El Penta solamente a un paso

Al clasificar ayer miércoles a la final de la Copa del Mundo, derrotando a Turquía por 1-0, la selección ‘verdeamarela’ quedó a solamente una victoria de un inédito quinto título mundial de fútbol, el ‘pentacampeonato’ tan soñado por todos los brasileños.

Brasil consiguió la hazaña de clasificar para la tercera final seguida en Copas del Mundo, y tendrá ante Alemania, éste domingo 30 de junio, la oportunidad única de agregar un trofeo a su ya impresionante foja de servicios y escribir una página inédita en la historia del deporte.

Después de las ya legendarias conquistas en Suecia-58, Chile-62, México-70 y Estados Unidos-98, los brasileños estuvieron al borde de conseguir la hazaña en Francia-98, pero en esa oportunidad no presentaron un fútbol en el nivel esperado y cayeron goleados por 3-0 ante los dueños de casa.

La otra gran frustración brasileña en una final de Copa del Mundo ocurrió precisamente en casa, en 1950, cuando cayeron ante Uruguay por 2-1 en un partido que pasó a la historia como el “Maracanazo” de la selección uruguaya.

Este año, los brasileños tendrán por delante a la selección de Alemania para alcanzar el sueño del quinto título —o simplemente ‘el penta’ como lo llaman los aficionados locales—, una especie de obsesión nacional en la búsqueda de nuevas glorias.

El camino de Brasil a la final del Mundial 2002 comenzó precisamente ante Turquía, en Ulsan, Corea del Sur.

Fue el partido más nervioso, por ser el del debut en el Mundial asiático, y también el que más exigió de Brasil.

Los brasileños se impusieron en el terreno con la extraordinaria movilidad de Juninho por el mediocampo, aunque la victoria por 2-1 llegó mediante un controvertido penal, cuya falta fue cometida fuera del área, cuando el partido ya expiraba.

Seguidamente, Brasil viajó a Seogwipo para enfrentar a China.

Los muchachos dirigidos por Bora Milutinovic venían de perder por 2-0 ante Costa Rica, y en los minutos iniciales buscaron sorprender a los brasileños apoyándose en la velocidad de su juego.

Pasado el primer susto, Brasil impuso su mayor categoría y terminó con un cómodo 4-0.

Los goles brasileños fueron marcados por Roberto Carlos, de tiro libre (15), Rivaldo (32), Ronaldinho Gaúcho, de tiro penal (45) y Ronaldo (55).

Finalmente, y ya clasificado a los octavos de final, Brasil enfrentó en Suwon a una selección de Costa Rica que aún soñaba con un pase a la segunda fase.

Pero los ‘ticos’ se encontraron con una escuadra brasileña en una tarde ‘iluminada’, que no tuvo problemas en conseguir un categórico 5-2.

222La del domingo será la tercera vez seguida que Brasil dispute una final de la Copa del Mundo.

Este resultado, paradójicamente, eliminó a Costa Rica y clasificó a los octavos de final a la selección turca, que hizo su tarea y derrotó a los chinos.

Para octavos de final, Brasil viajó a Kobe, Japón, para enfrentar a la ordenada selección de Bélgica, que opuso una sorprendente resistencia apoyada en la fuerte capacidad de marcaje en el mediocampo, llegando incluso a anotar un gol que fue equivocadamente anulado.

Brasil se recuperó y nuevamente puso a trabajar su formidable capacidad ofensiva, apabulló a los belgas para irse a las duchas con un 2-0 en el marcador que no dejó dudas sobre quién había mandado en el terreno.

Seguidamente, los brasileños se trasladaron a Shizuoka para el partido por los cuartos de final contra una selección de Inglaterra que venía ‘envalentonada’ por una victoria por 3-0 ante Dinamarca.

Ante los brasileños, los ingleses llegaron a ponerse en ventaja con un gol de Michael Owen, pero cometieron el error fatal de dejar los espacios al adversario.

Ronaldinho Gaúcho cedió el balón a Rivaldo para que empatara y luego puso el 2-1 en un increíble tiro libre desde más de 35 metros.

Brasil jugó casi todo el segundo tiempo con diez hombres por la expulsión de Ronaldinho, pero Inglaterra ya no tuvo ideas —a pesar de la superioridad numérica— para encontrar el empate y no tuvo otra salida que hacer sus valijas.

Después de derrotar a Turquía, los brasileños evitan a toda costa asumir la condición de favoritos.

Por delante tendrán a la poderosa flota germana, con todo el peso de su tradición y de sus tres campeonatos.