El hombre detrás del chiste

Si, si vive del chiste, lo admite; inclusive esta entrevista fue una carcajada de principio a fin, solo interrumpida a intervalos; imposible evitarlo. Pero cuando hablamos de la desaparición de Ricardo Serrano, dos años atrás, o de un mensaje de año nuevo para los panameños, su diálogo se tornó grave, asumió profundidad y agradecimiento, y tuve que llegar a la conclusión de que detrás del chiste transita un hombre serio, que seriamente administra la vida en broma.
Fue la percepción que me dejó y no he logrado imaginar aun que ese humorista, que cada semana actúa en la pantalla chica con el mayor desenvolvimiento y la más incisiva de las picardías, cuando concursó por primera vez, perdió. Sí, perdió. Aquella vez Andrés Poveda se fue a la casa entre frustrado, herido, avergonzado e incrédulo. Usted se puede imaginar, nada de chiste, lo eliminaron. Él mismo, como buen monagrillero, nos lo contó con lujo de detalles.
Cuando comenzaron los programas Juan Carlos invitaba a sus amigos, así que estaba gente cocotuda, pesada, de farándula y yo veía eso muy distante para mí. Estaba Carlos Rabat, Willy Fernández, Maduro, una ingeniera Torrijos, gente "cutriñona". Después fue haciéndose más pueblo, iba gente recomendada y los que me conocían comenzaron a entusiasmarme. Y fui a hacer la prueba. En el primer trimestre había ido un humorista de Monagrillo que había escrito hasta un libro, pero las cámaras se lo comieron. A partir de allí Juan Carlos comenzó a hacer la audición para que no le volviera a pasar eso. Entonces fui a la primera audición, empujado por las amistades. En esa primera audición yo tenía un chiste con muchas aristas, y muchos cambios, pero el chiste era fuerte. Yo no tenía pensado contar ese chiste, lo hice en la audición para demostrarles que podía llorar, reír. No me aceptó el chiste: "Cuenta otro", -me dijo. El incidente rompió la química y no clasifiqué…llegué a la casa desmoralizado, "deprimio". Cuando llegué a la casa - reveló a Semblanzas-, y le conté a Oscar, mi hermano, me dijo entre sorprendido y burlón: " ¡Nooo!, no puede ser…te eliminaron?".
Era 1985, cuando la creatividad de Juan Carlos Tapia llevó por primera vez a la TV panameña aquel inolvidable programa llamado El que ríe de último, ríe mejor. Era la primera vez que algo así aparecía en un canal panameño.
Aquel año, tras un segundo intento, Andrés barrió con todos los premios: el mensual, el trimestral y el anual, y comenzó la fama. Diez años después, en 1995, en TVN Canal Dos, con el respaldo de Pedro Díaz Alfaro y Ricardo Dicky Paredes, arrancó el Poveda Show ¡Jooó!, y pese a la década vivida sigue manteniendo una gran aceptación.
Entrevistar a Poveda nos llevó a comprender lo serio que hay en los chistes; contarlos y saber cómo se puede unificar en la risa a un público heterogéneo. Hay que escoger el tema para el público, ligarlo a su psicología, tantearlo para ver qué le gusta o que no, porque como le dijo el profesor Dionis Vega a nuestro entrevistado: "no es lo mismo ver a una muchacha en bikini en el súper, que verla en la playa" . Y créanme, no es nada fácil, tiene que haber talento.
Y en Andrés Poveda este asunto parece genético, geográfico y moral; procede, según nos dijo, de la manera particular que tienen aquellos con quienes se crió, de darle la vuelta a los caprichos de la vida.
Eso, primero que nada, viene de familia; -nos dijo-, viene de las "células madres"; mi mamá es muy graciosa para contar sus anécdotas, sus vivencias; el pueblo de Monagrillo es muy dado a contar sus vivencias, sus vicisitudes, sus problemas, sus alegrías y frustraciones, con mucha gracia, con mucho humor.
En Poveda es tan precoz ser humorista que cuando estaba en primaria maestros y estudiantes aplaudían su talento para declamar, con lágrimas en los ojos, la poesía del uno al diez.. Quien suscribe este artículo lo conoció a mediados de los años 70 cuando declamaba los poemas del Indio Duarte.
-Sí, pa" los días de la Madre hasta el vecino lloraba, recordó divertido.
Un panameño nacido en Monagrillo, provincia de Herrera, heredero de la mejor tradición de ese pueblo: contar chistes. O lo que es lo mismo, una forma de vida, muy propia y particular.
Eso es típico de ese pueblo -explicó- y lo que lo caracteriza es contar las cosas que le suceden, antes que venga otro a contarlas.
De ahí que se piense que en Monagrillo todo el mundo cuenta chiste, -dijo. No es que cuenten chiste, sino que cuentan sus cosas, y la forma como las cuentan.
Semblanzas: ¿Pero supongo que los pueblos chistosos son muy tolerantes? ¿No te puedes disgustar por lo que te digan?
AP: No te puedes poner bravo porque es peor. Allí cada sobrenombre tiene una razón de ser, no es que te lo ponen por ponértelo, surge de algo. Allí hay uno que tiene como siete sobrenombres, porque el tipo es feo. Feo, feo, pero feo, y uno de los sobrenombres es… perfil griego.
Semblanzas: Andrés Poveda es hijo de Pastor Poveda (r.i.p.) y Belén Villareal de Poveda. -"De Belén y Pastor, y yo soy el Niño Dios", nos dijo. Hizo sus estudios en la Escuela Primaria de Monagrillo; la secundaria entre Monagrillo y Chitré. Estudio Minas, en el extranjero y Comunicación en la Universidad Santa María, pero no vive de ninguna de esas dos profesiones. -Yo, yo si vivo del chiste, declaró. Es el penúltimo de seis hermanos y se negó rotundamente a decir su edad, no por él claro, "sino porque después Oscar dice que le calculan la de él".
Semblanzas: ¿Alguna vez soñaste con ser humorista?
AP: No, pero si me decían. Algunos profesores me decían "tu tienes fibra humorística", pero en Panamá no había tradición de humoristas. Esa modalidad de animación se viene a dar a raíz del programa de Juan Carlos Tapia, porque aquí los humoristas que se conocían era Álvarez Guedes, Montecristo, La Nena Jiménez, todos del extranjero, pero en Panamá no había el humorista tal, el chistólogo tal
Semblanzas: ¿Después de veinte años en el oficio cómo te sientes, cómo renuevas tu repertorio, cómo te estructuras para mantenerte en el nivel en que te encuentras?
AP: Yo siento que con el tiempo y la experiencia hemos superado muchas dificultades. Lo más difícil en el campo humorístico es que la gente te acepte. Hay parte del público que lo ve a uno como bicho raro. Ahora nos sentimos más confiados, dominamos más el escenario, sabemos medir más el repertorio para diferentes públicos.
Semblanzas: Claro, lo que puede ser un chiste en un lugar o ante determinado público, no necesariamente lo es en otro.
AP: Y lo que puede ser picantito para unos, para otros puede ser vulgar. Y para otros puede que la vulgaridad resulte graciosa, y para otros, repugnante. Así que uno ya ha aprendido eso, y sabe medirse y va tanteando al público. Inclusive me ha pasado que cuando hecho chistes blancos, no siento la reacción del público, a diferencia de cuando uso las palabritas claves.
Semblanzas: ¿Veinte años Andrés?
AP: Si, a partir del programa de Juan Carlos Tapia, porque antes contaba chistes en el colegio. Con Pablo Benavides hacíamos showcitos improvisados. Yo en el colegio siempre fui muy bueno… llorando…Yo, por ejemplo, declamaba la poesía del uno al 10, llorando; en la medida en que iba subiendo el número, era mayor el llanto… y la gente me la pedían. Pero es que ahí está la cosa, declamar una cosa tan tonta, meterle la emoción y hacer reír a la gente.
Semblanzas: En 1985 ganaste varios concursos
AP: Los gané todos, invicto, como se dice. Pero ahí pasaban cosas. La primera grabación yo sentía que brincaba en la silla, cuando estaba esperando mi turno. Porque la primera grabación eran tres programas, y yo estaba como en el último. Y entonces las mariposas en el estómago.
Semblanzas: ¿Hubo respaldo familiar en esos primeros días?
AP: A esas grabaciones siempre fueron mi mamá y una tía mía Mare y entonces yo, sabiendo conociéndolas, de que ellas se ríende lo que sea ¡y duro!, les dije: ¡"na"má que se van a reír con los chistes míos ah!; ¡cuidao que se ríen con los de la competencia! Y esas señoras se querían morir de la risa, tanto así que el público se reía de los chistes y de las risas de ellas. Recuerdo que estaba Enrique Olivilla que se moría de la risa viendo a mi mamá y a mi tía riéndose. Pero cuando Juan Carlos vio el video le pareció que estaba un poquito exagerada la risa de "las muchachas". Entonces me llamó a parte y me preguntó que quiénes eran las señoras, y yo le dije que mi mamá y mi tía, y me dijo que se notaba que se estaban riendo como para favorecerme, y yo le dije, bueno pero si les gustaban los chistes míos, y el me dijo: pero si los otros también estaban buenos. La cosa fue que yo se los dije a ellas cuando llegue a la mesa, y encima Juan Carlos lo recalcó en el aire, no directamente a ellas, pero generalizó; así que sabiendo que era con ellas, no se rieron en el programa, y al otro día amanecieron con un corrinchoen el cuerpo, con una solamapor dentro ¡muy grande!, fue un reumatismo. Y fue el programa que gané con el mayor margen de puntos.
Semblanzas: ¿Cómo ha evolucionado Poveda Show Jooó, cuándo comienza en TV2, y cuáles son los momentos más destacados?
AP: Yo trabajaba en todas las televisoras, me contrataban para hacerle rellenos en su programación. Entrece a Ganar, TVN me invitaba para sus lanzamientos de tarifas, canal cuatro para entrevistarme; cuando la One-two tenía en canal cuatro Sábado Sabroso, me invitaban para participar en eventos. Después, cuando comenzaron los noticieros matutinos en las televisoras, canal dos contrató a Wilfi Jiménez, para que contactara a la gente que iba a ser los noticieros, y me llamó para que hacer el hombre del tiempo a lo montuno. Ensayamos como tres semanas, sin cámara, casi un mes como si estuviéramos saliendo al aire, hasta que comienza el TV Desayuno. Pedro Díaz siempre estaba diciendo "…tenemos que hacer algo", y entonces Dicky Paredes concreta el proyecto.
Semblanzas: Entonces Peter Díaz y Dicky Paredes eran quienes estaban detrás del programa?
AP: Sí. Son Pedro Díaz y Dicky Paredes quienes estaban detrás del programa. Se hacen los anuncios, se llama a la gente, se les invitaba para que se inscribieran. Yo hacía las audiciones. Iban 50, escogía los que me gustaban. Para las audiciones, a cada concursante yo lo entrevistaba una hora, personalmente, y les ayudaba a escoger los chistes. Esos fueron tres años que se hicieron concursos. En ese tiempo había un chiste: "Y señor ministro Usted va a hacer algunos cambios ahora que es Ministro?, -y el ministro decía: "claro que si, voy a hacer muchos cambios" -¡¿Y qué cambios va a hacer? Y el decía: -"Voy a cambiar de carro, voy a cambiar de casa, cambiaré de barriada, de mujer".
Semblanzas: Bueno Tú le has hecho chistes a los diputados, a los presidentes, ¿le harías a los magistrados ahora que está de moda el problema de la justicia en Panamá?
AP: Si, pero no sé. Eso se está poniendo tan agrio, tan desagradable que uno no podría hacer algún chiste, que no sea censurado por ello. Tendría que decir cosas feas
Pero no todo fue chiste en la entrevista. En un aparte, extenso y descriptivo habló sobre Ricardo Serrano, El Compa , quien falleciera dos años atrás, y de quien nadie se imaginaba, hasta hoy, que en sus actuaciones de los últimos meses actuaba herido de muerte.
Al final -recuerda Poveda- ya estaba presentando cuadros de debilitamiento, con dolores de estómago. En una ocasión estaba haciendo el papel del "meña", que bailaba y cantaba, y en medio del skech me decía bajito: "Andrés ya no aguanto más".
Semblanzas: Hace algún tiempo llegó a tu programa un muchacho que se convirtió en inseparable de tu programa, y de la misma gente que gustaba de sus chistes. Me refiero a Ricardo Serrano, El compa ¿cómo lo descubriste?
AP: En un evento grande en el antiguo Marriot(el Cesar Park de Hoy). En un evento que estaba montando Ramón Serrano el hermano de Ricardo, y en la ambientación del espectáculo se había montado una especie de pueblito, me llamó la atención un personaje que era un campesino más dentro de todo el engranaje del montaje. No se que vi. Te habló de 1993. Lo vi en ese evento; necesitaba personal entonces, porque yo era parte de un equipo de producción, yo aportaba ideas y yo lo busqué a él para que hiciera cuñas conmigo. Después de varios meses de trabajo se me perdió, no se que se me hizo. Recuerdo que le había prestado 500 balboas, antes de desaparecerse, porque o lo estimaba mucho. En ese tiempo todavía no era el compa; yo le presté 500 balboas para un acordeón que le vendían barato me abonó 200 y se me perdió
Semblanzas: ¿Se te perdió? y tú le habías prestado 500 balboas..
AP: Sí. Le decía a mi señora, mira pues se me perdió
Semblanzas: ¿Y hubo reemplazo?
AP: En esos días apareció la Judith Ramos; fue a contar chistes cuando era concurso, pero se moría del nervio. Pero después me vino con la idea de la ahijada que me decía padrino; algo así como la cuatro de Don Francisco. Vino ella y se me enfermó, y como por gracia de Dios reapareció El Compa
Semblanzas: ¿Sólo o con el resto del dinero?
AP: Con los 300 balboas y explicándome que se perdió porque le había salido el diagnóstico y había sido desahuciado.
Semblanzas: Espera, explícanos ¿antes de ser el compa, ya el había sido desahuciado?
AP: Si. Antes que fuese el compa famoso
Semblanzas: ¿O sea que en todo este período en el que se destaca, en el que inventa varios personajes, durante el cual miles y miles de personas se rían de sus actuaciones, ya estaba enfermo?
AP: Sí. Él aparece después, con los 300 balboas que me debía y con la explicación de por qué se me había perdido. Había sido operado del páncreas, y tenía una cicatriz inmensa que nunca me enseñó porque era muy discreto con sus cosas. Nunca se le vio sin camisa en los cambios, siempre tenía una franela abajo. Esa primera vez se curó. Estaba tan agradecido que iba a los hospitales a dar testimonio, al Oncológico. Le hablaba a los enfermos, repartía comida en el mercado a los indigentes. Esa primera vez quedó limpio en los primeros exámenes postoperatorios. Cuando regresó le propuse que ocupara el lugar de la ahijada, que se iba por cuestiones de salud. Ahí de una vez me dijo: "seguiré siendo "el compa", pero el compa tiene siete hermanos". Estaba el piedrero, el estudiante, el político, el mariquita, el meña y todos eran muy especiales. En el fondo nos quería decir que a los hermanos había que aceptarlos tal como fueran. Me sorprendió muchas veces, imagínate que ya yo tenía un hermano mogo. Tuvo casi tres años conmigo, cuando ya la enfermedad no lo dejó. A él le volvió la enfermedad como al año y medio. Al final ya estaba presentando cuadros de debilitamiento, con dolores de estómago.
Semblanzas: Fue como si en su actuación Serrano asumiera en su totalidad el drama que inmortalizó el poeta mexicano Juan de Dios Pesa en el célebre poema Garrick:
¡Ay ! ¡Cuántas veces al reír se llora!.
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora
el alma llora cuando el rostro ríe!
Semblanzas: ¿Cómo andas de rating?
AP: Bien, la franja la ganamos siempre. Mantenemos nuestras clientela. El raiting ha bajado en comparación con el tiempo en que estaba El Compa, pero la aceptación se mantiene, la franja se mantiene. La gente compara, es como Michael Jordan, la NBA sin Jordan no es la misma. Y la verdad es que nos hace falta Ricardo.
Semblanzas: ¿Qué hay para el año 2006, qué tienes en agenda?
AP: Queremos incluir nuevos elementos sin cambiar mucho, porque ya hemos aprendido que si la fórmula funciona; ¿Cuántos años tenemos de estar tomando la misma coca-cola? Ahí la intentaron cambiar, y tuvieron que regresar a la misma fórmula. Queremos incluir muchachas, muchachas, para no decir otra cosa. No queremos meter muchachas por meter muchachas, lo que queremos es que lo que se incluya le guste al público. Vamos a hacer también los enanitos orejones. Esos que se hacen en España y en México. Que salen con manitos falsas, el artista disfrazado digamos de que Elvis Presley, pero el cuerpo cubierto con la capa.
Semblanzas: Un mensaje al público.
AP: Bueno para este año el mensaje es que la felicidad hay que buscarla dentro del hogar, dentro de si mismo, por ahí podríamos comenzar para que vaya mejorando la humanidad, y procurar la tranquilidad espiritual. No me refiero a nada religioso sino a que estés tranquilo contigo mismo. Especialmente esos que nos gobiernanque los estamos mirando. A propósito cuando alguien escuchaba aquello de que el mundo nos mira, decía: " ¡jooo! que voz tiene Endara", -y era nuestra finado Harry Iglesias.