"Quipus" de los incas se usaron hasta el siglo XX
Publicado 2005/12/09 00:00:00
- MÉXICO
Los "quipus" fueron sometidos a un proceso de limpieza y conservación que permitió recuperar los colores originales.
LAS cuerdas con nudos que utilizaron los incas para llevar su contabilidad, llamadas "quipus", se utilizaron hasta el siglo XX en la sierra de Lima para registrar hechos históricos, reveló el antropólogo estadounidense Frank Salomon.
En el Imperio Incaico, del siglo XIII al XVI, los "quipus" eran utilizados en las dependencias administrativas para llevar la contabilidad en los almacenes mediante un complicado sistema decimal y de jerarquía de cordeles.
Los "quipus" eran cuerdas de algodón que presentaban nudos como signo de sus registros y en algunos casos tenían diferentes colores.
Salomon reveló que estuvo en 2003 en un poblado de la sierra de Lima que conservaba aparentemente un "quipu" gigantesco en perfecto estado.
El poblado de San Cristóbal de Rapaz está ubicado a 4.120 metros sobre el nivel del mar, en la provincia de Oyón, en el departamento de Lima, a un día de viaje desde la ciudad capital del mismo nombre.
El estudioso declaró a EFE que "el patrimonio de Rapaz consiste en unos 267 "quipus" separados, aunque algunos muy grandes", que daban la impresión de ser uno solo.
Algunos llegan a medir 15 metros y generalmente uno sirve como "cinturón" para agrupar a los demás.
El principal elemento que demostró la supervivencia del sistema incaico hasta la época contemporánea es, según Salomon, el material utilizado en su confección.
Los "quipus" de Rapaz están elaborados en lana de camélidos, pero también llevan materiales de origen industrial, motivo por el cual concluye que se siguieron modificando hasta bien entrado el siglo XIX e incluso hasta el XX.
"Comprueba que el arte de los quipus no murió durante la Colonia (siglos XVI al XIX), como comúnmente se opina, sino que duró hasta tiempos modernos", precisó.
A diferencia de los incaicos, los de Rapaz llevan colgadas borlas, pedazos de piel, mechones de cabello y figuritas, que obedecen a una tipología.
No obstante, la interpretación de ese saber andino, reflejado en signos estandarizados, ha sido olvidada por la población de Rapaz, que supera escasamente los 500 habitantes.
El antropólogo de la universidad de Wisconsin relató que entre las figuritas se aprecian una dama pálida con falda larga, un soldado español con uniforme del virreinato tardío y un soldado chileno con pantalón rojo, como los que llevaban en la Guerra del Pacífico (1879-1883) que enfrentó a ese país con Perú y Bolivia.
Sin embargo, el personaje que sorprendió a Salomon y al equipo de estudiosos que lo acompaña es un campesino con una diminuta bolsa en la que lleva hasta hoy pequeñísimas hojas de coca para su masticado.
El patrimonio de Rapaz se encuentra en una "casa de cuentas", que a su vez pertenece a un recinto amurallado donde funcionaba un edificio de almacenaje.
Los ancianos aseguran que sólo las autoridades y sus esposas estaban autorizados para verlos, pero las nuevas generaciones han optado por firmar un convenio con los investigadores para asegurar su conservación y atraer el turismo a la zona. En enero deben entregar un informe sobre su estado.
En el Imperio Incaico, del siglo XIII al XVI, los "quipus" eran utilizados en las dependencias administrativas para llevar la contabilidad en los almacenes mediante un complicado sistema decimal y de jerarquía de cordeles.
Los "quipus" eran cuerdas de algodón que presentaban nudos como signo de sus registros y en algunos casos tenían diferentes colores.
Salomon reveló que estuvo en 2003 en un poblado de la sierra de Lima que conservaba aparentemente un "quipu" gigantesco en perfecto estado.
El poblado de San Cristóbal de Rapaz está ubicado a 4.120 metros sobre el nivel del mar, en la provincia de Oyón, en el departamento de Lima, a un día de viaje desde la ciudad capital del mismo nombre.
El estudioso declaró a EFE que "el patrimonio de Rapaz consiste en unos 267 "quipus" separados, aunque algunos muy grandes", que daban la impresión de ser uno solo.
Algunos llegan a medir 15 metros y generalmente uno sirve como "cinturón" para agrupar a los demás.
El principal elemento que demostró la supervivencia del sistema incaico hasta la época contemporánea es, según Salomon, el material utilizado en su confección.
Los "quipus" de Rapaz están elaborados en lana de camélidos, pero también llevan materiales de origen industrial, motivo por el cual concluye que se siguieron modificando hasta bien entrado el siglo XIX e incluso hasta el XX.
"Comprueba que el arte de los quipus no murió durante la Colonia (siglos XVI al XIX), como comúnmente se opina, sino que duró hasta tiempos modernos", precisó.
A diferencia de los incaicos, los de Rapaz llevan colgadas borlas, pedazos de piel, mechones de cabello y figuritas, que obedecen a una tipología.
No obstante, la interpretación de ese saber andino, reflejado en signos estandarizados, ha sido olvidada por la población de Rapaz, que supera escasamente los 500 habitantes.
El antropólogo de la universidad de Wisconsin relató que entre las figuritas se aprecian una dama pálida con falda larga, un soldado español con uniforme del virreinato tardío y un soldado chileno con pantalón rojo, como los que llevaban en la Guerra del Pacífico (1879-1883) que enfrentó a ese país con Perú y Bolivia.
Sin embargo, el personaje que sorprendió a Salomon y al equipo de estudiosos que lo acompaña es un campesino con una diminuta bolsa en la que lleva hasta hoy pequeñísimas hojas de coca para su masticado.
El patrimonio de Rapaz se encuentra en una "casa de cuentas", que a su vez pertenece a un recinto amurallado donde funcionaba un edificio de almacenaje.
Los ancianos aseguran que sólo las autoridades y sus esposas estaban autorizados para verlos, pero las nuevas generaciones han optado por firmar un convenio con los investigadores para asegurar su conservación y atraer el turismo a la zona. En enero deben entregar un informe sobre su estado.
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