Michelle Rodríguez pelea su puesto en Hollywood con "Girlfight"

Michelle Rodríguez ha irrumpido en Hollywood con la fuerza de un púgil, el papel que interpreta en el filme "Girlfight" y que tras ganarse a la crítica y a los festivales de cine, esta semana quiere dejar K.

O.

al público.

La película no podía ser más independiente, con un millón de dólares de presupuesto, e incluso más tópica, ya que su trama se resume en la transición de un púgil adolescente en el cuadrilátero del Brooklyn neoyorquino.

Sin embargo, Rodríguez ha sabido imbuirle la energía y la frescura necesaria para hacer de "Girlfight" un posible contrincante en la carrera por el Oscar, y de la actriz, una futura estrella.

"El papel lo conseguí gracias a mi pesimismo y al nerviosismo que me crea la proximidad de mi menstruación", confiesa esta joven de 22, de padre puertorriqueño y madre dominicana que creció en Nueva Jersey.

Rodríguez fue una más entre las 350 aspirantes a este papel con la única diferencia de su falta de experiencia como actriz, sin haber dicho nunca una palabra ante las cámaras y con pequeñas apariciones de extra en "Summer of Sam", "For the Love of the Game" y "Cradle Will Rock" por todo pedigrí.

"Buscaba una cara nueva pero con experiencia, pero la personalidad de Michelle sobresalió tanto que estaba claro que era la persona que necesitaba", confiesa Karyn Kusama sobre la película, que es, por cierto, su primera película.

"Mi único interés por ser actriz era el de encontrar un trabajo fácil y más creativo que ir a una oficina de nueve a seis", comenta Rodríguez quien, tras ser expulsada de la escuela, tuvo sólo un trabajo en una conocida cadena de jugueterías.

El trabajo en "Girlfight" no resultó ser tan fácil como esperaba, ya que necesitó embarcarse durante cuatro meses y medio en clases de boxeo y tuvo que prepararse físicamente para el papel.

También hubo clases de interpretación y, sobre todo, de puntualidad, ya que tuvo que mudarse a vivir a casa de la productora con tal de garantizar que llegaría a su hora al rodaje.

"Lo peor es que primero me enseñaron a boxear pero luego no me dejaban golpear", recuerda Rodríguez quien llegó a poner algún ojo morado durante los preparativos para el filme.

Con el reconocimiento del festival de Sundance, de Deauville, de Cannes y de Nueva York, dedicado a los nuevos proyectos, los rumores como contendiente al Oscar son inevitables.

"Creo que lo que Hollywood necesita son visiones más complejas de lo que son las mujeres.

De los hombres también", sugiere la realizadora que pudo hacer el filme gracias a la financiación adelantada por el también director de cine John Sayles.

Si bien en principio su historia no estuvo concebida para una actriz hispana, sí que deseó reflejar la diversidad que existe en la sociedad estadounidense.

"No seguí una agenda política sino que quise mostrar con realismo el mundo del boxeo en Nueva York y en ningún otro cuadrilátero coexiste tanta diversidad", apunta.

En el caso de Rodríguez, si bien publicaciones como la revista "Time" la señalan como la nueva rival Jennifer López, ella prefiere huir del calificativo de latina como una limitación en su carrera.

"En realidad creo que me limita más el hecho de ser mujer que el de ser hispana", afirma esta admiradora de Michelle Yeoh, la experta en artes marciales.

"No es que reniegue de mis orígenes y claro que se necesitan más películas con hispanos pero tienen que ser filmes de verdad, que no sean sobre la raza sino sobre la realidad que nos rodea a todos, da igual de donde vengamos", confiesa.

Entre los ejemplos de este tipo de cine sugiere a Pedro Almodóvar y su último largometraje, "Todo sobre mi madre", que, dice, "es sobre la vida".

Si bien el debú de Rodríguez se ha visto seguido de múltiples ofertas, entre ellas las que ya está realizando con Spike Lee para televisión ("3 P.

M") y el largometraje "Red Line", sobre carreras ilegales de coches en Los Angeles, su futuro aún es incierto.

"No quiero caer en ningún estereotipo haciendo de pandillera o camarera mexicana.

Por eso quiero prepararme como guionista y si así no puedo contar las historias que quiero me tendré que hacer directora", agrega.