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Vacunas contra hepatitis, cólera y disentería en los alimentos
Abu Dabi/EFE - Publicado:
Las vacunas contra la hepatitis B, el cólera y la disentería ya han sido "insertadas" en fruta y verdura genéticamente modificada, según ha revelado un grupo de científicos reunidos en Erice (Sicilia, sur de Italia)."El proyecto está en una fase avanzada de realización, con experimentos en el hombre y en un plazo de dos años podría comenzar una campaña de vacunación de masas en Africa", aseguró Julian Ma, inmunólogo del Guy"s Hospital de Londres.El anuncio, efectuado en el "25 Seminario Internacional sobre Emergencias Planetarias" del Centro de Investigación de Erice, supone "un importante abaratamiento de los costes de vacunación, además de permitir el acceso a una gran masa de población en un plazo de tiempo mucho menor".El sistema consiste en seleccionar el fragmento del DNA del virus que produce la proteína capaz de combatirlo y se traslada en el laboratorio al alimento, que una vez ingerido, permite el desarrollo de anticuerpos específicos contra ese mismo virus.Los resultados obtenidos, explicó Ma, hacen prever una rápida evolución de este tipo de prevención, que podría extenderse a cualquier tipo de enfermedad de origen viral, incluido el sida.El experto añadió que "hasta ahora la experimentación humana se ha llevado a cabo con un grupo de voluntarios que han ingerido patatas capaces de estimular la producción de anticuerpos contra la hepatitis B".Sin embargo, aún hay "límites que deben ser superados", como reveló el especialista italiano Francesco Sala, biólogo de la Universidad de Milán."La patata debe ser suministrada cruda para no destruir el principio activo que estimula la producción de anticuerpos y no es fácil convencer a los niños y a ciertos adultos para que se coman el tubérculo sin cocinar", dijo.El físico Antonio Zichici aseguró que "los cultivos serán controlados y la distribución vigilada" ante las críticas de algunos participantes sobre un eventual uso excesivo de este tipo de alimentos."Si pensamos en las necesidades de los países pobres y en vías de desarrollo, entre no hacer nada ante la hepatitis, cólera y disentería y el hipotético riesgo de una sobredosis de prevención, ¿qué debemos elegir?", se preguntó.