Grandes inversiones, sin resultados en seguridad
A pesar de que el Ministerio de Seguridad cuenta con un presupuesto astronómico de 684 millones 970 mil dólares, la inseguridad galopa, de forma literal...
Grandes inversiones, sin resultados en seguridad
A pesar de que el Ministerio de Seguridad cuenta con un presupuesto astronómico de 684 millones 970 mil dólares, la inseguridad galopa, de forma literal, por las calles del país.
Los recientes hechos de violencia han puesto a prueba a los estamentos de seguridad del país, a pesar de que cada año se les aprueba casi el 100% de lo que solicitan al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
A la Policía Nacional, por ejemplo, se le asignó 342 millones 715 mil dólares para este año.
En tanto, al Servicio Nacional Aeronaval (Senan) le aprobaron 101 millones 562 mil 168 dólares, y al Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), 86 millones 265 mil 604 dólares.
Son 700 millones de dólares anuales que pareciesen estar a favor del crimen organizado y no en manos de los estamentos.
Prueba de ello son los asesinatos dobles, secuestros, ajusticiamientos y el robo a bancos a plena luz del día, que se han convertido en la pesadilla recurrente de una población que se siente atemorizada ante la poca eficacia de las autoridades.
No obstante, el ministro de Seguridad Pública, Rodolfo Aguilera Franceschi, a toda voz, dice en los medios de comunicación que los crímenes y robos han disminuido significativamente.
Además, aseguró que los programas sociales de prevención, como Barrios Seguros, en los que se han invertido 5 millones de dólares, son efectivos.
Sin embargo, tras más de un año de haberse implementado, media docena de expandilleros, que participaban en el mismo, fueron asesinados por enemigos de otras pandillas.
Para Alejandro Pérez, viceministro de Gobierno y Justicia en la administración de Mireya Moscoso, la realidad es cruda.
"De cada 4 delitos que se registran en Panamá, solo uno es reportado; la ciudadanía sí está sintiendo la actividad delictiva", dijo.
En opinión de Severino Mejía, viceministro de Seguridad en el periodo de Martín Torrijos Espino, la situación se está saliendo de las manos. También afirmó que los grupos delincuenciales prácticamente superan en armamento a la seguridad del Estado.
"Es difícil combatir estos grupos porque en la mayoría de las ocasiones disponen de mucho dinero que incluso rebasa la capacidad del Estado. Por otro lado, uno se hace la pregunta de cuánto de ese presupuesto se invierte en prevención", expresó.
Bajo la óptica de un sociólogo, el problema de seguridad es tan complejo que no se resuelve construyendo cárceles más grandes o aplicando penas más severas a quienes transgreden la ley, opinó Roberto Pinnock.
"Toda clase de represión debe ir acompañada de un plan de prevención. Es sumamente importante hacer énfasis en planes comunitarios y familiares porque es de allí de donde surge la delincuencia y la inseguridad ciudadana a la que hace referencia los medios", consideró.
Por su lado, Roberto Troncoso, expresidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), destacó que todo Gobierno debe poner atención a las diversas manifestaciones de violencia que se dan en un país.
"Es un asunto de todos los ciudadanos, no solamente de la Policía... pero el Gobierno no puede ignorarla. La seguridad es la garantía de las inversiones extranjeras en un país. Nadie querrá levantar un negocio donde el crimen hace y deshace sin ningún reparo", comentó Troncoso.
De igual forma, el empresario expresó que las autoridades migratorias han sido complacientes con los foráneos que introducen modalidades criminales no practicadas en Panamá.
"Migración debería tener mayor control a la hora de abrirles las puertas a los extranjeros", añadió.
Según informes de la Dirección de Investigación Judicial (DIJ), los desmembramientos, secuestros exprés y otros tipos de actos delincuenciales provienen del extranjero.