De músico y piloto precoz a Cardenal
Publicado 2001/02/05 00:00:00
Los hondureños se aprestan a celebrar con júbilo, el 21 de febrero, la designación como cardenal del arzobispo de Tegucigalpa, Oscar Andrés Rodríguez, quien a los 10 años de edad ya era pianista y a los 14 piloto de avioneta.
Rodríguez es uno de los 44 nuevos cardenales nombrados por el Papa Juan Pablo II en las últimas dos semanas, que recibirán el purpurado el día 21.
El anuncio del Papa de que Rodríguez será cardenal, ha provocado una fiesta nacional en Honduras, país con unos 6,7 millones de habitantes de los que más del 80 por ciento son católicos.
Algunos, incluso, viajarán al Vaticano para ser testigos del nuevo honor de la iglesia al más sobresaliente religioso de esta nación centroamericana.
La alegría ha sido por partida doble, ya que según la prensa especializada del Vaticano, Rodríguez es favorito a ser Papa.
Oscar Andrés Rodríguez nació en Tegucigalpa el 29 de diciembre de 1942, hijo de Andrés Rodríguez y Raquel Maradiaga (ya fallecidos).
En múltiples declaraciones que Rodríguez ha brindado a la prensa en las últimas dos semanas, ha destacado, entre otras cosas, que nació prematuro, cuando su madre estaba en el séptimo mes de embarazo.
Su peso al nacer fue de tres libras (1,3 kilos), por lo que los médicos creían que iba morir.
"Mi madre comenzó a orar y le dijo a Dios que si salvas a mi hijo te lo consagro; además, todos los días le ofreció un santo rosario hasta el día que murió", confesó Rodríguez.
Pero el niño prematuro creció normal y pronto se convirtió en un chico "muy inquieto" y de "muchas travesuras", entre las que recuerda una apuesta, con dinero, con otros nueve compañeros para ver quién era capaz de resistir hasta las 12 de la noche en el cementerio, que estaba "todo a oscuras".
Aquella apuesta, a razón de un lempira cada uno (entonces 50 centavos de dólar), la ganó Rodríguez, después de que el grupo de diez, por miedo, a las 10 de la noche ya se había reducido a tres.
Rodríguez relató que los tres que quedaban en el cementerio tenían miedo, pero había que ganar la apuesta, por lo que se le ocurrió decir que estaba viendo que de una tumba cercana salía la mano de un muerto, lo que fue suficiente para que sus otros dos amigos salieran en veloz carrera.
El ahora cardenal ingresó a la comunidad religiosa salesiana el 3 de mayo de 1961, a los 16 años de edad.El 28 de junio de 1970 recibió la ordenación sacerdotal, mientras que la episcopal el 8 de diciembre de 1978.
Rodríguez recuerda que su principal guía espiritual fue el ex arzobispo de Tegucigalpa Héctor Enrique Santos, de quien fue obispo auxiliar desde 1978 y a quien sustituyó, por su retiro por razones de edad, en 1993.
El primer cardenal hondureño, el tercero de cuatro hermanos, también soñó en sus años de infancia con ser piloto o saxofonista de un cabaré famoso.
Lo primero lo logró, además de haber aprendido el idioma inglés en los libros de aviación.
Lo del cabaré quedó en un sueño, pero no su vocación por la música, la que aprendió a escuchar con su padre, quien al regresar de su trabajo descansaba con ella.
Monseñor Rodríguez, el sólo es una orquesta, ya que ejecuta, entre otros instrumentos, saxofón, piano, acordeón, guitarra y batería.Además, habla ocho idiomas: español, inglés, francés, alemán, italiano, griego, latín y portugués.
De sus años de infancia guarda muchos recuerdos como una enorme colección de historietas del "Ratón Mickey" y el "Pato Donald", además de aviones, de los que llegó a tener unos 300, lo que enorgullecía a su padre.
Por ser menor de edad no pudo obtener su licencia de piloto, pero eso ya no le interesa porque "he volado bastante", expresa Oscar Andrés Rodríguez al evocar los años cuando decidió, "con firmeza, hacer los votos de pobreza, castidad y obediencia".
Rodríguez considera que "ser cardenal es una responsabilidad que Dios me ha puesto sobre los hombros por amor, con lo que espera estimular a toda Honduras a seguir adelante...".
Rodríguez es uno de los 44 nuevos cardenales nombrados por el Papa Juan Pablo II en las últimas dos semanas, que recibirán el purpurado el día 21.
El anuncio del Papa de que Rodríguez será cardenal, ha provocado una fiesta nacional en Honduras, país con unos 6,7 millones de habitantes de los que más del 80 por ciento son católicos.
Algunos, incluso, viajarán al Vaticano para ser testigos del nuevo honor de la iglesia al más sobresaliente religioso de esta nación centroamericana.
La alegría ha sido por partida doble, ya que según la prensa especializada del Vaticano, Rodríguez es favorito a ser Papa.
Oscar Andrés Rodríguez nació en Tegucigalpa el 29 de diciembre de 1942, hijo de Andrés Rodríguez y Raquel Maradiaga (ya fallecidos).
En múltiples declaraciones que Rodríguez ha brindado a la prensa en las últimas dos semanas, ha destacado, entre otras cosas, que nació prematuro, cuando su madre estaba en el séptimo mes de embarazo.
Su peso al nacer fue de tres libras (1,3 kilos), por lo que los médicos creían que iba morir.
"Mi madre comenzó a orar y le dijo a Dios que si salvas a mi hijo te lo consagro; además, todos los días le ofreció un santo rosario hasta el día que murió", confesó Rodríguez.
Pero el niño prematuro creció normal y pronto se convirtió en un chico "muy inquieto" y de "muchas travesuras", entre las que recuerda una apuesta, con dinero, con otros nueve compañeros para ver quién era capaz de resistir hasta las 12 de la noche en el cementerio, que estaba "todo a oscuras".
Aquella apuesta, a razón de un lempira cada uno (entonces 50 centavos de dólar), la ganó Rodríguez, después de que el grupo de diez, por miedo, a las 10 de la noche ya se había reducido a tres.
Rodríguez relató que los tres que quedaban en el cementerio tenían miedo, pero había que ganar la apuesta, por lo que se le ocurrió decir que estaba viendo que de una tumba cercana salía la mano de un muerto, lo que fue suficiente para que sus otros dos amigos salieran en veloz carrera.
El ahora cardenal ingresó a la comunidad religiosa salesiana el 3 de mayo de 1961, a los 16 años de edad.El 28 de junio de 1970 recibió la ordenación sacerdotal, mientras que la episcopal el 8 de diciembre de 1978.
Rodríguez recuerda que su principal guía espiritual fue el ex arzobispo de Tegucigalpa Héctor Enrique Santos, de quien fue obispo auxiliar desde 1978 y a quien sustituyó, por su retiro por razones de edad, en 1993.
El primer cardenal hondureño, el tercero de cuatro hermanos, también soñó en sus años de infancia con ser piloto o saxofonista de un cabaré famoso.
Lo primero lo logró, además de haber aprendido el idioma inglés en los libros de aviación.
Lo del cabaré quedó en un sueño, pero no su vocación por la música, la que aprendió a escuchar con su padre, quien al regresar de su trabajo descansaba con ella.
Monseñor Rodríguez, el sólo es una orquesta, ya que ejecuta, entre otros instrumentos, saxofón, piano, acordeón, guitarra y batería.Además, habla ocho idiomas: español, inglés, francés, alemán, italiano, griego, latín y portugués.
De sus años de infancia guarda muchos recuerdos como una enorme colección de historietas del "Ratón Mickey" y el "Pato Donald", además de aviones, de los que llegó a tener unos 300, lo que enorgullecía a su padre.
Por ser menor de edad no pudo obtener su licencia de piloto, pero eso ya no le interesa porque "he volado bastante", expresa Oscar Andrés Rodríguez al evocar los años cuando decidió, "con firmeza, hacer los votos de pobreza, castidad y obediencia".
Rodríguez considera que "ser cardenal es una responsabilidad que Dios me ha puesto sobre los hombros por amor, con lo que espera estimular a toda Honduras a seguir adelante...".
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