Cero extravagancias

Abrimos el clóset de Bettina y encontramos de todo como en botica.

¡Ajá!, la presentadora de La Cáscara tiene piezas tan “glam” así como accesorios supersencillos, cosas que le regalan y otras que ella obsequia porque prefiere que alguien las aproveche a tenerlas echando polvo.

Bettina asegura que no lleva una buena relación con las marcas y lo caro, prefiere las cosas sencillas, que sean igual de lindas.

Desde que llegó de Venezuela, hace casi 3 años, solo usa la mitad de su ropa, porque en su clóset actual no hay espacio suficiente.

Su padre tuvo que alquilar un depósito para guardar en cajas, trajes, zapatos y demás accesorios de la chica.

De lo que usa actualmente podemos destacar muchas zapatillas y suéteres confortables.

“Mira, es muy raro porque yo en Venezuela no usaba nunca zapatillas, me gustaba andar en tacones, y ahora que vivo en Panamá, no puedo andar sin ellas”, dice sorprendida.

No es compradora compulsiva; a veces sus padres son quienes le traen los trajes del extranjero.

Cuando se iba a graduar del colegio, su papá le compró el vestido en Estados Unidos, ella se horrorizó porque no sabía qué esperar, y tuvo tan buena suerte que la pieza se convirtió en una de sus favoritas.

Desde entonces confía plenamente en sus progenitores, cuando le dicen que le van a comprar algo.

De marcas específicas, le gusta mucho la firma Blanco, que es exclusiva de una tienda en Madrid, España.

Cuando viaja a la Madre Patria siempre aprovecha la ocasión para traer algo.

Su color favorito es el blanco, entre las marcas que la patrocinan están Company 81, Ecko Unlimited y muchas más, y asegura que le cuesta mucho encontrar un jeans que le quede a la perfección.