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Desde el jardín de Mamá Charo
Héctor Collado - Publicado:
El jardín de Mamá Charo obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil Carlos Francisco Changmarín 2008, en su primera versión.Está armado con sabiduría, dosificado en un prólogo y 12 historias de un solo viaje.Gloria Rodríguez decidió salir al jardín y se dejó picar por los insectos que enceguecen de amor mirando las flores.Su libro, el libro de ustedes, contiene moralejas paralizantes, más bien motivadoras y un chisporroteo de frases aleccionadoras, aparentemente sin pretenderlo.Cuando se une el arte de escribir con el interés por enseñar algo, se produce un binomio cuadrado perfecto.La belleza es transparencia y en estos textos se desborda, textos limpios, impecables como deben ser los destinados a la infancia.Y si el autor emplea a fondo creatividad e imaginación en su propósito el resultado es un hito.Este libro será lectura obligada que no obligatoria en las escuelas… porque una historia bien contada, que no le teme al lenguaje ni a la poesía, merece lectores, y porque Rodríguez Molina nos da la llave para abrir todas las puertas.Hay un cuento que se llama El vacío que según la historia es eso que nos queda cuando algo se acaba, cuando alguien se va, cuando te quedas solo, íngrimo.Y es una invitación a una lectura que crece, pregunta, piensa, responde, siente, se siente la belleza de embadurnarse con las palabras y la tierra y la infancia.Porque como bien dice Holderling: “A los niños pertenece la belleza”.El jardín de Mamá Charo es una obra que exige cierta complicidad de parte del lector, pues nos devuelve a la ternura, y a esos momentos que pasan de manera imperceptible mientras llegamos a la adolescencia.Si tengo cincuenta años, viajaré con el recuerdo y si tengo 50 años viajaré con los sueños… He aquí que la autora nos hace oscilar entre esas dos eternidades.Eso también se lo vamos a deber.Tranquilito, tal es el nombre del personaje, que será mítico, como el Cocorí de Joaquín Gutiérrez, de Costa Rica o Papelucho de Marcela Paz de Chile, hace un viaje a la adolescencia que dura un verano.Mientras transcurre dicho trayecto se enfrenta a su identidad, a la soledad, al amor, ni qué decir de los valores afectivos, estéticos y morales.Gloria hoy nos entrega un boleto de ida y vuelta que se paga con lecturas, caricias, abrazos, aplausos y muchas gracias.