pasos, cerrar las puertas innecesarias a tu red, mantener siempre actualizados tus sistemas y programas, capacitar a tus empleados en seguridad digital y recurrir a servicios de detección y respuesta especializada.