Mitos y realidades sobre los ejercicios y la edad
Publicado 2005/08/04 23:00:00
- REDACCION
No crea todo lo que escucha sobre los ejercicios. Aquí le explicamos qué es mito y qué es realidad.
HACER ejercicios es una actividad que debería tener un espacio en nuestras agendas. Si usted aún no le ha dado cabida porque tiene algún temor o alguna duda, lea cómo el instructor personal y de fitness, Abdiel Abdull Forde, desmiente los mitos, y de seguro comenzará su entrenamiento ya.
Nunca hice ejercicio, no puedo empezar ahora.
FALSO. Se puede comenzar a hacer ejercicios a cualquier edad. De hecho, mucha gente lo hace cuando los hijos ya son más grandes y no necesitan tanta atención e, incluso, cuando se jubilan.
Sólo hace falta prestar atención a lo que el cuerpo nos "dice". Correr 10 kilómetros la primera vez puede ser mucho, pero eso no implica que no pueda empezar con un kilómetro, o una cuadra. Peso lo mismo que cuando estaba en la secundaria. No necesito hacer ejercicio.
FALSO. No siempre mantener el peso equivale a estar en forma.
La aptitud física depende de la composición corporal, resistencia cardiorrespiratoria, fuerza muscular, resistencia muscular y flexibilidad.
El peso sólo sirve para dar una idea de sólo uno de estos factores, la composición corporal. La relación entre grasa y músculo aumenta con la edad.
CIERTO, pero sólo en términos generales.
En realidad, es imposible determinar cuánto de este incremento se debe a los efectos de la edad y cuánto depende de la disminución de la masa muscular que acompaña a la falta de actividad física.
La gente de mediana edad que sigue haciendo actividad física tiene un cuerpo mucho más magro que quienes son más sedentarios, pero aún así tiende a engordar un poco.
Por lo tanto, no alcanza con el ejercicio o la práctica deportiva y es necesario cuidar la ingesta de calorías.
Con la edad, el cuerpo declina. Como el vaso a medio llenar, depende de cómo se lo mire. Algunas funciones corporales tiene su tope a los veinte años, y otras a los treinta.
Como en el caso del peso, es difícil determinar si la declinación se debe a la edad o al sedentarismo.
Sin embargo una cosa es clara: los deportistas parecen capaces de retardar el proceso de envejecimiento mejor que los sedentarios. Después de cierta edad, el ejercicio ya no mejora nada.
FALSO. Es mejor comenzar de joven y no interrumpir, pero también es mejor comenzar ahora que más tarde o nunca. Antes de comenzar, hay que tomar precauciones.
CIERTO. Antes de comenzar, debe consultar al médico y hacerse todos los estudios que el profesional considere necesarios.
Si no guarda este recaudo, no sólo corre el riesgo de lastimarse, sino que la disconformidad resultante puede hacerlo descorazonarse y hacerlo desertar antes de comenzar.
Si va a empezar a hacer ejercicios no haga lo que está de moda o lo que todos hacen. Haga lo que le resulte mejor a usted.
Cualquier actividad física regular que comience será beneficiosa, pero no puede esperar mejorar tan rápido como una persona de menor edad, ni alcanzar el estado que tenía cuando era joven.
Nunca hice ejercicio, no puedo empezar ahora.
FALSO. Se puede comenzar a hacer ejercicios a cualquier edad. De hecho, mucha gente lo hace cuando los hijos ya son más grandes y no necesitan tanta atención e, incluso, cuando se jubilan.
Sólo hace falta prestar atención a lo que el cuerpo nos "dice". Correr 10 kilómetros la primera vez puede ser mucho, pero eso no implica que no pueda empezar con un kilómetro, o una cuadra. Peso lo mismo que cuando estaba en la secundaria. No necesito hacer ejercicio.
FALSO. No siempre mantener el peso equivale a estar en forma.
La aptitud física depende de la composición corporal, resistencia cardiorrespiratoria, fuerza muscular, resistencia muscular y flexibilidad.
El peso sólo sirve para dar una idea de sólo uno de estos factores, la composición corporal. La relación entre grasa y músculo aumenta con la edad.
CIERTO, pero sólo en términos generales.
En realidad, es imposible determinar cuánto de este incremento se debe a los efectos de la edad y cuánto depende de la disminución de la masa muscular que acompaña a la falta de actividad física.
La gente de mediana edad que sigue haciendo actividad física tiene un cuerpo mucho más magro que quienes son más sedentarios, pero aún así tiende a engordar un poco.
Por lo tanto, no alcanza con el ejercicio o la práctica deportiva y es necesario cuidar la ingesta de calorías.
Con la edad, el cuerpo declina. Como el vaso a medio llenar, depende de cómo se lo mire. Algunas funciones corporales tiene su tope a los veinte años, y otras a los treinta.
Como en el caso del peso, es difícil determinar si la declinación se debe a la edad o al sedentarismo.
Sin embargo una cosa es clara: los deportistas parecen capaces de retardar el proceso de envejecimiento mejor que los sedentarios. Después de cierta edad, el ejercicio ya no mejora nada.
FALSO. Es mejor comenzar de joven y no interrumpir, pero también es mejor comenzar ahora que más tarde o nunca. Antes de comenzar, hay que tomar precauciones.
CIERTO. Antes de comenzar, debe consultar al médico y hacerse todos los estudios que el profesional considere necesarios.
Si no guarda este recaudo, no sólo corre el riesgo de lastimarse, sino que la disconformidad resultante puede hacerlo descorazonarse y hacerlo desertar antes de comenzar.
Si va a empezar a hacer ejercicios no haga lo que está de moda o lo que todos hacen. Haga lo que le resulte mejor a usted.
Cualquier actividad física regular que comience será beneficiosa, pero no puede esperar mejorar tan rápido como una persona de menor edad, ni alcanzar el estado que tenía cuando era joven.
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