Adiós vacaciones

DIVERSIÓN es la palabra que mejor describe lo que predominó este verano en la oferta a la niñez y juventud.

No pueden quejarse.

A una semana del inicio de clases, mientras los maestros y profesores se afanan por preparar las aulas para recibir a miles de estudiantes, ellos todavía tienen un mundo de actividades artístico culturales (sin incluir los paseos a playas y ríos) en las que pueden ocupar esta última semana de vacaciones.

Por ejemplo, las retretas en el Casco Viejo, las presentaciones en las escalinatas de la Autoridad del Canal de Panamá o la del Ballet Nacional mañana martes, en el Día Internacional de la Mujer, en el Teatro Nacional.

Y, además, pueden seguir montando bicicleta y jugando en el Parque Omar o visitar el Jardín Botánico Summitt.

Sin duda, gobierno, empresa privada y ONGs se esmeraron este verano en organizar actividades para el sano disfrute infantil, juvenil y familiar.

Sólo por mencionar algunos: el Instituto Nacional de Cultura, la Biblioteca Nacional Ernesto J.

Castillero, librerías (en especial Exedra Books y El Hombre de La Mancha), así como EXPLORA; el Municipio de Panamá, Multicentro y Multiplaza, la Fundación San Felipe, el Museo de Arte Contemporáneo, la Autoridad del Canal de Panamá, Casa Cultural Huellas, los clubes cívicos, Musical Kids, la Universidad de Panamá, Universidad Santa María La Antigua, las diversas salas de teatro y el Despacho de la Primera Dama.

Hubo un sinnúmero de actividades interesantes: talleres de dibujo y pintura, clases de música y danza, cuentacuentos, retretas, titiricuentos, excursiones, cursos de fotografía, visitas guiadas a museos y sitios turísticos y de interés, proyección de películas infantiles, ofertas especiales en los videoclubs, presentaciones de obras teatrales y conciertos, concursos de cometas y panderos, clases de ajedrez, natación, clínicas para la práctica de deportes.

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Ojalá el otro año sea igual o mejor.

Para poder atacar este flagelo, opina la directora nacional de Mujer, debe hacerse un vínculo entre el problema de la violencia doméstica y la seguridad ciudadana, pues las mujeres necesitan sentirse seguras en las calles y en las casas.

Este vínculo es apremiante puesto que la violencia doméstica tiene además un alto costo económico para el país.

Los homicidios cometidos contra las mujeres han aumentado según las últimas cifras estadísticas.

Desde 1999 hasta el primer semestre del 2004, 157 mujeres han muerto a manos de sus compañeros o ex compañeros sentimentales y personas conocidas.

Según las cifras oficiales aparecidas en el Informe Clara González, mujeres con educación primaria logran tener un ingreso de B/ 120.

00 mensuales, lo que representa un 70.

7% en relación al ingreso maculino, con un promedio de B/ 170.

00.

En relación a la violencia doméstica los informes muestran avances en este campo.

Esto es así puesto que se ha logrado impactar en las políticas públicas para la atención de esta problemática, a través de legislaciones y acciones específicas, en materia salud, en el área judicial y en el policivo, aunque un poco menos.

En cuanto a la delincuencia en las mujeres en los centros penitenciarios se encuentran recluidas 831, de las cuales 321 han sido condenadas y 510 tienen sus casos en proceso y en espera de fallo.