Qué comer para ganar un partido
- REDACCION
Tres días antes del partido, el atleta debe comer aún más carbohidrato (¡así es, hasta 70% del total de sus calorías diarias!). ¡Viva la pasta, el pan, el arroz y las papas!
La noche antes de cada partido, debe cenar liviano para lograr descansar suficiente.
Tres horas antes del juego, será su última comida: comer aproximadamente 100 gramos de carbohidratos, moderado en proteínas y bajo en grasa.
30 minutos antes del juego se sugiere tomar té de hierbas u otra bebida caliente sin cafeína. Alternativamente, puede tomar un pequeño consomé caliente. También debe tomar una bebida de rehidratación a temperatura ambiente que contenga alrededor de 14 a 20 gramos de glucosa.
Tan a menudo como le sea posible durante el juego, el futbolista debe tomar una bebida que contenga carbohidratos a temperatura ambiente. De ser posible, debe aprovechar para comer alimentos que restauren la energía rápidamente. (por ejemplo: guineo, pasitas, miel, zanahorias, o barras de energía altas en carbohidratos).
Después de cada partido, el futbolista debe comer inmediatamente, o tan pronto como le sea posible antes de que pasen dos horas. Nuevamente, es importante que coma suficiente carbohidratos (aproximadamente 50-100 gramos de carbohidratos) para restituir el glucógeno que acaba de utilizar durante el juego.
Asimismo, “tampoco se puede afirmar que porque un niño en algún momento de su vida pudiera gustarle jugar con muñecas o a una niña le encante el fútbol, van a ser él homosexual y ella lesbiana. Eso no es lo que va a ser determinante”, comentó.
“¿Acaso los hijos no son tanto de la madre como del padre y no debe por ende también él aprender a cuidarlos?”, se preguntó en voz alta para sustentar lo anterior. Expresó, además, que “¿qué tiene de malo que una niña juegue fútbol? “
Igualmente, la psicoterapeuta Villamil mencionó también al rechazo que puede sentir el niño o la niña por parte de sus compañeros/as, independientemente de que él/ella no elija inclinarse por el homosexualismo o lesbianismo.
“No hay que subestimar al niño/a, se da cuenta que son diferentes a sus amiguitos/as y crea otra serie de traumas innecesarios en él/ella”, dijo.
Para concluir, la psicoterapeuta enfatizó en que definitivamente no está de acuerdo con el matrimonio entre homosexuales y menos en que se le den niños/as en adopción. “Para eso Dios creó a Adán y a Eva, sino hubiera creado a Adán y Pedro”, dijo.
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