Ante una pérdida, la persona tiene que vivir su dolor para sanar
El duelo por la pérdida de un bebé es más complejo; en tanto que, por ley de vida, los hijos sobreviven a los padres. Para afrontarlo es importante expresar el dolor, mantener la motivación y buscar la ayuda de un profesional.
¡Vivir para sanar!
Solo 17 horas pudo aprovechar Sara con su bebé en brazos, un problema con el funcionamiento de su cerebro le arrebató la vida a su pequeño.
Una avalancha de emociones se apoderó de esta mujer, de 31 años. Tener un posparto sin bebé "es una de las cosas más dolorosas que vive una mujer".
Fue complicado y su familia no sabía cómo manejar la situación, "al final tuve que ir a terapia".
"La persona tiene que vivir su dolor para sanar, y esto ocurre incluso con la muerte perinatal", señaló la psicóloga experta en duelo Laura Arias.
No obstante, en este tipo de pérdidas muchas veces las personas minimizan su dolor. Incluso la comunidad dice que no hubo un vínculo con él.
En ocasiones se da un sentimiento de culpa porque la doliente siente que algo que ella pudo haber hecho ocasionó la pérdida del bebé. "Deben aprender a vivir un día a la vez y que cuando despierte, acepte y exprese su dolor", recomendó la especialista del Centro Psicológico Integra.
Es necesario que la doliente logre identificar sus emociones y no bloquearlas.
Por su parte, el psicólogo Dimas Villarreal indicó que se debe buscar ayuda de un profesional, ya que por lo general con el apoyo solo de los familiares para superar esta situación no es suficiente ni son las personas idóneas para dar terapia.
Durante esta pérdida, pueden surgir problemas con la pareja, ya que cada uno siente que su dolor es único, subraya Arias.
La mujer podría sentir que su esposo no lo entiende y como el duelo trae la rabia, la persona estará más irritable e impaciente.
La pareja -en ese momento -debe ser empática, comprensible y paciente para acompañar a la madre, reiteró Villarreal.
Alrededor del dueloEn este proceso se dan diferentes situaciones que no ayudan en nada a la doliente, advirtió Villarreal.
Por ejemplo, algunos tienden a desvalorizar cuando se trata de una madre joven, porque le dicen "ya tendrás más hijos... pero cada persona es diferente, por ende, cada pérdida es totalmente diferente en cada individuo".
El duelo trae problemas emocionales como desmotivación, produce problemas de sueño, alimentación, impaciencia e intolerancia, señaló Arias.
Si el doliente no exterioriza las emociones, se puede convertir en un duelo congelado o patológico, es decir, que la persona reprime las emociones. Por ejemplo, pasa un año y si llega a fallecer una persona ajena al doliente, este sentirá esta pérdida como si fuera suya.
Ir por otro bebéEn el tema de cuándo buscar o planificar la llegada de un nuevo bebé después del duelo, lo más saludable es no tomar decisiones rápidas, hay que postergarla, por lo menos hasta cuando la persona pueda exteriorizar sus emociones de manera sana, dice Arias.
Lo ideal sería esperar unos dos años antes de decidir un nuevo embarazo.
Claro está que va a depender del consenso al que haya llegado la pareja. Aunque se recomienda que ellos terminen un proceso de terapia de duelo.
DatosEn 2016, el 46% de las muertes de menores de 5 años correspondieron a recién nacidos, es decir, que se produjeron en los primeros 28 días de vida, también conocidos como periodo neonatal, de acuerdo con registros de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El 75% de las muertes neonatales tiene lugar durante la primera semana de vida, y cerca de 1 millón de recién nacidos mueren en las primeras 24 horas, agregó la organización.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censo de la Contraloría General de la República de Panamá, en 2016 fallecieron 581 neonatos.