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Videojuegos: las niñeras electrónicas
Guaynabo, Puerto Rico - Publicado:
Durante meses escuché a mis hijos de 6 y 5 años hablar de un tal "Chicorita", (Chicorita esto, Chicorita lo otro, Yo soy Chicorita); y pensé que se trataba de algún nombre gracioso que usaban entre ellos, hasta el sábado pasado supe que Chicorita era un personaje de un videojuego, cuando los escuché conversando con un niño que usaba un juego de video portátil.Como yo, hay muchos padres que no tenemos idea de lo que ven nuestros hijos en los juegos de video, se los compramos y nos olvidamos de que existen.Pero ¿Qué tan beneficiosos o perjudiciales son? La psicóloga Desirée Varela piensa que esos juegos son fantásticos para desarrollar la concentración y muchas habilidades psicomotoras, reflejas, de percepción.Al poner a un adulto y a un niño a jugar, asegura que el niño ganará más del 50% de las veces, por la agilidad que ha desarrollado.Además esos juegos los ayudan a ser más aptos para lidiar con los nuevos avances tecnológicos.Lo negativo que le ve a los videojuegos son los excesos, el niño necesita otras actividades para desarrollarse en forma integral: actividades físicas, deportes para su desarrollo y salud física y mental.Con el deporte aprende reglas, comparte y trabaja en equipo."Es importante dedicar tiempo al estudio, a estar en familia, a pasear y conocer nuevos lugares, incrementar el acervo cultural".La licenciada Varela opina que es importante saber qué tipo de juego se compra, hay algunos llenos de violencia, otros como los de fútbol, carreras de carro, y basketball que son menos violentos, llenos de retos y a veces hasta cómicos.Por su parte, la psicóloga Marisol Reyna, explicó que algunos estudios realizados sobre los juegos de video describen una situación muy particular en los niños cuando ven a su personaje favorito morir cada 5 minutos, lo que crea una normalización de la conducta y una pèrdida del deseo por la vida.Estos juegos les enseña a los niños que el personaje tiene que matar o morir; algunos juegos contienen mucha violencia, por lo que no son la mejor opción para entretener a sus hijos."No les aportan nada positivo".A su parecer, tenemos que sentarnos con ellos y explicarles que para ser el bueno no tienen que matar a los malos y que el bueno al matar al malo está actuando mal.Deben entender que esas actitudes son parte del juego, pero que en la vida real se debe actuar de manera diferente.Según los entendidos, los juegos de video llevan a los niños a actuar en forma violenta y antisocial cuando los pequeños pertenecen a un entorno social agresivo; carecen de espacio, de tiempo y de compañeros de juego y/o tienen un ambiente familiar poco comunicativo.La adicción y aislamiento se dan cuando los niños no tienen más opciones.Al comprarles un juego debemos informarnos para qué edades son adecuados y cuál es su contenido; prefiramos los juegos en grupo, que faciliten la comunicación y variemos la temática, la dinámica y la estrategia del juego, por ejemplo: carreras, deportes, desafíos mentales, etc."Los niños siguen siendo niños, y sus necesidades, su identidad y sus anhelos más profundos son los mismos que los de todas las personas, aunque nazcan rodeados de máquinas con botones e interruptores: necesitan ser acogidos, alimentados, protegidos, pero, sobre todo, amados.Las máquinas no sustituyen el contacto humano y la inmediatez afectiva.Numerosos de los hoy adolescentes han pasado muchas horas solos delante del televisor, y un alto porcentaje de esas horas las han pasado añorando compañía y atención por parte de unos padres ocupados y ausentes que han hecho lo que han podido, pero que, en muchos casos, idolatraron más que amaron a sus hijos, los veneraron más que los comprendieron", este pensamiento de Gustavo Pietrolli llama a la reflexión.Estamos tan empeñados en darle a nuestros hijos lo que no tuvimos, que olvidamos darle lo que vivimos: aire fresco, sol, una tarde jugando La Lata o a las canicas y muchos "te amo".