Río abajo, Parque Lefevre
Publicado 2001/12/29 00:00:00
- Lezama
Con voz emocionada, Elvia Miller recordó cuando su nieta Yarelis Cedeño Aparicio tenía su corazón enfermo: "Caminó a los tres años, se sentó a los 11 meses. Ahora es que está viviendo". La adolescente de 13 años fue operada hace ocho. Vive en Tocumen y cursa el 1er. año del colegio Elena Chávez de Pinate.
A Jerelin la operaron a los tres años. "Tiene cinco años. No podía correr, se ponía morada y se agotaba. Ahora juega y corre", expresó su madre.
También hubo quienes dijeron que fue: "algo muy grande porque no había otra solución que hacer una operación, "que sigan ayudando a la Fundación Obsequio de Vida. Por el apoyo que le han dado a las familias que tienen niños con problemas del corazón", "para mí ha sido algo muy grandioso".
Finalmente, luego de que la chiquillada se divirtió a más no poder y degustó alimentos ofrecidos por la empresa que le ofreció el agasajo, el Sr. Fermín Thomas Chan, tesorero de la Fundación explicó que si los niños/as con afecciones del corazón llegan a la pubertad y no son operados no sobreviven. Pero, no sólo se trata de que se les salva la vida, sino que se les evitan dolores y traumas, y si tienen buenas calificaciones reciben un segundo obsequio de vida, se les otorga una beca, añadió el Sr. Ford, a quien todos abrazan y besan con cariño mientras le dicen "Tío Tom".
A Jerelin la operaron a los tres años. "Tiene cinco años. No podía correr, se ponía morada y se agotaba. Ahora juega y corre", expresó su madre.
También hubo quienes dijeron que fue: "algo muy grande porque no había otra solución que hacer una operación, "que sigan ayudando a la Fundación Obsequio de Vida. Por el apoyo que le han dado a las familias que tienen niños con problemas del corazón", "para mí ha sido algo muy grandioso".
Finalmente, luego de que la chiquillada se divirtió a más no poder y degustó alimentos ofrecidos por la empresa que le ofreció el agasajo, el Sr. Fermín Thomas Chan, tesorero de la Fundación explicó que si los niños/as con afecciones del corazón llegan a la pubertad y no son operados no sobreviven. Pero, no sólo se trata de que se les salva la vida, sino que se les evitan dolores y traumas, y si tienen buenas calificaciones reciben un segundo obsequio de vida, se les otorga una beca, añadió el Sr. Ford, a quien todos abrazan y besan con cariño mientras le dicen "Tío Tom".
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