Lo que me disgusta de mi jefe
Publicado 2004/04/29 23:00:00
- REDACCION
1. Es un gruñón que sólo sabe gritar y hacerte sentir como una hormiga cada vez que te habla o cuando te equivocas te exhibe en frente de tus compañeros de trabajo.
2. Anda mangajo: Le importa poco con su apariencia personal. No es que sea sencillo ni pobre. Es que es cochino y dejado. Me da vergüenza decir que es mi jefe.
3. Peca de ególatra: Se cree que después de Dios, y cuidado que antes, está él. Piens que es infalible, siempre tiene la razón, las cosas hay que hacerlas cuando él quiere y como él quiere sólo porque "yo mando aquí, para algo soy el jefe". Y, para colmo, hay quienes se prestan para alimentarle ese complejo de Don Juan y él quiere hacerte cómplice de sus trampas, que seas alcahuete de sus infidelidades.
4. Es demasiado ingenuo: Es el bonachón por excelencia del que todo el mundo se aprovecha y a la larga no lo respetan ni lo toman en cuenta.
5. Es tan tacaño que a veces ni habla para no gastar las palabras; si pudiera no respiraría para no gastar el aire y en su lápida se podría escribir sin temor a equivocarse: "Fue un miserable por decisión propia".
6. Es irrespetuoso y no sabe guardar su distancia: Acosa a las subalternas, es ofensivo con palabras y gestos. Se aprovecha, sobre todo, de las que no tienen preparación y dependen de ese salario para subsistir, por lo que no se atreven o no están en disposición para darle una bofetada, tirarle en su escritorio las llaves, renunciar y denunciarlo por acosador sexual y abuso de autoridad.
7. Es el hijo de papá o mamá: Heredó una empresa, una posición y allí está, haciendo y deshaciendo, creyendo que es un rey y los demás sus subalternos, seres que no piensan y que no tienen derecho a pensar, opinar, disentir, sentir ni autorrealizarse. Es odioso. Está endiosado y cosifica al resto.
9. Sabe negociar, tiene iniciativa, se gana el respeto y admiración de sus colaboradores.
10. Sabe que trabaja con seres humanos, no con máquinas generadoras de dólares.
2. Anda mangajo: Le importa poco con su apariencia personal. No es que sea sencillo ni pobre. Es que es cochino y dejado. Me da vergüenza decir que es mi jefe.
3. Peca de ególatra: Se cree que después de Dios, y cuidado que antes, está él. Piens que es infalible, siempre tiene la razón, las cosas hay que hacerlas cuando él quiere y como él quiere sólo porque "yo mando aquí, para algo soy el jefe". Y, para colmo, hay quienes se prestan para alimentarle ese complejo de Don Juan y él quiere hacerte cómplice de sus trampas, que seas alcahuete de sus infidelidades.
4. Es demasiado ingenuo: Es el bonachón por excelencia del que todo el mundo se aprovecha y a la larga no lo respetan ni lo toman en cuenta.
5. Es tan tacaño que a veces ni habla para no gastar las palabras; si pudiera no respiraría para no gastar el aire y en su lápida se podría escribir sin temor a equivocarse: "Fue un miserable por decisión propia".
6. Es irrespetuoso y no sabe guardar su distancia: Acosa a las subalternas, es ofensivo con palabras y gestos. Se aprovecha, sobre todo, de las que no tienen preparación y dependen de ese salario para subsistir, por lo que no se atreven o no están en disposición para darle una bofetada, tirarle en su escritorio las llaves, renunciar y denunciarlo por acosador sexual y abuso de autoridad.
7. Es el hijo de papá o mamá: Heredó una empresa, una posición y allí está, haciendo y deshaciendo, creyendo que es un rey y los demás sus subalternos, seres que no piensan y que no tienen derecho a pensar, opinar, disentir, sentir ni autorrealizarse. Es odioso. Está endiosado y cosifica al resto.
9. Sabe negociar, tiene iniciativa, se gana el respeto y admiración de sus colaboradores.
10. Sabe que trabaja con seres humanos, no con máquinas generadoras de dólares.
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