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Primer encuentro: expectativas, sorpresas y decepciones
Daschenka Chong - Publicado:
No nos llamemos a engaño, me dijo ella, lo que atrae inicialmente a las personas es el físico; nada de esas patrañas de que me gustó la profundidad de sus ideas o sus arraigados valores, en las relaciones casuales lo que entra por los ojos es lo despierta el gusanillo del deseo.“Nos engañamos porque no aceptamos que somos seres sexuales con necesidades físicas y le damos carices emocionales a las relaciones, cuando en su mayoría el propósito final es llegar a la cama.No hablamos de amor verdadero, sino de la galantería, la cacería de un hombre y una mujer que buscan algo”, expresó la psicóloga María Eugenia Moreno- Góngora cuando le hablé de los primeros encuentros sexuales.No me mal entiendan, no hablamos del debut sexual, sino de tener relaciones por primera vez con alguien.Es cuando durante todo el día tienes antojo de un “cheesecake”, por horas lo deseas y cuando finalmente sales del trabajo te das ese gustito o gustazo, todo dependerá de la calidad del postre.“Todo depende”, dijo uno de mis entrevistados, “si la conoces y te gusta hace tiempo, te esfuerzas y das lo mejor de ti para que tanto ella como tú queden satisfechos; pero si se trata de un ‘levante’ no importa mucho, total, no la vas a volver a ver”.Sabias palabras.No es lo mismo tener sexo con alguien que te gusta y que pretendes, que con alguien que salió de repente.Si llevas tiempo trabajando el asunto, el deseo y la pasión serán mayores.Anteriormente ya has fantaseado con cómo sería y si la persona es lo suficientemente interesante hasta piensas en algo más.¿Qué hace el león con su presa?, me pregunta María Eugenia.Ella misma se responde: “La caza, le cae encima, come y deja los restos”.Añade que lo mismo pasa en la vida cotidiana, la tensión que produce el proceso de conquista se pierde rápidamente, y si la mujer quiere jugar inteligentemente tiene que aprender las reglas del juego.El proceso de conquista se disfruta, levanta el ego, nos hace sentir bien y calma las ansias físicas, pero después que se consigue lo que quiere, las expectativas bajan, tanto en hombres como en mujeres.Los encuentros fugaces y superficiales por lo general no van más allá.¿Se disfrutan? Depende, vuelve a ser la respuesta.Si estamos alcoholizados las capacidades de respuesta física bajan y los niveles de satisfacción no son los mismos que cuando estamos en completo control de uno mismo, nos dice la experta.“Si se mantiene en el plano netamente físico puede ser bueno, lo que aumenta la posibilidad de que se convierta en algo emocional.Todo depende de las destrezas y de los gustos de cada uno; emocionalmente, es difícil que alguien a quien no conoces o a quien conoces poco te puede satisfacer emocionalmente.Todo depende de en donde se concentre la satisfacción si en el aspecto emocional o en el físico y qué es lo que se quería”, indica Moreno-Góngora.La psicóloga manifestó que somos seres humanos adultos que tenemos necesidades, apetitos sexuales y respuestas físicas normales, comunes y aceptables; el problema radica en los mitos que manejamos: el de la mujer fácil y el del hombre mujeriego.“El aspecto social y cultural tienen más peso que el emocional.Socialmente hablando no está bien vista la mujer que disfruta del sexo de manera libre y espontánea, eso levanta ciertas sospechas.Para el hombre no, existe una aceptación solapada de que eso es parte de su cotidianeidad.En nuestras culturas el hombre es el cazador y la mujer la presa”, explica.Antes de bailar el mambo horizontal debemos pensar algunas cosas: lo mismo podemos ser aceptados como rechazados, todo es cuestión de química y gustos afines.El sexo puede ser un factor que una o separe, ya sea temporal o permanentemente.Y si nuestra pareja de baile es alguien cercano a nuestro círculo, peor.El verlo o verla contantemente puede convertirse en una verdadera pesadilla.Nuestro consejo: A un cuerpo caliente, cabecita fría.