Héctor Lavoe: fama y tragedia
Publicado 2002/06/28 23:00:00
- Mogadiscio/
Uno de los más grandes exponentes de la salsa, es sin lugar a dudas Héctor Lavoe. Como cantante tuvo una vida llena de éxitos y plagada de tragedias en lo personal. Así fue la vida de este extraordinario vocalista que fue catalogado por sus colegas como el cantante de los cantantes.
Héctor Juan Pérez, nació en Ponce, Puerto Rico, el 22 de septiembre de 1946, se trasladó a la ciudad de Nueva York a mediados de la década del sesenta en busca de fama y fortuna como cantante, decisión que le trajo conflictos con su padre, quien no quería que realizara este viaje, sin embargo, a pesar de no contar con su aprobación, Héctor se fue en busca de cumplir su anhelo.
Trabajó por algunos meses con orquestas pequeñas, y en 1967 se une al trombonista y arreglista, William Anthony Colón Román (Willie Colón), unión que finiquitaría su primer álbum como cantante principal: "El malo".
Posteriormente, este dúo de jóvenes produce discos como "La gran fuga", "La Cosa Nostra", "Lo mato", "El Juicio" y los dos volúmenes de "Asalto Navideño", los que para las fiestas de Navidad aún son las preferidas de los amantes de la música tropical.
Luego de casi una década juntos, Willie, cansado de los desórdenes de su cantante, decide que es mejor que cada cual siga por su lado. La culminación es amistosa y no definitiva, pues Colón le produce varios álbumes a Héctor, entre estos: "La Voz", "De ti depende" y "Comedia", los que producen éxitos como "Periódico de ayer", y la canción que por siempre le definiría: "El Cantante", escrita por Rubén Blades. Se convirtió en el pregonero esperado de las Estrellas de Fania, a pesar que esta agrupación congregaba a los mejores exponentes de este género de la época.
Héctor Lavoe es considerado el mejor sonero, después de Ismael Rivera, aunque para muchos es el número uno. Willie Colón lo definió en una ocasión como "un graduado con altos honores de la Universidad del Refraneo, miembro del gran círculo de los soneros, poeta de la calle, maleante honorario, héroe y mártir".
Antes de viajar a Nueva York, ya había soportado dos muertes: la de su madre Leslie Martínez (Pachita) cuando aún era un niño y la de su hermano, este último en Nueva York. Casado con Nilda, soportaron juntos la muerte de su suegra, quien fue asesinada. Sin embargo, allí no terminaría esa racha de infortunios, pues Lavoe se vería reducido como hombre y como padre, con la muerte de su hijo Héctor Luis. Este murió por el disparo de un arma que un amigo suyo limpiaba.
Tenía diecisiete años y aún estaba en el colegio. Esta fue la pérdida de la que Héctor nunca más se recuperaría. Otra tragedia la vivió con el incendio de su casa en Queens. Todo esto sin obviar su terrible dependencia a las drogas, que más adelante le traería consecuencias que marcarían su trágica vida.
La mañana del 27 de junio de 1988, los noticiarios hablaban de la trágica noticia, Héctor Lavoe se había lanzado del noveno piso de un hotel en San Juan, Puerto Rico. Nadie lo podía creer. Los partes policiales señalaban que se trataba de un intento de suicidio, información que fue desmentida por los representantes del artista, quienes dijeron que fue un accidente. Los periódicos comenzaron a especular que Lavoe tenía SIDA y que ello habría sido la noticia que necesitaba el cantante para acabar con su existencia.
Para el año 1993, se comentaba la reaparición de Héctor Lavoe en Nueva York, todos se alegraron, pero lamentablemente la risa se convertiría en mueca. Anteriormente se le habían realizado varios homenajes, donde no pudo cantar, pues el cantante apenas podía balbucear, ya que debido a la caída del hotel en San Juan, había quedado hemipléjico del lado izquierdo del cuerpo, e inclusive se le dificultaba caminar por lo cual cojeaba.
El esfuerzo del cantante no se pudo apreciar, en la reaparición, puesto que no se le entendía lo que articulaba, literalmente, no era ni la sombra del excelente sonero que fue.
Luego de seguidos padecimientos, el Cantante de los Cantantes muere el 29 de junio de 1993, a la edad de 46 años, dejando un gran dolor y un sentimiento de vacío entre los amantes de este género.Los últimos días de Lavoe transcurrieron de hospital en hospital, estaba casi sin dinero y era ayudado económicamente por sus amigos. Su entierro fue el día jueves 2 de julio a las 3:00 de la tarde en el Saint Raymond"s Cementery, en el Bronx, Nueva York.
Nueve años han pasado desde que Héctor pasó a mejor vida, sus restos fueron trasladados recientemente a su natal Ponce, Puerto Rico, sin embargo, su legado se mantiene, sus canciones aún se escuchan y son coreadas por las nuevas generaciones, a pesar que muchos de estos discos tienen en la actualidad más de 30 años de haber sido éxitos.
Héctor Juan Pérez, nació en Ponce, Puerto Rico, el 22 de septiembre de 1946, se trasladó a la ciudad de Nueva York a mediados de la década del sesenta en busca de fama y fortuna como cantante, decisión que le trajo conflictos con su padre, quien no quería que realizara este viaje, sin embargo, a pesar de no contar con su aprobación, Héctor se fue en busca de cumplir su anhelo.
Trabajó por algunos meses con orquestas pequeñas, y en 1967 se une al trombonista y arreglista, William Anthony Colón Román (Willie Colón), unión que finiquitaría su primer álbum como cantante principal: "El malo".
Posteriormente, este dúo de jóvenes produce discos como "La gran fuga", "La Cosa Nostra", "Lo mato", "El Juicio" y los dos volúmenes de "Asalto Navideño", los que para las fiestas de Navidad aún son las preferidas de los amantes de la música tropical.
Luego de casi una década juntos, Willie, cansado de los desórdenes de su cantante, decide que es mejor que cada cual siga por su lado. La culminación es amistosa y no definitiva, pues Colón le produce varios álbumes a Héctor, entre estos: "La Voz", "De ti depende" y "Comedia", los que producen éxitos como "Periódico de ayer", y la canción que por siempre le definiría: "El Cantante", escrita por Rubén Blades. Se convirtió en el pregonero esperado de las Estrellas de Fania, a pesar que esta agrupación congregaba a los mejores exponentes de este género de la época.
Héctor Lavoe es considerado el mejor sonero, después de Ismael Rivera, aunque para muchos es el número uno. Willie Colón lo definió en una ocasión como "un graduado con altos honores de la Universidad del Refraneo, miembro del gran círculo de los soneros, poeta de la calle, maleante honorario, héroe y mártir".
Antes de viajar a Nueva York, ya había soportado dos muertes: la de su madre Leslie Martínez (Pachita) cuando aún era un niño y la de su hermano, este último en Nueva York. Casado con Nilda, soportaron juntos la muerte de su suegra, quien fue asesinada. Sin embargo, allí no terminaría esa racha de infortunios, pues Lavoe se vería reducido como hombre y como padre, con la muerte de su hijo Héctor Luis. Este murió por el disparo de un arma que un amigo suyo limpiaba.
Tenía diecisiete años y aún estaba en el colegio. Esta fue la pérdida de la que Héctor nunca más se recuperaría. Otra tragedia la vivió con el incendio de su casa en Queens. Todo esto sin obviar su terrible dependencia a las drogas, que más adelante le traería consecuencias que marcarían su trágica vida.
La mañana del 27 de junio de 1988, los noticiarios hablaban de la trágica noticia, Héctor Lavoe se había lanzado del noveno piso de un hotel en San Juan, Puerto Rico. Nadie lo podía creer. Los partes policiales señalaban que se trataba de un intento de suicidio, información que fue desmentida por los representantes del artista, quienes dijeron que fue un accidente. Los periódicos comenzaron a especular que Lavoe tenía SIDA y que ello habría sido la noticia que necesitaba el cantante para acabar con su existencia.
Para el año 1993, se comentaba la reaparición de Héctor Lavoe en Nueva York, todos se alegraron, pero lamentablemente la risa se convertiría en mueca. Anteriormente se le habían realizado varios homenajes, donde no pudo cantar, pues el cantante apenas podía balbucear, ya que debido a la caída del hotel en San Juan, había quedado hemipléjico del lado izquierdo del cuerpo, e inclusive se le dificultaba caminar por lo cual cojeaba.
El esfuerzo del cantante no se pudo apreciar, en la reaparición, puesto que no se le entendía lo que articulaba, literalmente, no era ni la sombra del excelente sonero que fue.
Luego de seguidos padecimientos, el Cantante de los Cantantes muere el 29 de junio de 1993, a la edad de 46 años, dejando un gran dolor y un sentimiento de vacío entre los amantes de este género.Los últimos días de Lavoe transcurrieron de hospital en hospital, estaba casi sin dinero y era ayudado económicamente por sus amigos. Su entierro fue el día jueves 2 de julio a las 3:00 de la tarde en el Saint Raymond"s Cementery, en el Bronx, Nueva York.
Nueve años han pasado desde que Héctor pasó a mejor vida, sus restos fueron trasladados recientemente a su natal Ponce, Puerto Rico, sin embargo, su legado se mantiene, sus canciones aún se escuchan y son coreadas por las nuevas generaciones, a pesar que muchos de estos discos tienen en la actualidad más de 30 años de haber sido éxitos.
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