El reinado de la poesía es hoy
- Rosalina Orocú Mojica (rosalina.orocu@epasa.com)
La poesía es música al oído, es catarsis, es espejo del alma y del mundo. Es historia, es realidad, es ficción. Es un género muy especial, quizás el fruto del árbol frondoso de la literatura que más ha probado la humanidad.
Afirmo lo anterior, porque, ¿quién no ha escrito o pensado un verso en la vida? Hasta los niños, cuando hablan, hablan poesía, aunque esos versos vírgenes queden sepultados en el olvido y hasta haya quienes se rían de esas ocurrencias que si no fueran versos, serían, sin duda, cuentos.
¿Quién no ha suspirado con unos versos que hacen que el corazón salte de gozo, pierda la calma o se sienta desgarrar el pecho, un nudo en la garganta y un gran vacío? Es que la poesía le canta al amor, al desamor, a las alegrías y tristezas, al olvido, a la esperanza y a la desesperanza, a la familia, a la amistad, a la naturaleza. Al día, a la noche con su manto de estrellas, a los sueños, a las estaciones, a las luces y sombras del mundo interno y externo, a las batallas que libra la sociedad, a las pugnas internas, a la abundancia y la escasez, a la vida, a la muerte, a Dios, a la paz, a la guerra.
Hoy en que la protagonista es la poesía, los invito a leer poesía, escuchar poesía, escribir poesía...
Dondequiera que esté, déjese cautivar por la poesía. no importa su edad, su condición social, su nivel educativo, su ideología política, hay poesía para todos.
En este día tan especial lea poesía o pida que le lean o le declamen. Envíe poesía por la red a sus contactos.
Cada poema es un mundo por descubrir. Abundan los poetas y los temas.
Les recomendamos de Amelia Denis de Icaza su tan famoso poema “Al cerro Ancón”, en uno de cuyos árboles, otrora, ella grabó su nombre; los “Cantos de la Legión Arcana Nova Astra Natura” y “Viaje a la lejanía”, de Gorka Lasa; “El corazón con que vivo”, de Mariza López-Lasso.
Podrían leer también versos del coterráneo Gaspar Octavio Hernández, el vate que le cantó a nuestra enseña tricolor o “Cuartos” e “Incidente de cumbia”, del colonense Demetrio Korsi.
Hermosas son también “Sonatina” y “A Margarita Debayle”, del nicaragüense Rubén Darío. Además, las rimas del español Gustavo Adolfo Bécquer, los poemas de amor de José Ángel Buesa, como “Poema del renunciamiento” y “Poema de la despedida” y todos los poemas del chileno Pablo Neruda (especialmente Veinte poemas de amor y una canción desesperada). También es de rigor leer a poetas imponderables como Amado Nervo, Juana de Ibarborou, José Martí, Gabriela Mistral y Mario Benedetti.
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